Miquel Francés: “Terres dels Alforins representa arraigo, un producto de calidad y un paisaje con retorno”

Berta M.ª López / Fotografía y vídeo: Vicent Escrivà

Los viticultores de Terres dels Alforins, una de las zonas más bellas y singulares del mundo del vino valenciano, se unieron hace casi dos décadas para cambiar el futuro de su territorio. La Font de la Figuera, Fontanars dels Alforins y Moixent forman un triángulo mágico que dibuja un paisaje natural cautivador. Sus bodegas no solo encarnan la pasión vitivinícola que ha perdurado a lo largo de los años, sino que también son testigos de la historia y del profundo respeto que estos pueblos profesan por la tierra y la uva.

Hemos venido hasta el Centro Cultural La Nau para hablar con Miquel Francés, uno de los líderes espirituales de Terres dels Alforins. Una entrevista en la que hablamos de su conexión con el territorio, el pasaje cultural, la resiliencia de identidad de la zona y las perspectivas de futuro de la conocida como Toscana Valenciana.

—5barricas.- ¿Qué significa Terres dels Alforins y qué vinculación tiene con Miquel Francés?
—Miquel Francés.- Terres dels Alforins es parte de mi vida, me he criado en estas tierras. He crecido en el campo, en una alquería y por ello, he tenido mucho vínculo con la zona desde siempre. Mi familia está allí, somos creyentes de lo rústico, del sector primario. Esta conexión va más allá de lo personal, ya que tanto la familia de mi mujer como la mía tienen raíces profundas en este territorio.

En Terres dels Alfornis todo viene a partir de los 90, cuando hay un cambio de ciclo en la enología. Tengo buenos amigos allí. Daniel Belda y yo fuimos precursores del territorio, comenzamos a hablar sobre comunicación, variedades… y centramos un poco las bases de cómo restaurar y empezar a hacer esa antropología enológica. Empezamos a trabajarlo e ir más allá. Queríamos volver a poner en primer plano el valor que el sector primario tuvo en algún momento. Estas cosas no se hacen de un día para otro, los territorios enológicos, antropológicos y culturales se dibujan a lo largo del tiempo y nosotros lo estamos rehabilitando.

—5b.- En algunos de tus proyectos hablas de que Terres dels Alfornis ha recuperado un legado histórico para convertirlo en paisaje cultural. Háblanos un poco más sobre esto…
—M.F.- En este sentido, tenemos que entrar en lo que es la antropología. Los paisajes culturales comportan todo un ecosistema de personas que conviven y se comunican con ese paisaje. Ese feedback se había perdido con el paso del tiempo y lo hemos intentado buscar en aquellas zonas donde hay antigüedad para ver cómo lo han hecho. Yo pienso que eso siempre es muy importante. Tenemos que mirarnos al espejo, pero mirar también el espejo de los otros. Esto es una tarea fundamental en la recuperación histórica y de legado cultural y antropológico. Eso es cultura. Va más allá de la mirada del romanticismo.

—5b.-El paisaje enológico de Terres dels Alforins ha evolucionado. ¿Cómo describirías este desarrollo y qué impacto ha tenido en la actividad económica y cultural?
—M.F.- La transformación es evidente. Si observamos las cifras del s.XVIII y s.XIX nos encontramos con un panorama completamente diferente: había muchas hectáreas y se hacían vinos a granel que se enviaban al puerto de Alicante y Valencia para exportar. Está claro que esa sistemática la hemos roto. Además, nuestro compromiso desde la década de los 90 se alinea con la reevaluación de todo el sector enológico. Por tanto, debemos hacer cosas selectas, productos que estén enmarcados en un entorno, resaltando el valor intrínseco de la tierra. Es muy importante recuperar esas variedades antiguas desaparecidas. 

—5b.- ¿Qué conexión existe entre Terres dels Alforins y el Centro Cultural La Nau?
—M.F.- La Nau ha protagonizado serenatas y muchas actividades culturales, antropológicas y sociales. En un momento determinado, establecimos vínculos con varios vicerrectores de cultura, pero en especial con Toni Ariño. Desde entonces, organizamos una serie de encuentros para hacer degustaciones en momentos determinados y a través de una cátedra de territorio, hacemos encuentros para hablar de qué es la enología, la antropología, jornadas de paisaje…

—5b.- Y ya para acabar… ¿Qué perspectivas de futuro tiene Terres dels Alforins como territorio?
—M.F.- Considero que ya están sembrando esas alternativas de futuro. Siempre nos estamos adaptando. Nuestro paso por la vida es un ‘soplo’ como dice Rafa Cambra.  Está claro que nuestro feedback no solo lo debemos que tener con nuestro territorio, tenemos que ir más allá. Estamos en otra fase, en el comercio de Internet, y ese periodo continuará.  Es decir, la inteligencia artificial también está ahí y tendremos que replantearnos cómo la introducirnos para que nos den parámetros más aproximados a lo que son los procedimientos naturales. Comercialización, marketing… tenemos que ir adaptándonos.

Creo que estamos en la línea. Que bodegas como Vinya Alforí y Dominios de MGP se hayan incorporado y tengan una proyección, nos está dando una ampliación en diferentes formas de verlo y todas ellas conviven en un mismo territorio. Esto es muy positivo. Tenemos que resetear, replantear a dónde vamos y qué hemos conseguido para poder mejorar en venta, en comunicación y calidad. Hay que trabajar para que Terres dels Alforins y su patrimonio tengan una credibilidad con el paso del tiempo. Tendríamos que hacer encuentros con nuestras administraciones más próximas para crear alianzas y fortalecernos. Tenemos que ser capaces de conseguirlo porque ya tenemos una marca y un paisaje cultural. Terres dels Alforins representa arraigo, un producto de calidad y un paisaje con retorno.

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