25 agosto, 2020
¡Hoy nos sentamos a la mesa leonesa! Embutidos, carnes y pescados, legumbres, frutas, queso, hortalizas y dulces componen los ingredientes de una excelsa gastronomía. Quizá lo más sobresaliente es la variedad de productos a los que se une la gran calidad y el saber hacer de los fogones. Hay tantos platos como zonas, desde la gastronomía de montaña a la elaborada con las truchas de los numerosos ríos que recorren la provincia. Esta es tierra de vinos y variados productos merecedores del sello de la Denominación de Origen, Indicación Geográfica Protegida y Marca de Calidad.
La Provincia de León tiene mucho más que monumentos históricos o naturaleza –y mira que tiene de esto–. León conquista y engancha, también, a través del paladar. Este destino, que atrae a miles de visitantes cada año gracias a una agenda completa de actividades, es un universo gastronómico peculiar, una larga historia de costumbres y recetas que recorren un territorio basto en atractivos, desde El Bierzo a Tierra de Campos y de Boñar a La Bañeza.
León, gracias a su cabaña ganadera, nada tiene que envidiar a otras zonas del norte peninsular que destacan por la calidad de sus productos lácteos. Por nombre y fama fuera de las fronteras de la provincia el queso más destacable es el Queso de Valdeón, producto con Indicación Geográfica Protegida. ¡Qué decir de sus carnes! No anda muy despistado el tópico que habla del gusto de los leoneses por las buenas carnes. Destacable es el Lechazo Montañas del Teleno o la Ternera del Bierzo, ambas con Marca de Garantía. Además, León, disfruta también de un gran surtido de carnes de caza, como las procedentes del corzo, jabalí, la liebre, perdices o codornices.
¡Qué mesa sirve como tal, si no hay sobre ella excelsos productos de huerta! Puerro de Sahagún, también con Marca de Garantía; o el Tomate de Mansilla de las Mulas, uno de los patrimonios gastronómicos de León. No olvidemos el Pimiento Morrón de Fresno de la Vega, o el puerro en Sahagún –que se remonta a las primeras comunidades benedictinas de esta villa leonesa–.
Hablar de León y no hablar de embutidos, es casi como no hablar de nada. ¡Quién no ha probado su cecina de vacuno! El botillo berciano es el auténtico tótem en las mesas de esa comarca occidental de la provincia, además de otra de las exquisiteces de la gastronomía provincial: la Cecina de Chivo de Vegacervera, elaborada de manera artesanal. A ella se le unen los chorizos más frescos de Astorga, El Bierzo o la Bañeza; ¡y la Morcilla de León!
La elaboración del vino en la provincia de León data de tiempos muy antiguos, cuando los monjes y los caballeros medievales dominaban estas tierras. Las dos grandes zonas de producción vinícola, el Bierzo y el sur de la provincia, regalan a la vista parajes de extraordinaria belleza, donde se entremezcla la portentosa estampa de la vid con un patrimonio histórico artístico de gran valor. Los monasterios y los castillos fueron los grandes centros de poder en la Edad Media, en ellos, la producción del vino alcanzó un prestigio inigualable durante siglos, una experiencia que se ha visto recompensada en la elaboración de los excelentes caldos que en la actualidad amparan las dos Denominaciones de Origen, Bierzo y León.
Si hay algo típico en León que conjugue toda esta variedad y que sea la máxima expresión del mestizaje perfecto entre gastronomía y cultura, es el buen hacer de ‘salir de tapas’. Esta tradición, que tiene una larga historia de costumbres y recetas, alcanza su máxima expresión en el Barrio Húmedo y Barrio Romántico, muy cerca de la Plaza Mayor. Subiendo por la calle Ancha desde la Casa Botines hacia la Catedral, el primero se deja saborear a mano derecha y el segundo se antoja a la izquierda. En este último, se encuentran algunos de los monumentos más representativos de la ciudad, como el Palacio de los Guzmanes, la Basílica de San Isidora o la mismísima Catedral. El Barrio Húmedo, a cuyas puertas está uno de los únicos tres ejemplos de la arquitectura de Gaudí fuera de Cataluña, la Casa Botines, alberga palacios como el del Conde Luna, el de Don Gutierre o calles con el viejo comercio tradicional. En esta zona se encuentran los establecimientos de tapeo más populares de León. Es, por ejemplo, en la Plaza de San Martín donde se va a degustar la tapa de morcilla del lugar, cecina, embutido, mollejas… Por si fuera poco, también fuera del casco histórico, en mitad de muchas otras atracciones leonesas, se puede degustar el arte del tapeo.
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