Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
16 julio, 2018
José Antonio López
Me llevé una muy grata impresión cuando conocí a Verónica y su historia.
Descendiente de artistas y artista, ella, que, de por sí, es todo un espectáculo de alegría y efectividad a la hora de dirigir un negocio tan complicado, como lo es un restaurante.
Vuelvo después de un tiempo para ver si La Tierra sigue donde estaba y si hay más planetas que giran a su alrededor. Y vuelvo, por qué no decirlo, a encontrarme con una gran persona cuya contagiosa sonrisa y su vitalidad te anima a seguir adelante y olvidar los problemas.
De su profesionalidad hablan los años que lleva en el negocio y triunfando.
Y recorro la calle Polo y Peyrolón (Zona Aragón) hasta llegar al número 38.
Recuerdo cuando Vero me contaba que, al inaugurar La Tierra no “éramos más de cuatro gatos” y ahora la zona está repleta de establecimientos maravillosos que concentran una gran variedad de oferta gastronómica.
Entre ellos, inamovible y en constante evolución… La Tierra.
El local no ha cambiado mucho. Eso sí, se ha puesto al día y mantiene su inmaculada limpieza y el cuidado de cada uno de los detalles que colaboran a que tu estancia, en el local, sea más agradable. Detalle, detalle y pensar en el cliente. Escucharlo e interpretar sus opiniones. Todo está calculado y previsto. La terraza acogedora y normal, el interior, agradable y acogedor, el personal…
La Tierra está dominada por las mujeres. Siempre ha sido así y no tiene ninguna connotación que no sea la profesionalidad elevada a la máxima potencia, que tiene cada una de las componentes de este singular restaurante, cafetería y lugar de reunión.
Es un placer compartir café con Vero, con Sandra con Lina y con Paz con la que me une un vínculo especial por plantarme cara sobre un comentario que nunca hice pero que alguien me lo adjudicó. Grandeza de las personas que saben escuchar y abrir corazones a la verdad. Afirmo que la tortilla que cocina Paz es increíble. Que quede constancia.
“Cuando vengas a La Tierra ponte en nuestras manos, en manos de mujeres. Nunca saldrás defraudado”. Es un cántico unánime de las cuatro beldades con las que comparto mesa.
“Lo que pretendemos es que disfrutes de una cocina natural y equilibrada dentro de un ambiente de tranquilidad, familiaridad y amistad. Entendemos que es la forma de poder degustar un plato y compartir una mesa”.
El servicio lo siguen basando en la atención, sin agobios, al cliente. Mantienen tu intimidad y tu espacio, pero basta con que levantes la cabeza para que siempre estés atendido al momento.
Y hablamos de los platos que, por mucho que se empeñen, no pueden quitar del menú.
“Los huevos de corral con jamón y las croquetas de jamón con cabrales no hay forma de moverlas. Mira que les recomendamos otros platos, pues bien, lo nuevo y también lo de siempre”.
Hay una gran carcajada entre las cocineras porque comentan el tiempo que dedican a crear nuevos platos esperando que las comandas vengan repletas de ellos. Y vienen, pero acompañados de los tradicionales. No les molesta, les agrada pero también piden una oportunidad de demostrar su evolución como cocineras. “Poco a poco. Lo bueno es que, quien lo prueba, repite”.
Y tenemos que hablar del tomate de Tudela “que sabe a tomate” con bonito, cebolla y alguna cosa más. De las clóchinas, los calamares, el pulpo y la genial ensaladilla. Del lomo de vaca “muy especial” o del steak tartare “que quita el sentío”.
Les encanta ofrecer y trabajar las miniburger La Tierra. “Parece ser un plato muy sencillo, pero lleva mucho tiempo de elaboración sobre todo en la selección y cuidado de las carnes”.
Y con este tiempo, me aconsejan probar el gazpacho de fresa, cereza, remolacha, ajo blanco y melón. O la sopa fría de tomate y pepino.
“Nunca haríamos una paella valenciana simplemente porque no tenemos condiciones para hacerla bien y este plato, como los más grandes, se merecen todo el respeto”.
Se me han adelantado a mi pregunta de qué plato no les gustaría hacer… no me dan tiempo a reaccionar y ya tengo, frente a mí, una tarta de queso con maracuyá y chocolate y un trocito de tarta de galleta tradicional. Genial.
Le digo a Vero que me alegro de que no haya cambios.
Lo bueno tiene que mantenerse.
Me alegra mucho el poder compartir tertulia con estas mujeres que dan lo mejor de sí mismas para que disfrutemos de una buena comida y de un tiempo de alegría y felicidad tan necesario para todos.
La Tierra está en la calle Polo y Peyrolón, 38. Su teléfono de contacto es el 96 322 52 33.
Hay que venir.
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