6 April, 2018
Bodegas Valsangiacomo llega a La Mostra con un arsenal de atractivos productos por diferentes motivos. En primer lugar volverán a ser tendencia en el certamen los vinos El Novio Perfecto y La Novia Ideal, con los que la firma ha conseguido conectar de manera espectacular con el público joven.
La parte de vinos más serios queda en manos de su Bobal de Sanjuan, rosado y tinto, dos vinos tremendamente asentados entre el consumidor y que no paran de cosechar buenas nuevas para la firma. La elaboración de los vinos de San Juan se fundamenta en el trabajo sobre la materia prima, la uva. El trabajo con los viticultores se centra en la selección de viñedos marcando las pautas que favorezcan las características que posteriormente se transmiten en el vino. Se modifican prácticas agrícolas tradicionalmente enfocadas a la obtención de cantidad por aquellas que, respetando la identidad de la variedad, favorezcan la calidad como el equilibrio del vigor de la planta, la interpretación de las características edáficas, genéticas y climatológicas de cada viñedo como entidad individual. Una adecuada maduración y un mimo supremo en el resto del proceso, hacen que el resultado sea óptimo.
Pero no sólo lo que hemos contado, pues los amantes del vermú tienen una cita con el rincón Vittore que siempre se encuentra en el stand de la firma en este certamen. Además este año los dos vermús, el blanco y el tinto, llegan tras haber conseguido un sonado triunfo en el mercado americano, uno de los más complicados en la materia con la tremenda competencia con productos italianos.
Los orígenes de Cherubino Valsangiacomo se remontan a 1831, en Suiza. Ese año, Vittore Valsangiacomo funda una bodega con su nombre en Chiasso, en el cantón suizo de Ticino, junto a la frontera con Italia. Es la primera bodega de la familia. A finales del siglo XIX, su hijo Cherubino Valsangiacomo decide abrir una empresa de exportación de vinos en Valencia y Alicante, atraído por las condiciones logísticas de sus puertos y el excelente fruto de la tierra. Cherubino, como su padre, pone su nombre a las bodegas. La firma Valsangiacomo es dirigida actualmente por la quinta generación de esta familia bodeguera. A Arnoldo padre (cuarta generación), le han tomado el testigo sus hijos Carlos, Marta, María y Arnoldo, que están dando un nuevo impulso a la firma con proyectos vanguardistas como los de El Novio y La Novia, o el de Bobal de Sanjuan, que tan buenos reconocimientos le está suponiendo.
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