Sant Pere, la cooperativa que late a ritmo de aceite de oliva y baila al son del vino

Entre olivos y viñedos la Cooperativa Sant Pere de Moixent une esfuerzos para conseguir una alta calidad en sus productos.

Texto: Mar Lafuente / Fotografía: Sant Pere de Moixent

Envuelta en el paisaje de ensueño que dibuja Terres dels Alforins, en la comarca valenciana de La Costera, se encuentra la Cooperativa V. Sant Pere de Moixent. Desde 1951 que vio la luz es mucho más que una simple unión de productores. Es el testimonio de un propósito, un espíritu y una vocación profundamente arraigada que ansía organizar, defender y atender las producciones agrícolas de un gran número de productores que han ayudado a escribir y hacer perdurable en el tiempo las tradiciones agrícolas que esconde el municipio de Moixent. Entre olivares y viñedos, esta cooperativa de primer grado sigue peleando por su razón de ser: conseguir las mejores oportunidades en defensa de sus intereses y elaborar productos que brillan por su enorme calidad. 

Ceñida por casi la totalidad de la producción municipal y parte de las colindantes, actualmente Sant Pere es una cooperativa formada por casi 1000 socios y unas 5000 hectáreas entre olivar y viñedo. Cifras que convierten a la comarca de La Costera en la zona con mayor concentración olivarera de Valencia. Así, Sant Pere late al ritmo de aceite de oliva y baila al son del vino. 

Con más de 70 años de experiencia a sus espaldas, podemos decir con seguridad que es una de las almazaras de producción de AOVE de referencia del territorio. Y no solo por eso. En estas tierras ya se elaboraba aceite en el siglo IV a.C., o así lo demuestran los hallazgos en el poblado íbero de ‘La Bastida’. Sin soltar sus orígenes, los productores siguen mimando este producto milenario igual que hacían entonces, aunque intentando mejorarlo con las técnicas más modernas que tienen a su alcance. 

A más de 350 metros de altitud y muy próximos al mar Mediterráneo se encuentra lo que es el corazón de la cooperativa: los olivares. Allí reina la grossal, un tesoro autóctono que solamente florece en estas tierras, pero que también convive y se entrelaza con otras variedades como blanqueta, picual, arbequina y manzanilla. Cada paso, desde el nacimiento de la aceituna hasta la creación del aceite, es un baile minucioso y cuidadoso. Desde los tratamientos fitosanitarios hasta la recolección o transporte están completamente controlados para garantizar que las aceitunas respiren los principios de la cooperativa: respeto al medio ambiente, transparencia, garantía de origen y calidad del producto. El resultado son cuatro AOVEs de enorme calidad bajo dos marcas, Sant Pere y Argolí, que en cada gota transmiten el amor por la tierra, el esfuerzo y la dedicación de los socios-agricultores. 

La gama Sant Pere está formada por tres AOVEs premium: Sant Pere Nº1 ‘Grossal’, Sant Pere Nº2 ‘Ecológico’ y Sant Pere Nº3 ‘Coupage’. Galardonado con numerosos premios en reconocidos concursos, Sant Pere Nº1 ‘Grossal’ (antes conocido con el nombre Pagos del Guerrer) es el producto estrella de la cooperativa. Está elaborado exclusivamente con esta variedad autóctona del territorio y contiene un alto contenido en polifenoles y pigmentos clorofílicos que lo hacen especialmente bueno para la salud. Sant Pere Nº2 ‘Ecológico’ procede de parcelas seleccionadas totalmente libres de fitosanitarios y está elaborado también con grossal, una variedad a las que se le suman arbequina y picual. En el caso de Sant Pere Nº3 ‘Coupage’ su elaboración se realiza con arbequina, blanqueta y picual, es el Aceite de Oliva Virgen Extra más suave. A esta gama prémium se le suma la marca Argolí, un extraordinario virgen extra que está elaborado a partir de aceitunas maduras y que procede de un coupage de todas las variedades típicas de la zona como son la grossal, arbequina, blanqueta o picual. 

Pero la Cooperativa Sant Pere no solo baña su territorio en oro líquido, también lo impregna de aromas a vino. Moixent es tierra de vinos, de hecho es uno de los pueblos, junto a Fontanars dels Alforins y La Font de la Figuera, que dibuja el bello paisaje de ‘Terres dels Alforins’ al que muchos conocen como ‘la toscana valenciana’. Al igual que las aceitunas, en estos suelos las uvas han sido y siguen siendo felices. Fieles a sus orígenes y a la tradición, la cooperativa está atravesando por la cuarta generación de viticultores apasionados de la uva. 

Olivar. Muy próximos al mar Mediterráneo nacen las aceitunas con las que elaboran sus reconocidos Aceites de Oliva Virgen Extra.

Tradición, modernidad y artesanía, estas son las tres palabras que definen la bodega. Sant Pere es el claro ejemplo de lo especiales que son las cooperativas, porque como aseguran «nuestros socios-agricultores siguen empeñados en cultivar la viña como lo hacían sus bisabuelos, mimando la planta, amando cada palmo de tierra…». Es por ello que siguen manteniendo esa elaboración artesanal de entonces, pero adaptándose a los nuevos tiempos o las nuevas técnicas que les permiten elaborar referencias de calidad. Fruto de este trabajo nacen vinos modernos y elegantes bajo el sello de calidad de la Denominación de Origen Valencia, con un fuerte carácter mediterráneo que consigue transmitir el paisaje de una forma muy sencilla.

Aceite de oliva y vino, dos productos sencillos que comparten siglos de historia y que dan vida a la Cooperativa V. Sant Pere de Moixent desde hace más de 70 años. Dos frutos, la oliva y la uva, que consiguen unir a un pueblo, a unos agricultores, que siguen luchando por mantener vivas las culturas y las tradiciones arraigadas a las mágicas tierras de este municipio.

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