28 November, 2023
Texto: Mar Lafuente / Fotografía: Bodegas Valsangiacomo
El mundo del vino es mucho más que solamente vino. Esconde historias maravillosas y únicas. La de la familia Valsangiacomo trasciende generaciones y fronteras, hundiendo sus raíces en la pasión y la dedicación que siempre ha supuesto para ellos la creación de vinos. En el cantón suizo de Ticino, junto a la frontera con Italia, en 1831, Giovanni y Vittore Valsangiacomo fundaron una bodega que sería el origen de esta pasión compartida que ha perdurado a lo largo del tiempo: el amor por el vino. Desde entonces, la familia ha dado forma a un patrimonio enológico propio a base de tradición, innovación y excelencia. Una historia que está marcada por la constancia y el esfuerzo de cinco generaciones que hace posible una amplia gama de vinos de calidad que nacen en la provincia de Valencia.
El nacimiento de la primera bodega en Suiza bajo el nombre ‘Valsangiacomo’ marcó un punto de partida trascendental. La que se convertiría en la primera generación de este enorme proyecto, vio en la producción y exportación del vino una oportunidad de vida que dio inicio a una trayectoria familiar de casi 200 años vinculada al mundo del vino. El primero en recoger ese pequeño legado fue Cherubino Valsangiacomo, hijo de Giovanni. Su visión estratégica le hizo cruzar fronteras expandiendo el negocio hasta España, abriendo una empresa de exportación de vinos en Valencia y Alicante en 1880. Motivado por las condiciones logísticas de sus puertos y la singularidad del territorio para el cultivo de la vid, buscó uvas de alta calidad para poder exportarlas hasta la bodega en Suiza. Cautivado por los aromas y sabores de esas frutas, años más tarde decidió adquirir diversas bodegas en Valencia, Alicante y Utiel, un momento crucial en la historia, expandiendo así la presencia y la producción de la familia en España.
La tercera generación estuvo representada por Benedetto, sobrino de Cherubino, una figura crucial que ayudó en la gestión de las bodegas en España y marcó una época de crecimiento en la empresa familiar con momentos importantísimos en la historia, como la adquisición de las bodegas del Grao y Utiel o conseguir la distribución exclusiva para toda España del Fernet y el Vermouth de la firma italiana Branca. El germen de Vittore. Y no es lo único, en la década de los 40 se bautizó la bodega bajo el nombre ‘Cherubino Valsangiacomo S.A.’ y producen su primer vino embotellado bajo la marca ‘Vall de Sant Jaume’, una traducción al valenciano del apellido suizo ‘Val San Giacomo’. Así, la bodega empezaba a convertirse en referente en la producción y distribución de vinos, tanto a nivel nacional como internacional.
Arnoldo Valsangiacomo, hijo de Benedetto y cuarta generación de la familia bodeguera, tomó las riendas de la gerencia en los 60, consolidando aún más la marca ‘Valsangiacomo’ en el mercado vitivinícola español. Durante sus años como gerente sacó la emblemática marca ‘Marqués de Caro’ posicionando sus vinos por la alta calidad. Su afán por la excelencia y la intensa actividad exportadora hizo que la bodega del Grao se quedase pequeña, por lo que en 2002 se trasladaron hasta Chiva, donde se encuentran actualmente sus instalaciones dotadas con la última tecnología. Allí crearon una nueva planta y una nueva línea embotelladora con las mejores condiciones y técnicas para el control de calidad en la elaboración de los vinos. Un salto cualitativo y cuantitativo que marcó un antes y un después en la historia de la bodega.
Durante todos estos años Arnoldo no trabajó solo. A finales de los 90 empezó a tener la ayuda de sus hijos, quienes mostraron un firme compromiso con el desarrollo y el futuro de la bodega. Ahora son ellos, Marta, María, Carlos y Arnoldo, los que representan la quinta generación de una historia que se mueve por la misma pasión que pusieron sus antepasados hace casi 200 años, el amor por el vino. Con ellos, Valsangiacomo ha ampliado su oferta, produciendo una gama diversa de vinos bajo las marcas de calidad de las Denominaciones de Origen Valencia y Utiel-Requena. Una apuesta por la diversidad que se refleja también en sus variedades, apostando por la singularidad de lo autóctono con uvas como bobal, moscatel, malvasía, Con ellas consiguen contar su historia, capturar la esencia de las tierras y trasladar la tradición de la familia Valsangiacomo. Además uno de sus productos más singulares, y con gran arraigo en la sociedad valenciana, es el Vermut Vittore, elaborado con una receta secreta de la familia, que combina las hierbas alpilas con las mediterráneas en una fusión única.
La quinta generación también ha marcado un hito en la historia familiar con el proyecto bobal de SanJuan. En la antigua cooperativa de la aldea de San Juan, en Requena, dirigen la elaboración de vinos tintos y rosados que nacen de cepas viejas de bobal de bajo rendimiento a unos 750 metros sobre el nivel del mar, fermentados y madurados como se hacía hace 100 años, en depósitos de cemento crudo.
Con este proyecto, sumado a las diferentes marcas que dan forma a Valsangiacomo, buscan constantemente la excelencia que se ve reflejada claramente en el resultado de los vinos. Vinos que son mucho más que solo vino, son la historia de una familia que lleva cientos de años luchando y esforzándose por elaborar vinos de calidad, que expresen algo y, sobre todo, con los que todo el mundo pueda brindar y disfrutar.
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Un comentario en
Juanjo el 29 November, 2023 a las 12:37 am:
Buenas Catas