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Porciones de sosiego. Templos secretos. Bosques peinados. Y un vino que sabe a un paisaje que fue habitado por un pueblo que bautizó una península. Atravesamos la N-322.
El país donde viven las estrellas
Un cielo Reserva de la Humanidad. Bosques interminables y montañas, muchas montañas. Y entre medias un paisaje compuesto de palabras ancestrales, memoria de un mundo agrícola y ganadero varias veces centenario.
Una galería de arte Patrimonio de la Humanidad. Un claustro mudéjar a la orilla del Mediterráneo. Un Palacio Ducal que lleva hasta Roma. Y todo bajo la atenta mirada de una montaña arcádica. Orillada sus faldas por la CV-675.
Tenido como uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad Valenciana, se ofrece al visitante como una colada recién tendida. Que trepa hasta la misma base de un castillo montano de origen islámico. Del otro lado: el vacío. Solo apto para espíritus libres y verticales.
Un buen profesor. Un paseo fluvial y una playa continental. Y pueblos de pasado árabe, unidos por un camino de agua y vida. Y a su lado, una carretera que les obligará a desandar parte de ella: la CV-377.
La conquista del paisaje. Ese es el regalo que ofrece la CV-797 camino del Parque Natural de la Font Roja. Y a sus pies, una ciudad. Solo hay que cruzar uno de sus puentes para acariciar sus orillas moras, cristianas, modernistas y fabriles.
Reflejos dorados a la orilla del Turia
La ruta de las riberas del Turia. Un barrio de obradores de cerámica de origen medieval. El secreto mejor guardado. Y los restos de un palacio visigodo fechado en el S VII. Todo aquí al lado. Aquí mismo. ¡Tan cerca!
Unas carreteras que se internan en el corazón de una sierra que palpita vida por todas partes y que el viajero se dispone a recorrer para encontrarse finalmente con ustedes. Porque la Mariola les acogerá como el regazo de una madre.
El río tiene sus edades. Nace, crece, madura, envejece. Tal vez el río represente mejor que ningún otro fenómeno el fluir de la vida. Un inicio de momentos cristalinos llenos de inocencia. Hasta que encara los primeros obstáculos.