5 July, 2016
5 Barricas se ha desplazado hasta el Priorat para entrevistar a Mireia Torres, directora de las bodegas Torres Priorat y Jean Leon, esta última ubicada en el Penedés, y quinta generación de una familia de bodegueros que han sabido llevar el apellido Torres a más de 150 países y que elabora vinos en nueve DO.
Mireia Torres se describe como una apasionada por su trabajo. Dice que lo que busca en la vida es disfrutar con lo que hace. Y a fe que disfruta, ya que sus ojos verdes se iluminan de un modo especial cuando habla de sus vinos y sus bodegas.
Madre y empresaria, afirma pertenecer a una generación de ‘superwomen’, de supermujeres, a las que se les ha exigido ser muy buenas en todos los campos, el personal y el profesional, algo a veces difícil de compaginar.
Orgullosa del trabajo de su familia, dice que el apellido Torres le ha abierto muchas puertas, si bien también supuso cierta presión en sus inicios; presión y responsabilidad que ha superado y que ya forman parte de su existencia. “Formo parte de una quinta generación y las anteriores lo han hecho muy bien; han dado su vida para tirar adelante con este proyecto y eso te hace sentir cierta presión, pero hay que seguir dándolo todo para que esto continúe y poner toda la ilusión y lo máximo de ti”, sentencia.
.P: Usted es directora de dos bodegas del grupo Torres: Jean Leon y Torres Priorat. ¿Qué diferencias hay entre ellas?
. R: Son dos proyectos de bodegas muy distintas, en dos DO muy diferentes: Penedés y Priorat.
Torres Priorat es una bodega muy pequeñita, con cuatro trabajadores, aunque estamos todos alineados en la misma dirección para poder elaborar buenos vinos, y al mismo tiempo, estamos muy comprometidos con el territorio. Es una zona con un carácter muy especial, cuyo tesoro son los viñedos: un terruño muy especial de licorella y unas variedades como garnacha y cariñena muy bien adaptadas a este territorio. Algunos de estos viñedos son muy viejos, con rendimientos bajísimos y de una gran calidad.
Jean Leon está ubicada en el Penedés y fue fundada en 1963. Es una bodega con 63 hectáreas de viñedo, plantadas con variedades francesas. Algunos de esos viñedos son muy viejos y dan unos vinos muy cualitativos. Estos últimos años hemos obtenido la certificación de vino de finca que concede la Generalitat de Catalunya, para las gamas más altas, y desde el año 2008 estamos aplicando viticultura ecológica en el 100% de la finca, con lo que desde 2012 todos nuestros vinos están certificados como ecológicos.
. P: Estéticamente, resulta muy diferente la imagen y las etiquetas de las botellas del Priorat y las de Jean Leon.
. R: Sí. En Jean Leon hicimos un cambio en 2012, porque vimos que la gran historia de superación que tiene el personaje de Jean Leon no se transmitía en cada botella de vino. Jean Leon, cuyo verdadero nombre es Ceferino Carrión, es el fundador de la bodega. Marchó como polizonte a Estados Unidos con 19 años y después de luchar fuerte en la vida fundó su propio restaurante en Beverly Hills. Luego regresó a España y fundó su propia bodega.
Decidimos que queríamos explicar una parte de la historia de su vida, a lo largo de cada etiqueta. Así, la gama de entrada, 3055, hace referencia al número de licencia de taxista que tenía Jean Leon cuando empezó a trabajar en Nueva York. Es como los inicios de su vida.
En los vinos de finca usamos los nombres de Vinya Le Havre, en honor del puerto del que partió como polizón; Vinya Gigi, por el nombre de su hija; Vinya Palau, en honor de su ciudad natal, Santander; y Vinya La Scala, el nombre del restaurante que montó en Beverly Hills.
. P: ¿Con qué vino se siente más identificada?
