Bodegas Francisco Gómez, el resultado del sueño de una niñez

Texto: Mar Lafuente. Fotografía y vídeo: Fernando Murad y Pedro R. Arias

Francisco Gómez es la prueba de que todos debemos perseguir nuestros sueños, porque quizás puedan hacerse realidad. La pasión por el mundo del vino llegó a su vida muy pronto, desde bien joven tuvo que trabajar vendimiando en otros países. Desde entonces siempre había soñado con poder trabajar en su propia bodega. Tiempo, esfuerzo y trabajo han hecho que aquello con lo que soñaba en su niñez se haya hecho realidad. Un sueño a lo grande que se cumple bajo el nombre Bodegas Francisco Gómez. Ubicada en el municipio alicantino de Villena, en la comarca del Alto Vinalopó, reúne un total de 3.500 hectáreas de viñedos, olivares e instalaciones por las que nos ha guiado Lola Sanchis, encargada de enoturismo de la bodega.

“Vi en las tierras de La Serrata, en el interior mediterráneo, aquello que tanto tiempo había perseguido. Era el marco perfecto para hacer realidad el sueño de mi niñez. Un entorno privilegiado para una bodega familiar, moderna y sostenible”, palabras del propietario, fundador y alma máter de la bodega, Francisco Gómez. Él es de origen alicantino y cuando regresó al país vió en este terreno el lugar perfecto para poner en marcha una bodega. Todo un visionario, ya que existen archivos del siglo XVIII que demuestran la existencia de una bodega en esta finca. Fue en 1995 cuando decidió comprar la finca La Serrata y empezar a montar todo el complejo con el que cuentan actualmente, que lo podríamos describir como un auténtico parque temático de la cultura del vino.

De los viñedos de Bodegas Francisco Gómez nacen vinos que “tienen alma, despiertan sensaciones y reflejan nuestro cariño y esfuerzo. Están llenos de vida y naturaleza, de pasión y tradición, de respeto a la tierra y al entorno”, según su propietario. Pero de esto hablaremos más adelante. Ahora vamos a centrarnos en el enoturismo, otro de los pilares fundamentales de la bodega; tanto que es una de las más visitadas de la provincia de Alicante. La encargada de enoturismo, Lola Sanchis, nos recibió y nos guió por sus espectaculares instalaciones.

Esta finca tiene muchos espacios, nuestra primera parada fue la capilla. Y es que Bodegas Francisco Gómez tiene varias líneas de negocios, además de la elaboración de vinos, también se dedican al mundo de los eventos. Ofrece la posibilidad de realizar cualquier tipo de evento social, como una boda en la capilla y posteriormente el banquete en su sala de ceremonias, o cualquier otro tipo de evento corporativo.

La segunda para fue probablemente la más importante de la finca, donde empieza todo y nace la uva con la que se elaboran sus vinos: los viñedos. “Esto es lo que hay que mimar mucho durante todo el año para que salga el mejor vino posible”, aseguraba Lola. Actualmente cuentan con 200 hectáreas de viñedo de las 3.500 totales. A 620 metros de altitud sobre suelos arenosos de alta permeabilidad y baja salinidad, tienen unas condiciones de lo más especiales para el cultivo de la vid, muy diferentes al resto de la comarca con un clima extremo de mucho frío en invierno y de mucho calor en verano. “Las temperaturas diurnas son muy altas, pero por la noche bajan bastante. Este importante salto térmico es muy interesante para la maduración de la uva, para el azúcar y para todos los valores organolépticos que luego obtendremos de aquí”, añadió la encargada de enoturismo.

Se trata de viñedos (todos biodinámicos y ecológicos) en espaldera entre los que destacan las autóctonas Monastrell y Moscatel. Lola ha descrito la Monastrell como “esa uva tinta tan nuestra y tan versátil” con la que asegura que elaboran casi todos sus tintos, rosados, espumosos y, sobre todo, el reconocido Fondillón. Por otro lado, está la Moscatel con la que elaboran el típico vino blanco dulce para cualquier tipo de postre, pero también un moscatel seco.

Nuestro paseo continuó por los depósitos y siguió por su impresionante sala de barricas. Esta, además de sus 200/300 barricas nuevas y seminuevas, es “casi un museo” como ha definido Lola. Una sala con 33 frescos por las paredes que cuentan la evolución y la historia de este mundo. Nuestra siguiente parada fue muy especial, pasamos por las barricas donde descansa en futuro Fondillón hasta llegar a la Sacristía.

“El Fondillón es la joya de la corona, va a ser siempre el mejor vino de cualquier bodega alicantina”, aseguraba la encargada. Aquí nos pudo contar que tienen 18 barricas de madre Fondillón, pero en su caso tienen dos soleras, una del 72 y otra del 88, con las cuales aseguran dos Fondillones. Con el packaging de ambos productos han cuidado cada detalle porque “El Fondillón es una joya en sí y el packaging tiene que ir acorde al valor de la mejor joya gastronómica de la provincia de Alicante con botellas pintadas con oro o con swarovski incluso”.

Tras pasar por un laberinto donde descansan multitud de vinos diferentes, llegamos a la última parada y “la mejor quizás”, garantiza Lola. Tras el tour por las instalaciones la visita finaliza con una cata de sus vinos y aceites de oliva virgen extra acompañados de los ibéricos que también elaboran en la finca. Un momento perfecto para intercambiar impresiones. Desde vinos con más cuerpo, jóvenes, premium hasta espumosos se elaboran en Bodegas Francisco Gómez. Cuentan actualmente con varias gamas de productos, entre ellas la lujosa ‘Gama Trivium’. Se trata de una serie de productos muy exclusivos como vinos con oro comestible que fluye por el vino, aceites de olivos milenarios o los fondillones.

‘Bocanegra’ es otra de sus colecciones de alta gama que responde a su constante esfuerzo por conseguir la mejor calidad de sus productos. Sus vinos espumosos de alta calidad están recogidos en la marca ‘Queen of Kings’ elaborados siguiendo el método tradicional champenoise; espumosos muy frutales, frescos y elegantes. ‘Fruto Noble’ es la gama que vuelve a sus orígenes y a su historia, su colección de vinos más emblemática. Y, por último, ‘VID-A’ es la gama que representa la unión de su pasión por el campo y el ciclo de la vida.

Cada uno de estos vinos reflejan la pasión y el alma que pone Bodegas Francisco Gómez al elaborarlos. En cada uno de ellos se ve ese sueño que ha podido cumplir el alma máter de la bodega, Francisco Gómez.

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