5 December, 2017
J.A.L
La cita es a las 08:45 h de la mañana. Servidor no se explica cómo se puede llevar un ritmo de acabar el servicio a altas horas de la noche y estar al pie del cañón a una hora tan temprana. Estoy con Alejandro del Toro, que tiene, como norma, pasión y devoción, llevar a su hijo al colegio cada día…
Y no le cuesta hacerlo. Valga la imagen de la felicidad reflejada en la cara de ambos cuando se encuentran con servidor y nos fundimos en un abrazo de amistad fuera de la profesión.
Y le digo que … Usted, Alejandro, acapara todo lo que hay. En este último año se ha hecho valedor y creativo de nuevas formas de ver, saborear y disfrutar de la clóchina valenciana. Se ha involucrado, hasta la médula, con los vinos valencianos. Es padrino de esa movida de las tapas solidarias de smart que tanta repercusión está teniendo por su creatividad y empeño en mantener vivas las tradiciones creativas valencianas.
Sigue siendo uno de los restaurantes más reservados en la promoción de Cuina Oberta. Ha obtenido el premio al menú más cardiosaludable de Cuina Oberta en primavera y, por si fuera poco, su último evento fue el apoyo a los quesos valencianos que son “verdaderas obras de arte”. Los Corrales. Catí. Hoya de Iglesias…
Alejandro se encuentra incómodo cuando se le nombran los éxitos. Él, que está a punto de cumplir los 18 años con su local, sabe, como otros maestros, que el examen es diario y que hay que combatir, que no luchar, en ofrecer al cliente lo que realmente demanda. Sinceridad.
“Entiendo que es muy difícil compartir horas de dedicación a la creación y elaboración de platos. Este oficio es muy complicado porque necesita que entregues todo lo que llevas dentro y lo que aprendes cada día. Horas y horas. Al final puedes encontrarte con personas que, por su estado anímico momentáneo, no saben apreciar el tremendo esfuerzo que haces para satisfacerles”.
“Esto ocurre en todos los aspectos y profesiones de la vida, lo que nos diferencia es que aquí tenemos más críticos”.
“Si hablo contigo se me quema el pescado” es la frase típica de Alejandro, que es capaz de crear un plato en un minuto… o menos. Pero esto no es fruto de una sabiduría especial, sino de años y años quemándose entre fogones y aprendiendo que la humildad es el principio de la máxima sabiduría.
Y quiero y debo disfrutar de esa maravillosa terraza que te permite ver otros aires en el restaurante y disfrutar de un aperitivo o una sobremesa eterna que hace que las personas se unan y hablen antes, en o después de una comida o cena que quedará grabada en tus recuerdos por la importancia de las viandas y por el amor del local.
Hoy, amigos, en Alejandro del Toro se puede comer por 23 euros aproximadamente. Ya está bien de aguantar a los “agoreros” que dicen que “el pescado es caro”.
Una de las diferencias de Alejandro del Toro es que su menú cambia casi a diario. Esta es una cualidad diferencial que comparte con otros grandes cocineros, y no le valen prendas en aplaudir a los colegas que, como él, buscan lo que el mercado te brinda cada día exigiendo la frescura que lo hará distinto. Como distinta será su forma de elaboración y ese toque personal que hace que los buenos cocineros sean apreciados.
“Me siento orgulloso del equipo que tengo, tanto en cocina como en sala. Claro que podemos fallar en algunos momentos, pero eso es lo normal. La perfección la tiene Dios y solo hay uno; los demás trabajamos para ser los mejores”.
“El respeto al cliente debe ser fundamental. Cuando eligen tu local es porque ven algo especial que quieren disfrutar y recordar. No podemos defraudar al cliente en ningún momento. Nos volcamos con él, trabajamos para él y esperamos, lógicamente, su respeto”.
Alejandro del Toro apuesta, en su nueva etapa, por seguir potenciando los productos valencianos. “Estamos orgullosos de ser de donde somos y obligados a potenciar lo nuestro, pero esto no significa que seamos muy estrictos a la hora de elegir qué, quién y de dónde viene lo que servimos para nuestra satisfacción como creadores cocineros a los comensales que se satisfacen y comparten tu trabajo”.
“Queda mucho por hacer y Valencia está en los mejores puestos del mundo en cuanto a gastronomía. Ojalá podamos contar con profesionales que aporten, además de sus conocimientos y entrega, la fuerza para llevar adelante una realidad tan dura como es la de pertenecer al gran y maravilloso gremio de la hostelería”.
Celebraremos con él “su mayoría de edad”. Serán dieciocho el próximo año. Si me lo permiten, cuando vayan a su restaurante no se corten y pidan darle un abrazo. Es tan grande como la energía positiva que transmite. Es Alejandro del Toro.
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