El interior ‘destapa’ sus tesoros escondidos

Analizamos con Francesc Colomer y David Torres el dulce momento del enoturismo.

1. El sector del vino como dinamizador del turismo de interior en la Comunitat Valenciana

2. Las visitas a las bodegas se han multiplicado tras la pandemia.
¿Hemos descubierto por fin tesoros que teníamos cerca?

3. ¿Qué representa la unión de las cuatro rutas del vino valencianas
en la Federación de Enoturismo de la Comunitat Valenciana?

Francesc Colomer, secretario autonómico de Turisme.

1. Sin ninguna duda. Este ha sido un tiempo en el que la gente ha redescubierto el mapa de la Comunitat Valenciana y se ha dado cuenta de que existen espacios con una gran capacidad de atracción. Ha quedado comprobada la capacidad de fascinar que tiene nuestro territorio. El reto ahora es convertir lo coyuntural en estructural y que permanezca, que la gente fluya. El turismo de interior es una gran oportunidad y sobran los motivos para visitarlo, descubrirlo y redescubrirlo. Es un elemento capaz de activar las mil miradas que tiene el ser humano: se mira con la vista, con el corazón, con el paladar…

2. Se han convertido por fin en santuarios turísticos. Es una experiencia que ayuda a interpretar muy bien el territorio. La gente busca conocer, disfrutar….y las bodegas se han convertido en un espacio en el que te hablan de historia, de procesos, de artesanía, de cultura, de saberes y sabores mientras disfrutas. Eso supone una auténtica inmersión territorial y cultural en la que, además, tienes la oportunidad de llevarte a casa parte de esa experiencia. Era muy importante poder ofrecer y disfrutar de estas experiencias 360 grados, en las que estábamos en desventaja con respecto a otros destinos o regiones pero en las que hemos sabido recuperar el tiempo perdido y adelantarles.

3. Es muy importante, nos hace más fuertes. Completa y complementa muy bien toda la propuesta. El asociacionismo es un paso adelante que supone un refuerzo en formación, promoción, reivindicación e interlocución. En esta época salir más fuertes es salir más unidos, y esa es una realidad que parece ir perfilándose con la ayuda de todos. Juntos siempre somos más fuertes, y eso se traslada al territorio. En una bodega se produce y consume vino, que es lo mismo que decir territorio, paisaje, cultura, talento y tradición. Esa es la mirada completa, de otra forma sería no ver la realidad.

David Torres, director general de Desenvolupament Rural.

1. Una de las fortalezas del sector del vino es su valor como activo enoturístico, ya que en torno al mismo se aglutinan una gran variedad de establecimientos que contribuyen a dar a conocer los vinos elaborados en la Comunitat Valenciana y a difundir la cultura en torno al mismo. Entre dichos establecimientos se incluyen bodegas, restaurantes, enotecas, hoteles y casas rurales, museos y otros que ayudan a revitalizar y a poner en valor nuestro territorio, al mismo tiempo que establecen los servicios necesarios para el desarrollo del turismo de interior. Los visitantes pueden disfrutar de las experiencias que les brindan las bodegas, participar en la vendimia o en la pisada de uvas, realizar catas, así como degustar la gastronomía local y apreciar los atractivos paisajísticos y patrimoniales.

2. En general ha aumentado el turismo de interior y local y probablemente sí, muchos hemos descubierto la belleza, los tesoros y los secretos que tenemos en nuestra Comunitat pero gran parte de ese éxito se lo debemos al sector del vino. Ellos mejor que nadie han sabido adaptarse y hacer llegar a la gente todo lo que esconde y atesora la cultura del vino. Tenemos una oferta cultural relacionada con la actividad vitivinícola en la Comunitat Valenciana, muy extensa y que gracias a ese buen trabajo cada vez es más conocida. Desde festividades como la Fiesta de la Vendimia de Requena, museos como el de la Vid y el Vino de la Bodega Redonda en Utiel, localizaciones especializadas como las de Terres dels Alforins o los yacimientos del Molón, Kelin, Las Pilillas o la Bastida de les Alcusses, en los que se referencian las primeras prácticas vitivinícolas de los siglos V y VI a.C, y muchas otras que se van consolidando y atrayendo cada vez más gente.

3. Uno de los principales problemas que nos expresaban los profesionales del sector era el de la falta de integración entre las diferentes rutas del vino existentes en la Comunitat Valenciana y en la necesidad de desarrollar una estrategia integral en torno a ellas.

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