4 marzo, 2016
José Antonio López
Los que pateamos Valencia tenemos la suerte de encontrarnos con noticias estupendas y sorprendentes. Esto me ocurrió hace unos días, cuando yendo por la calle Martí, a la altura del número 20, me encuentro con un establecimiento que es nuevo.
En la puerta, un amable señor que me saluda y me invita a conocer su restaurante. Restau…qué.
Es el momento de levantar la mirada y darte cuenta de que estás en la puerta de Las Ventas. “No hace más que unos días que hemos abierto. Estamos empezando una campaña para anunciarlo”.
En silencio se lo tenían. Menos mal que ya podemos verlo y, por lo que ocurrió después, disfrutarlo.
La fachada blanca, sin estridencias, te invita a entrar a una “salita” donde hay cuatro mesas en las que se puede, desde comer, a tomar un café. Está cara a la calle por lo que el “fumador” puede gozar, además, de poder encender un cigarrillo. No molesta.
Cuando entras al local te encuentras en otro ambiente. Cálido, cómodo, acogedor… una pequeña barra a la izquierda y no muchas mesas. La distancia entre ellas y el espacio entre comensales óptimo. Se puede hablar sin molestar y sin que te molesten. Me llama la atención la vajilla, la cubertería, los manteles… los pequeños detalles, incluso la selección del color de las flores en agua…
Aquí hay algo… distinto.
Ulises es el responsable de la decoración del lugar. “Vengo del mundo de la decoración –es el alma de Deco-Exclusive– y también del mundo de la hostelería nocturna –es dueño de Las Vegas en Cánovas–. Tenía ilusión por montar un restaurante distinto y se han dado, en este momento, todas las circunstancias oportunas para hacerlo”.
El local está inspirado en la tauromaquia. ¡Alto! No van a encontrar cabezas de toro ni nada por el estilo. Imagínense un ambiente taurino que agrada a los aficionados y no molesta a los que no lo son. Es difícil hacerlo, Ulises lo ha conseguido. Hay que verlo y fijarse en los pequeños detalles, una vez más.
Aquí hay profesionalidad.
Iván me ha invitado a entrar. Viene de Madrid y parece que haya nacido entre salas, mesas y comensales. Es una de esas personas cuya profesionalidad la ha adquirido desde que nació. Es innata. Está enamorado de su trabajo, que, para él, es satisfacción.
Tiene treinta y seis años y, junto a Ulises, forman un primer dúo –luego serán trío– que se han embarcado en esta aventura. Es el encargado del local, de las compras “todos los días tengo la satisfacción de hablar con mis proveedores que vienen de toda España. En Madrid, en Galicia, en Valencia… compramos en todas partes aquello que pensamos que es lo mejor. No nos importa el precio. Nuestro objetivo es obtener y elaborar el mejor producto”.
Me da la impresión de que Iván es “un puñetero profesional” de los que se echan de menos. Conoce y ha trabajado en cocina, se ha quemado en planchas y ha elegido la sala para ejercer y demostrar su arte.
Los que peinamos algunas canas echamos de menos ese servicio puntilloso pero no agobiante, ese saber estar profesional, ese “deslizarse” entre la mesa, comensal y atención que distingue y valora a la persona que ama su oficio.
“Me encantan los vinos. Hemos optado por tener una carta adecuada que cambia conforme varía la carta de menú. Estudiamos los maridajes que consideramos oportunos y los ofrecemos”.
Y comienza el espectáculo ante una botella de Alonso del Yerro de 2011, Ribera de Duero. La presentación de platos, excelente, la vajilla que se muestra ante el comensal, extraordinaria.
En ella, el Ceviche de corvina con mango y aguacate, seguido de un pulpo a la gallega “de una forma muy especial”. Acabamos con un buey macerado en cámara tres meses.
Ha pasado una hora y pico desde que empezamos a comer. Toda una sinfonía de sabores y un producto de primerísima calidad. Se nota. Se disfruta.
El postre se compone de tarta de manzana y otra de mango y coco. El cocinero se empeña en que probemos la sopa de melón para acompañar el postre.
De aquí, a la vuelta al ruedo.
Y es que me encuentro con el jovencísimo Ángel Comes, el cocinero, con mayúsculas, de Las Ventas. Sé quién es. Quiero tirarle de la lengua… «siempre me ha gustado la cocina y he intentado aprender todo lo que he podido. Seguiré aprendiendo pero, de momento quiero aportar mis conocimientos en Las Ventas y para todos”.
Sí Ángel. Conozco tu trayectoria y los premios que ya, pese a tu juventud, has obtenido. Me alegra tu timidez y sencillez. Espero que siga así y me hables con la pasión que lo haces, de tu tataki de atún, del rabo de toro del que te sientes tan orgulloso y de… tendremos tiempo, amigo.
Berto, le acompaña en la cocina. Otro apasionado. Y si faltaba algo, el apoyo de una garantía de éxito Zoe, magnífica ayudante de sala con la que se conforma un grupo triunfador. Lo deseamos.
Restaurante Las Ventas está en la calle Martí, 20. Se puede disfrutar de su comida desde 25€. El vino para repetir. Su teléfono de reservas 96 004 91 93.
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