10 February, 2023
Pedro G. Mocholí
En el mundo de la hostelería cualquier, cualquier año que puedas cumplir con las puertas abiertas merece una celebración. Y esta celebración se debe intensificar cuando el establecimiento en cuestión ha pasado los 25 años abiertos, alcanza los 35 y mira con un generoso optimismo la proximidad de las Bodas de Oro.
El Aperitivo Bar abrió sus puertas en 1988 de la mano de Leoncio Molina y su mujer Toñi. Eligieron un pequeño local en la carretera entre Godella y Rocafort. Las dimensiones del establecimiento, como he dicho, eran pequeñas, por lo que mi querido Antonio Vergara los denominó “El Camarote de los Hnos. Marx”. La pasión de Antonio por el cine era paralela a la de la gastronomía. Por ello, era fácil leer ciertas referencias al cine en sus críticas o comentarios gastronómicos.
Allí Leo (como era popularmente conocido) y Toñi crearon escuela. Poco a poco se hicieron un hueco entre gourmet y amantes de la buena mesa, una sensación que se incrementó gracias a la proximidad de Santa Bárbara, Campo Olivar o del propio Rocafort.
Al poco tiempo su popularidad subió como la espuma, sobre todo gracias a la consistente y elegida oferta que encontrabas siempre. Leo dominaba la plancha con gran precisión y Toñi atendía las mesas con gran prestancia, por lo que el éxito estaba más que cantado.
No cogían reservas, por lo que había que llegar pronto. Si no, podías sentarte en la barra a la espera de tu turno con una copa de vino en la mano.
Su oferta era consistente y muy bien elegida. Tanto Leo como Toñi eran unos avezados gourmets y habían estudiado concienzudamente la oferta que iban a ofrecer.
A pesar de la sencillez que notabas, la oferta te sorprendía, pues podías encontrar productos delicatesen de alta gama.
Fueron de los primeros en ofrecer ostras (bien por unidad, bien por docena). Para ello, en la barra habían adaptado un abre-ostras que facilitaba su apertura; un hecho que, sin duda, animaba a los clientes a pedirlas.
Después, ofrecían una larga lista de montaditos (muy de la década de los 80 y los 90). Pero, como he dicho, con productos de alta gastronomía: de foie, de anchoas, de atún, de mojama, de arenque, de jamón ibérico coronado con un huevo de codorniz o de lomo con salsa Mery.
También encontrábamos una sorprendente ensalada de ahumados; pez espada, bonito y bacalao acompañados de tomate, cebolla y endivias y muy bien aderezado. Se podía seguir con el revuelto de boletus, los berberechos al vapor, el confit de pato y, para finalizar, un bacalao al horno con una deliciosa y adictiva muselina de ajo.
La oferta de bodega era muy correcta. Sobre todo, por el cava Agustí Torelló Mata que devorábamos con pasión.
Como pueden observar, la oferta era variada, rica y cuidada y, en todo momento, a pesar de lo reducido del comedor siempre encontrabas hospitalidad y te sentías muy bien acogido.
Por desgracia, Leo nos dejó a finales de agosto del 2002, pero El Aperitivo, de la mano de Toñi, siguió abierto. Creo con sinceridad que fue una decisión muy acertada.
Pasaron los años y la oferta se mantuvo, al igual que los seguidores. Por ello, gracias a esa buena marcha del establecimiento, Toñi y sus hijos Sara y Vicente decidieron trasladarse unos metros, enfrente del polideportivo de Godella, en unos bajos que Leoncio había adquirido pensando en un futuro traslado que su familia ha acometido.
Era febrero del 2009 y, desde entonces, sigues allí, en un local algo más grande y al que han incorporado una encantadora terraza.
Desde hace unos años, con la incorporación de Vicente, la oferta se ha incrementado. Se mantienen los clásicos de toda la vida, pero han ido apostando por más productos, sobre todo. por los mariscos y los crustáceos.
Para esta nueva oferta han confiado a Mariscos Laureano (Cambados), uno de los mejores mariscadores (para mí, los mejores) de España. La verdad es que ya los conocían, pues las ostras y las almejas ya se las envían ellos.
Hay que reconocer que los nuevos productos (las navajas, las volandeiras, las zamburiñas…) son de un exquisito toque yodado y, tras su paso por la plancha, no solo se mantiene, sino que se incrementa gracias a ese punto de jugosidad que le otorga.
Mantienen las ostras, las almejas y los berberechos al vapor. Y, donde hay que reconocer que han dado el do de pecho, ha sido con la incorporación de las centollas y las nécoras.
La centolla y la nécora no son dos crustáceos de mucha demanda en Valencia. Los valencianos están más acostumbrados a crustáceos más fáciles como la gamba o la cigala. Sin embargo, para aquellos que nos gusta “luchar” con el crustáceo y sacar todas su carnes y las sustancias, encontramos en la nécora y la centolla los productos ideales. Cocidos con precisión, nos encontramos en los mejores meses del año para disfrutar de ellos, y les aseguro que los que nos presentan en El aperitivo rozan la perfección y nunca les van a defraudar.
También han ampliado la oferta de bodega encontrando etiquetas tanto españolas como alguna extranjera, destacando la oferta de burbujas de los que la familia son unos enamorados, como de los vinos valencianos, destacando los vinos de las Bodegas Vicente Gandía, Chozas Carrascal o Hispano Suizas.
El Aperitivo Bar. C/ Ramón y Cajal ,83. Tel.: 963 642 659. Godella (Valencia).
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