15 diciembre, 2017
Cuentan los bodegueros de medio mundo que poner una pica en Estados Unidos es uno de los hitos más complicados. Si además la pica se pone con un producto como el vermú, en un país en el que lo italiano lo copa todo en este terreno, pues la noticia adquiere una dimensión espectacular. Es lo que acaba de ocurrir con Vittore de Valsangiacomo, una de las historias vivas del vermú valenciano. Una firma longeva y que siempre ha otorgado enormes alergias a la familia Cherubino Valsangiacomo.
Pues bien, Wine Enthusiast, una de las publicaciones más prestigiosas de aquel país, ha otorgado 92 puntos al Vittore blanco y 88 al tinto, unas puntuaciones sobresalientes para un producto de una ajustada relación calidad/precio. Tan buena es la noticia que el distribuidor Frank Kysela ha mostrado su satisfacción a la firma. Kysela es una de las firmas más reputadas de EEUU en materia de vinos.
La historia de Vittore
Corría el año 1904 cuando la bodega Cherubino Valsangiacomo elaboró la primera botella de vermouth. Los orígenes suizos de la familia esconden una receta mágica que ha sido capaz de adaptarse al Mediterráneo, principalmente porque éste y el rincón suizo de origen de la familia, comparten una inmensa variedad de hierbas aromáticas. Eso, y el cariño puesto en cada botella de Vittore.
En 2011, tras más de 100 años de vida del vermouth, la quinta generación decide volver a los orígenes del producto elaborándolo con la fórmula ancestral que en su día ideó Don Benedetto Valsangiacomo.
El vermouth Vittore ha competido y ha salido victorioso en las catas a ciegas comparativas con los vermouths de otras casas de afamado nombre. Incluso algunos catadores, lo han clasificado como uno de los mejores vermouths rojos que existen en el mundo.
Vittore Tinto: Color brillante ámbar oscuro con destellos yodados. Aromas balsámicos de hierbas mediterráneas como hinojo, manzanilla y tomillo, acompañado del dulzor de la vainilla, regaliz y la frescura de los cítricos. Entrada en boca con equilibrio de acidez y dulzor. Gusto a canela, vainilla, regaliz y clavo. Agradable final de hierbas amargas. Sabor largo y persistente.
Vittore Blanco: Atractivo color amarillo que recuerda la camomila poco madura. De lágrima evidente y bien definida.
Delicados aromas donde armonizan las hierbas del bosque mediterráneo, con nítidos recuerdos cítricos y balsámicos.
Elegante personalidad en boca, con golosa entrada, y perfecto equilibrio con la acidez y sus agradables amargos finales. Larga y apetecible persistencia.
Un reconocimiento más para un vermú valenciano que conquista un mercado muy complejo para el sector, con una competencia bárbara.
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