30 agosto, 2018
Jaime Nicolau
Es un hecho. La vendimia ha arrancado en casi toda España con cerca de dos semanas de retraso respecto al año pasado. En Requena lo ha hecho con las variedades de cava, no necesariamente con las blancas, que sí en su mayoría, pero todas destinadas a la elaboración de los vinos base de los que luego obtener los excelentes cavas valencianos. Le seguirán el resto de variedades blancas y después las tintas. Como si de un ritual se tratase, tomando en procesión el camino de las bodegas en las que se convertirán en enormes vinos. Hoy visitamos El Pinarejo, una de las parcelas «mimadas» de las que salen los cavas de larga crianza de Dominio de la Vega. Es por eso que la vendimia es manual y en cajas de poco volumen y que los trabajos de viticultura son constantes y exhaustivos durante todo el año.
Estamos a pie de viña con Raquel Armero, enóloga del equipo que dirige Dani Expósito en esta prestigiosa firma valenciana. El chardonnay de El Pinarejo habla por sí mismo. Basta con ver la uva, su color, su aspecto… para saber que es el resultado de un mimo casi extremo durante todo un año.
«Estamos vendimiando la chardonnay en caja destinada a los cavas de larga crianza. El Pinarejo presenta un terruño muy particular que hace que la uva de esta parcela sea idónea para esos productos. Es un terruño poco fértil que garantiza vinos bases de mucha calidad. Es una parcela de 4,7 hectáreas que está preparada para la mecanización de otras labores pero no de la vendimia. Vendimiamos a mano porque queremos que llegue a bodega el racimo entero y en condiciones perfectas», señala Raquel Armero al tiempo que se agacha en una cepa.
El ritual es prácticamente similar cada año. Raquel recuerda lo que viene y lo recita de memoria. «Una vez terminemos el chardonnay, volveremos a realizar muestreos y, si va todo bien, seguiremos con el Sauvignon Blanc para vinos blancos de Utiel-Requena y luego seguiremos para el vino base de macabeo y xarel.lo. Después vendrá la bobal».
Hace un formidable equipo con Daniel Expósito, enólogo y director técnico de la firma y uno de los responsables, de la mano de Dominio de la Vega, de enorme y creciente prestigio de los cavas valencianos. «Para controlar al máximo el proceso, tenemos que repartirnos el trabajo dirigidos por Dani. A día de hoy la vendimia está muy sana. Este viñedo tiene viento de solano, con lo que las cepas están muy aireadas, junto al trabajo de deshojado y nuestras técnicas de viticultura, nos hacen controlar perfectamente la salud de la uva», señala Raquel Armero.
Respecto a la cosecha, y siempre mirando al cielo ante las tormentas que se suceden en la comarca en estas fechas, «se contempla que este año estemos entre un 10 y un 15% de incremento de producción. Se debe a un año lluvioso de temperaturas suaves», comenta con cierta cautela.
Y así pasamos la mañana en El Pinarejo. Vendimiando un espectacular chardonnay que la próxima vez ya veremos dentro de botellas de cava de larga crianza con la DV muy visibles.
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