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La Baronía de Turís, una cooperativa a la altura de la excelencia

15 July, 2022

Pepelu González

La Baronía de Turís ha conseguido, gracias al empleo de las últimas tecnologías, desmitificar el rumor que sobrevuela al trabajo realizado en las cooperativas, demostrando la calidad de las uvas que florecen en sus viñedos. Unos frutos que acaban convirtiéndose en productos capaces de sorprender a los paladares más expertos. 

La zona de Turís siempre ha estado vinculada al mundo del vino. Esto es, en gran parte, gracias a la uva moscatel. La climatología de la zona y las condiciones de los suelos de esta región del interior de la provincia de Valencia son esenciales para que las vastas extensiones de viñedos den unos frutos únicos y excepcionales. Pepe Beltrán, Presidente de la cooperativa Baronía de Turís acentuaba los cambios que han ido sucediendo en la industria de la zona. El vino, principal motor económico del lugar durante muchas décadas, ha ido dando paso a las empresas dedicadas a la fruta. Es por ello que, en la actualidad, los campos de Turís ya no solo se dedican a la uva, también al caqui. La cooperativa fue fundada en 1920 y, rápidamente se convirtió en el motor del pueblo. Esto ha variado en la actualidad debido a los numerosos campos frutales que han rodeado, por todos sus costados, a esos terrenos en los que, no hace tanto tiempo, gobernaba la uva. Su presidente, Pepe, nos cuenta que la Baronía de Turís fue la pionera en el embotellado del vino. Siendo la primera cooperativa de la Comunidad Valenciana en realizar este acto. 

El Presidente de la Baronía de Turís, Pepe Beltrán, posa en uno de los campos pertenecientes a la cooperativa.

De mano de Ricardo Añón, encargado del Departamento Técnico-Laboratorio, conocimos las técnicas que emplean en la cooperativa para el cuidado de las uvas. Unos mecanismos que han mejorado, con el paso del tiempo, gracias al uso de las últimas tecnologías. Esto ha servido para que los vinos producidos en la Baronía de Turís puedan competir, a todos los efectos, con elaboraciones nacidas en otras bodegas de alta enjundia de la zona. Las tradicionales Garnacha y Monastrell están siendo recuperadas en los campos de Turís con el objetivo de acompañar en sus elaboraciones a las tan famosas Moscatel, Malvasía, Tempranillo, Merlot y Syrah. La suma de estas variedades van de la mano con el proyecto de la Baronía de Desarrollo de Cultura Ecológica, que se basa en dos líneas. Una de ellas se trata del retraso de la maduración de las uvas, gracias al empleo del mineral ‘caolín’. La otra vertiente se basa en el uso de la ‘confusión sexual’, controlando así a la polilla del racimo, lo que se resume en un producto final con residuo 0.

Ricardo Añón se muestra sonriente y satisfecho por el crecimiento de las cepas.

Joan Picó, enólogo de la cooperativa, fue el encargado de explicar las características de todos y cada uno de los vinos que reposan en su imponente sala de barricas. Bajo un llamativo cuadro de las vendimias y junto a unos antiguos fudres, aún en funcionamiento, nos explicaba la importancia y la presencia del roble en las elaboraciones que allí florecen. El uso de las últimas tecnologías está al corriente del día dentro de la Baronía de Turís. Un empleo moderado y a conciencia que sirve para encontrar unos precios honestos en los productos que aquí se elaboran y que buscan tener una gran aceptación entre todos los públicos. “Somos una bodega atípica. No solo trabajamos la Moscatel, sino también la Malvasía, el Tempranillo y la Merlot, lo que nos sirve para tener una amplia gama de productos. Ejemplo de esto son nuestros vinos, nuestros vermuts y también nuestra mistela”. 

Joan Picó nos muestra una gran variedad de productos elaborados en la Baronía de Turís.

El trabajo en las cooperativas ha evolucionado favorablemente con el paso de los años. Aun así, el mito de que sus vinos no alcanzan la calidad óptima y necesaria continúa sobrevolando este tipo de bodegas. Es por ello que Ana Calvet, CEO de la Baronía de Turís, nos convence, no solo con palabras, sino también con hechos, de la calidad de sus uvas y, por supuesto de los productos que nacen entre las paredes del emblemático edificio que alberga la cooperativa. “A nivel tecnológico las cooperativas van al mismo ritmo que las empresas privadas. La clave está en tener un buen equipo técnico para elaborar productos de calidad”. 

A pesar de que la diversificación de cultivos ha hecho que los terrenos dedicados a los viñedos hayan disminuido, gracias en parte al uso del regadío que ha conseguido que los áridos campos de Turís varíen sus condiciones, la tierra de la moscatel puede estar satisfecha del arduo trabajo que los agricultores realizan para, posteriormente embotellar un sinfín de diversos vinos, con sus respectivas cualidades y características, que cuentan con un denominador común: la calidad realizada en todos y cada uno de los departamentos de la Baronía de Turís. Un lugar en el que la elección de las mejores uvas, junto con el uso de las últimas tecnologías servirá para futuros proyectos que ya urden en la mente de los trabajadores de la cooperativa.

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