. R: Yo me siento identificada con todos aquellos con los que participo en las decisiones de elaboración. Es como si a una madre le preguntaras a qué hijo prefieres. Pues a todos, a todos los quiero igual.
A la hora de elegir depende del momento. Igual estás en una terraza y prefieres más un 3055 chardonnay o el rosado, o estás tomando un queso manchego y te apetece más un vino del Priorato, o estás tomando un asado y te apetece un Jean Leon tinto, un cabernet. Hay un momento para todo.
.P:¿Qué importancia tiene el I+D+I en bodegas Torres?
.R: Para toda la familia es uno de los pilares de la compañía. Creemos que hay que estar continuamente investigando para poder mejorar los procesos, para encontrar nuevos productos, para conocer más, y por eso tenemos líneas de I+D en todos los campos. Así, en viticultura llevamos tres décadas trabajando en la recuperación de variedades ancestrales catalanas, algunas de las cuales ya utilizamos en el cupaje de nuestro vino Grans Muralles, y seguimos trabajando para poder hacer algún monovarietal.
Participamos también en proyectos europeos donde se estudia la influencia del cambio climático e incluso estamos haciendo una selección de clones y masal de algunas variedades para determinar cuáles están más adaptadas al cambio climático.
.P: ¿En qué otros proyectos de I+D+I está trabajando Torres?
.R:Estamos trabajando también en la detección y lucha contra las enfermedades de la madera, que es un problema importante en el sector vitivinícola y, a nivel de microbiología, estamos aislando levaduras de nuestros viñedos, algunas de las cuales aportan características muy interesantes, que comercializamos o usamos a nivel interno. También estamos haciendo estudios de cómo mejorar todos los análisis y los procesos de estabilización de los vinos, ya sea a nivel microbiológico o de estabilización tartárica.
Además, estamos desarrollando una técnica para obtener carbón vegetal de cepas viejas y para la fijación de CO2 mediante un lecho de algas.
.P: La vemos muy implicada con el medio ambiente
.R: Sí, aunque el que lidera este tema es mi padre. La empresa hace grandes inversiones en este tema desde hace tiempo. Estamos muy concienciados, como en general todas las bodegas, porque nuestra actividad depende muchísimo de la climatología.
En el Penedés, que es donde está la central, tenemos una caldera de biomasa que genera buena parte de la electricidad que consumimos. En otras bodegas contamos con placas fotovoltaicas que generan más del 10 por ciento de la energía; contamos con estaciones depuradoras; hemos reducido el consumo de agua y el peso de las botellas, y estamos potenciando el uso de coches eléctricos. Además, todas las nuevas bodegas intentamos construirlas aprovechando la orografía, para consumir el mínimo de frigorías en verano para refrigerar las bodegas.
.P: ¿Cuáles son los retos futuros de Mireia Torres?
.R: Estamos trabajando en un espumoso que saldrá próximamente, del que solo os puedo avanzar que… ¡¡está muy bueno!!
. P: Y para terminar, ¿qué me puede decir de la presencia de mujeres en el mundo del vino?
. R: En la actualidad hay muchas enólogas, aunque quizás en otros cargos no haya tanta presencia femenina. No obstante, esto está cambiando con los años y las mujeres estamos ahí, al pie del cañón, haciendo que la cosa tire y que se valore el trabajo que hacemos. Al final somos uno más y eso es muy importante para conseguir que estas culturas antiguas cambien, porque al final podemos aportar muchísimo en cualquier sector.
Yo creo que hombres y mujeres son muy complementarios, porque a veces tienen visiones diferentes de las cosas y es bueno escuchar a unos y otros. Lo mismo que en una empresa familiar, que es bueno que las generaciones más jóvenes escuchen a las más mayores y las más mayores a las más jóvenes, porque a veces tienen puntos de vista diferentes pero complementarios y pueden ser muy interesantes. Por un lado tienes la experiencia y por otro tienes el espíritu de innovación, de cambio, de entender otra realidad.
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