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La Picaraza: el proyecto nacido como homenaje a un lugar único y singular

28 February, 2024

Las parcelas y la bodega de Finca La Picaraza.

Jorge Corella

Dicen de las picarazas, comúnmente conocidas como urracas, que son aves inquietas que se adaptan al terreno al que se desplazan, y una vez allí, buscan con su distinguido color una oportunidad de “echar raíces”.

El caso de la Finca La Picaraza, una de las bodegas más antiguas de la DO Utiel-Requena, cuenta una historia muy similar basada en un legado ligado a las viñas. Un recorrido por el mundo del vino que comienza en 1886, cuando los antepasados de los actuales gerentes de la firma llegaron a la conclusión de que era el momento de arriesgar y buscar una nueva fórmula para impulsar la pequeña pedanía de Las Casas de Utiel.

En ese momento, el objetivo de los promotores de lo que hoy conocemos como Finca La Picaraza era buscar tierras menos heladas y más aptas para el cultivo. Es en esta aldea de la localidad de Utiel donde consideran que es el lugar perfecto para un nuevo comienzo.

Allí, una casa con bodega se convierte en una oportunidad única para emprender un proyecto con solera. Esta finca rodeada de bosque, y que actualmente cuenta con 40 hectáreas de viñedo, ha sido el elemento central para la evolución de la firma.

Desde sus inicios, su principal razón de ser era conseguir expandir el cultivo de la vid en este territorio a finales del siglo XIX. En ese propósito, la cepa que ha adquirido todo el protagonismo ha sido la autóctona bobal, y a partir de ella se han construido los cimientos de la marca actual.

Más de un siglo después de estos primeros pasos, concretamente en el año 2000, José María Sanchis Cañamares y su mujer Concha –4ª generación–, junto a sus cuatro hijos (Gerardo, José Luis, Inmaculada y Jorge) creen que ha llegado el momento de comercializar con una marca propia ese vino que anteriormente exportaban a granel.

Para ello, aprovechan esas 40 hectáreas de viñedo para producir un vino basado en la calidad de sus cepas procedentes de viñas de 50 años de bajo rendimiento, ubicadas en parcelas a 850 metros de altitud y en su gran mayoría de bobal.

Ese vino, que hoy recoge el nombre de La Picaraza Bobal Clásico y se engloba dentro de la DO Utiel-Requena, se somete a una crianza larga de unos 18 meses, y aunque aparece con distinto nombre al presentado a principios de siglo, mantiene la esencia original gracias a una elaboración en depósitos de cemento (hormigón) y un envejecimiento en barrica de 300 litros.

La Picaraza Bobal Clásico, el buque insignia de la bodega.

Esta 5ª generación, formada por los cuatro hermanos de la familia Sanchis, se basa en la defensa del legado y la figura de su padre como pilar fundamental del proyecto. En esta nueva idea es parte indispensable La Picaraza Bobal Clásico, una referencia que nacida de uva bobal es el reflejo de una tierra de gran riqueza vinícola y de la gran alianza construida por la DO Utiel-Requena y su territorio.

En este paso hacia la innovación como marca adquiere una gran valor el mensaje que buscan transmitir con su producto. Esa idea no es más que la imagen de aquello que solo ellos mismos conocen: la historia de la familia y el legado de esta.

Para conseguir llegar al público, los cuatro hermanos han hecho un gran esfuerzo por darle un giro de 180º a la estética de la bodega, pero sin perder la esencia que les ha acompañado durante más de 100 años. El primer paso fue un cambio en el etiquetado, adoptando un estilo más contemporáneo en botella. A esto se le suma la entrada de una tienda online que estará disponible en las próximas semanas.

En ese paso por acercarse al público, la bodega presentó su única referencia, La Picaraza Bobal Clásico, a la prestigiosa Guía Peñín, consiguiendo 92 puntos. Sin embargo, su atractivo no está únicamente en su vino, sino que su estructura de bodega tradicional le convierten en un lugar para visitar.

Una de las bases sobre las que se asienta la marca es esa distribución en la que la bodega y los viñedos se ubican en el mismo terreno, una rara avis en un sector en el que dominan las grandes parcelas distribuidas en puntos distintos a los de su bodega. Este concepto, sumado a la presencia de un carrascal en la propia finca le proporcionan a la misma una estética que definiría a un pago, aunque este no lo sea en la práctica.

Las viñas de la firma ubicada en Las Casas de Utiel.

Entre los valores que mantienen a La Picaraza en esa línea tradicional aparece esa necesidad por ser los propios bodegueros los que, en gran medida, vendan los vinos. El motivo es muy sencillo: solo ellos conocen su historia y lo que buscan comunicar con su Bobal Clásico.

Por ello, y en la búsqueda de una mayor calidad en sus vinos, su producción se limita a 2500 botellas, de manera que la venta sea más manejable. Aunque sí cuentan con un distribuidor, los cuatro hermanos siguen queriendo conocer a sus clientes en persona, algo que ya hacía su padre con las primeras botellas.

De hecho, una de las historias que nos cuenta Gerardo Sanchis, uno de los hermanos que dirigen la bodega, tiene como protagonista a su progenitor, al que le deben esta apuesta por la bodega. Gerardo nos cuenta que gran parte de los contactos que tiene la firma en València los consiguió su padre visitando tienda por tienda de la capital del Turia ofreciendo su vino. Y aunque desde entonces algunas cosas han cambiado en la bodega, hay otras que se mantienen inalterables, como ese intento de conocer al cliente para que este pueda descubrir la historia que hay detrás de La Picaraza.

Decir lo que define a una bodega sin sonar repetitivo es complicado. Sin embargo, en el caso de La Picaraza basta con conocer su historia para saber que la esencia de la bodega está en la pasión y el esfuerzo que hay detrás de cada una de esas 2500 botellas de vino que nacen como homenaje a su padre José María y a todos aquellos que antes que ellos apostaron por darle forma a un proyecto que hoy es una realidad.

2 comentarios en La Picaraza: el proyecto nacido como homenaje a un lugar único y singular

Elena el 13 February, 2024 a las 1:24 am:

Cuantos recuerdos de la Picaraza

ElenagPonce el 18 February, 2024 a las 5:32 pm:

Gran proyecto sin duda.Tengo preciosos recuerdos y también muchas historias de familiares que vivieron en la finca.Forma parte de nuestra historia y le tengo un especial cariño.

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