25 junio, 2025
Jaime Nicolau / Fernando Murad / Laura Lázaro
El municipio de Cretas ha vivido una celebración que marca un antes y un después en el panorama vitivinícola de la comarca del Matarraña: la inauguración de la bodega A Maru de Gasconne que nace con la firme intención de posicionar los vinos de esta comarca aragonesa en los mercados más selectos, apostando por una combinación de tradición, innovación y fuerte vínculo con el territorio.
El acto inaugural reunió a destacadas personalidades del sector del vino aragonés, como Isidro Moneva, presidente de la Asociación Aragonesa de Enólogos; Raúl Compés, director del CIHEAM Zaragoza; y el sumiller Enrique García Albelda, quien dirigió una cata-maridaje para los asistentes. Todos ellos coincidieron en subrayar el potencial enoturístico de la zona y el valor que iniciativas como esta aportan al desarrollo rural.
Detrás de A Maro de Gasconne se encuentra Gonzalo Iranzo, ingeniero agrónomo con una larga trayectoria, que ha encontrado en estas tierras el lugar idóneo para dar vida a su sueño: una bodega centrada en elaborar vinos de identidad, ligados al paisaje, al clima y al alma del Matarraña. “Queremos hacer vinos que hablen de este lugar, que recojan su esencia. Por eso trabajamos con variedades como Syrah, Viognier y Garnacha Blanca, además de apostar por la recuperación de uvas autóctonas como el Morenillo”, explicó Iranzo durante la presentación. Este empresario valenciano ha llevado al proyecto sus raíces francesas, construyendo un precioso vínculo entre tradición y vanguardia.
Más allá del enfoque técnico, Iranzo compartió una visión personal y casi espiritual de su proyecto. Según él, la finca se encuentra en un enclave cruzado por las líneas Ley, y para rendir homenaje a esta dimensión mística del lugar, se ha diseñado un recorrido entre las viñas marcado por menhires y elementos simbólicos que conectan las diferentes construcciones de la bodega. “Este espacio tiene algo especial. Aquí la vid crece con fuerza, influenciada por una energía que va más allá de lo visible”, añadió.
El acto contó con la presencia del periodista y escritor Jesús Ávila, con una dilatada trayectoria de más de 40 años. Ávila es autor de Matarraña Insólito, una de las obras que mejor recogen los valores de un territorio mágico.
Y es que el enclave presenta unas condiciones climáticas y de suelo excepcionales: con la influencia marina que aporta frescura y salinidad, y la acción del cierzo que fortalece las plantas, las uvas alcanzan un nivel óptimo para vinos de alta gama. La finca cultiva exclusivamente uvas propias y se rige por prácticas respetuosas con el entorno.
La ambición de Iranzo va más allá de su bodega. Su deseo es contribuir activamente a la consolidación de una futura Denominación de Origen Matarraña, que permita proyectar la calidad de los vinos locales a una escala internacional. “Hay un trabajo colectivo que ya está dando frutos. Con esta DO, podremos acceder a mercados que hoy nos son esquivos”, afirmó.
Además, el proyecto incluye una espectacular casa restaurada que pronto abrirá sus puertas al turismo enológico, ofreciendo experiencias que combinan vino, paisaje y cultura.
El presidente de la Comarca del Matarraña y alcalde de Cretas, Fernando Camps, cree que proyectos como este «son una excelente noticia. Este tipo de iniciativas demuestran que nuestra comarca tiene mucho que ofrecer y que hay gente comprometida con su desarrollo”.
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Un comentario en
Mi tierra bien representada. Siempre es un placer ver cómo se pone en valor el vino aragonés, con tanto que ofrecer en calidad y personalidad.