16 octubre, 2020
Jaime Nicolau
Hay rincones de enorme tradición vitivinícola que se mantienen impasibles al paso del tiempo. Rincones en los que el vino ha marcado la vida de generaciones y generaciones. Generaciones que han sabido adaptarse a los tiempos, a las malas añadas, a las modas. Uno de esos rincones, además muy bello, es la localidad valenciana de La Font de la Figuera. Ubicada en el interior de la provincia de Valencia, dibujando un vértice mágico con las vecinas Albacete y Alicante.
Cuenta La Font con una larga tradición vitivinícola que bien representan dos firmas: La Cooperativa La Viña – Venta del Puerto y Bodegas Arráez. La primera cumple 75 años este 2020, la segunda se acerca a las siete décadas de historia. La llegada junto a ellos del joven bodeguero, viticultor para más señas, Javi Revert ha terminado por empujar a La Font con mucha fuerza como un polo importante para los vinos mediterráneos.
La Cooperativa La Viña, con Venta del Puerto como saga más destacada, se ha convertido en un auténtico motor socioeconómico para la comarca. Este año celebra su 75 aniversario en una historia en la que el carácter emprendedor y el modelo cooperativo han emergido con mucha fuerza. Sus vinos cuentan actualmente con un enorme prestigio y están presentes en prácticamente todo el mundo. Venta del Puerto N12 es el gran ‘best seller’ del equipo que dirige el enólogo Jorge Caus, pero proyectos como Los Escribanos, Juan de Juanes o N18 son también merecedores de mención.
El actual equipo gestor de La Viña ha logrado convencer a los socios en la implantación de prácticas de viticultura en pos de la calidad y en detrimento del volumen. Con esta fórmula han conseguido un equilibrio que permite a los socios ver cómo cada kilo de uva que elabora le permite ganarse la vida dignamente. Es un claro ejemplo de ‘modelo de éxito’.
En el caso de Bodegas Arráez, han logrado empatizar con un público joven ávido de un marketing acertado. Sus vinos se han convertido en los «más Canallas del Mediterráneo». De ello tiene mucha culpa Toni Arráez, tercera generación de la familia. Mala Vida, Vivir sin Dormir o Hu-Ha son algunos de los más sonados. Grandes productos de marketing, respaldados por el contenido que hay dentro de la botella. Pero, además, Toni también se permite licencias para demostrar su seriedad como enólogo. Un ejemplo es la saga Los Arráez, donde encontramos variedades autóctonas destacadas como la verdil o la arcos.
Actualmente la firma está ultimando una obra espectacular, la nueva bodega, con vistas al pueblo al que la familia Arráez siente un vínculo inquebrantable. Apunten los amantes del enoturismo porque va a ser uno de los epicentros de experiencias vitivinícolas más importantes de la Comunitat Valenciana.
Precisamente la variedad arcos es una de las apuestas de Javi Revert, pero no la única. Siente La Font como la siente su abuelo, por el que siente verdadera adoración. Repetir con un vino de esta variedad puntuaciones estratosféricas para el gurú Robert Parker, han convertido a la arcos en una variedad de moda. Javi y su amigo Víctor Marqués, enorme enólogo también, se marcaron el proyecto La Comarcal, con el que incluso se atreven a rendir homenaje a un pueblo que está de moda en el panorama vitivinícola: La Font.
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