5 febrero, 2019
Cuando el invierno muestra su cara más dura y gélida, el frío se hace patente en la tierra. Bodega LAUS nos cuenta los efectos de la nieve en los viñedos.
Lejos de las populares creencias acerca de lo perjudicial que pueden ser la nieve y el frío para la tierra, en LAUS han querido elogiar la nieve, y no solo por la belleza que desprende cubriendo los viñedos de blanco, sino también por las múltiples ventajas que aporta a la tierra, como ya nos contaban unos meses atrás.
El hecho de que los viñedos sean una planta increíblemente resistente y que el periodo de nieves coincida con su parada vegetativa no es casualidad. Durante este periodo, la planta concentra toda la savia en sus raíces deteniendo así su circulación, lo que actúa como mecanismo de defensa ante las bajadas de temperatura.
Dicha parada vegetativa es perfecta para que la naturaleza cumpla su función de cuidado de la viña dado que la nieve, además de actuar como insecticida natural eliminando los insectos, hongos y plagas que no son capaces de soportar las temperaturas extremas, también tiene un efecto cicatrizante sobre la vid siendo capaz de curar las heridas que hayan podido surgir en la planta como consecuencia de la poda.
En su artículo también hablan de la hidratación como el aporte de esa agua congelada que se encuentra en la tierra durante estas fechas que es es absorbida lentamente por la tierra, siendo capaz no solo de hidratar los tallos, sino también de actuar como una reserva de agua para los meses más secos.
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