10 diciembre, 2015
José Antonio López
La Heredad La Boquilla es un paraíso localizado en el Macizo del Caroig a 750 metros de altitud. Paz, silencio, soledad, agua de manantial y mucha ilusión.
“En la Feria de Enguera, recorriendo los maravillosos parajes, me encuentro con un camino con una cadena que impedía la entrada. Entreveo un paraje lleno de olivos. Paro el coche y siento algo muy importante en mi interior. Esta va a ser mi casa y el embrión de mis nuevos proyectos. Estoy convencido. Caen las cadenas y entro. Estoy, definitivamente, en casa”.
Estoy con Javier de Andrés. Me han hablado mucho de él, pero se han quedado cortos. Imagínense estar con una persona que crea, por segundos, nuevas formas de negocio en los que pone toda su alma. Todavía estoy pensando en el primero y ya me está planteando otro. Me absorbe la atención. Me involucra en su proyecto. Creo en lo que hace, porque él cree en lo que sueña. No hay sueños, hay realidades.
“Vengo del mundo de la hostelería. Durante muchos años he viajado por todo el mundo representando productos valencianos. Desde Mocholí al Tú-Tú, desde Chovi a lo inimaginable. Siempre con la identidad valenciana”.
Estos viajes le permiten conocer, a Javier, nuevas formas de negocio y afrontar retos distintos. En Tobrouk se encuentra con que tiene que dar de comer a 150 personas y no sabe cómo. Lo consigue. En el desierto potencia proyectos agrícolas que dan unos excelentes resultados…
…y hay una pausa como si parara en algún mojón de la carretera. Cambia de ritmo y me comenta sus tiempos de jugador de balonmano. “Ganamos al Barcelona y al Madrid…”.
Aprovecho su “ausencia” para repasar lo conseguido por su marca de aceites ecológicos Birdy. Top 10 en el 2015. Premios en Alemania, Japón, Israel, Los Ángeles, Argentina…
Me siento orgulloso de compartir mesa y mantel con un emprendedor que conquista el mundo, con su aceite… valenciano.
Vuelve Javier y me comenta que llega el momento en que se encuentra cansado de tanto viajar. Su satisfacción, ayudar a mucha gente, pero quiere quedarse y disfrutar de su tierra.
“Me encuentro con Antonio Soler, en Valencia, y montamos en la Plaza de Cánovas el Good Tavern, (cúantos recuerdos, amigos). El primer sitio en la ciudad con hamburguesas, terraza y música en vivo”.
Ya está dispuesto a quedarse en Valencia y monta el Hotel Mont-Sants en Xàtiva, en la ladera del castillo, en la base del Monasterio de los Monjes Bernardinos. Sin duda, el mejor hotel de la Comunidad Valenciana.
No se pueden poner puertas al campo y menos a Javier “Me gusta que me llamen Javo”.
Y se produce el encuentro con la cadena que le impide el paso a sus sueños. Pequeño obstáculo que no tarda en superar.
“Birdy es un aceite Virgen Extra de cultivo ecológico. Un aceite de oliva de calidad superior obtenido directamente de aceitunas y sólo mediante procedimientos mecánicos. Se cultivan dos variedades de olivos: Arbequino y Koroneiki. Las marcas que nos identifican son Birdy y La Boquilla Heritage”.
Pero no todo fue un camino de rosas. La finca que se encontró Javo le entusiasmó, pero había mucho por hacer.
Plantación de nuevos olivos, optimización de resultados, trabajo con la calidad, cuidado meticuloso de los distintos tratamientos… nada puede quedar al azar, todo tiene que estar milimétricamente calculado porque este proyecto tiene que ser distinto a todos.
“Aceite puro español y valenciano con definición”.
“Birdy nace de una foto mental. Yo quería una marca que definiera la libertad, la potencia, la gracia, la diferencia… quería y quiero que vuele muy alto”.
Cosechar, seleccionar, llevar el aceite a la cooperativa, la almazara, no estar del todo conforme, buscar la perfección, eliminar los errores, practicar las virtudes, llegar al grado óptimo…no es un trabajo fácil, pero Javo y su equipo, lo van consiguiendo día a día, hasta dar con la fórmula.
Cada vez más gente se une al proyecto. El líder tira de entusiasmo. Miguel Abad entra en escena con su sabiduría y buen hacer. He asistido a sus clases magistrales de cata de aceites. Es grande. Sabe y enseña. Único.
Recuerdo lo que he anotado. En Biofach Birdy estaba entre los diez mejores aceites del mundo. Este año, sin ir más lejos.
“Arbequina, en nariz, presenta un aroma a aceitunas verdes con notas herbáceas, manzana verde, almendras dulces, centro de coliflor y flor de zarza. En boca se presenta dulce, equilibrado ligeramente amargo y picante, con sabor almendrado y nuez. Finalmente se aprecia un claro sabor a corazón de alcachofa”.
Este milagro de la naturaleza se queda en casa. Sigue obteniendo premios por todo el mundo, pero “el pájaro” vuelve al nido. Lo encontrarán en los sitios más selectos de la ciudad.
Acabo de llegar de la finca de Javier. Allí ha montado un escenario donde se vive y disfruta, en unas horas, de lo que a él le ha costado años. Hay que vivirlo. Hay que sentirlo y escucharle.
Javo habla mucho, pero sabe lo que dice. Cuidado, diez minutos con él y hace que te enamores de su proyecto.
Porque es verdad.
Birdy, el pájaro libre que vuela muy alto es un orgullo, reconocido en todo el mundo, para todos nosotros.
Y encima, Javier, sigue siendo la persona más humilde del mundo.
Gracias por compartir, Javo.
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