21 abril, 2022
Berta M.ª López / Vídeo: Fernando Murad y Pedro R.Arias
Que la belleza está bajo la superficie pasa a ser más que un tópico cuando descubres el poderoso mundo subterráneo de Utiel. Esta tierra de viñas, situada en la provincia de Valencia y cerca del límite con la provincia de Cuenca, es una potencia enoturística que se ha convertido en patrimonio cultural. Una designación que simboliza un reconocimiento manifiesto al tesoro histórico que nutre las crónicas de un pasado distinguido. Nos adentramos en la profundidad del casco histórico utielano para conocer la antigua red de pasadizos que recorren el subsuelo de la población.
La mayoría de estos túneles tienen origen medieval y sus bodegas constituyen un conjunto etnológico de gran valor y singularidad conformado por una densa red de galerías que dieron cabida a más de 400 bodegas, que contaban con un modelo singular de arquitectura excavada. Nuestra interesante marcha por esta tierra de viñas comienza en la Bodega Plaza Puerta del Sol, continúa por el refugio antiaéreo y finaliza en la oficina de turismo.
Bodega Plaza Puerta del Sol
«La cultura del vino ha sido siempre un elemento muy importante que ha condicionado toda la vida de la población utielana, y no solamente en nuestro municipio, sino también en toda nuestra comarca», declara Fernando Benlliure, alcalde de Utiel. Nos desplazamos hasta una de las dos bodegas que se han recuperado recientemente y que ya forman parte del conjunto de bodegas que se pusieron en valor en los últimos años. Estos nuevos espacios, recientemente rehabilitados, dan a conocer en profundidad el valor del sector de la viticultura en Utiel.
Si nos remontamos a épocas pretéricas, ya en la época de los íberos se encuentran indicios claros y evidente de la presencia de viñedos para producir vino y utilización de ese vino de forma artesanal o de forma doméstica por parte de los mismos productores. Con el transcurso del tiempo, a partir del S.XVIII y, sobre todo, S.XIX, la expansión y el crecimiento de la plantación de viñedos desplazó los cultivos tradicionales cerealistas de secano. A partir de entonces, la producción de vinos se ha convertido en un elemento vertebrador de toda la comarca, que ya no solo genera riqueza económica, sino que nutre de atractivo paisajístico y patrimonial a este territorio. Cualquier amante de la naturaleza puede encontrar múltiples alternativas de actividades a realizar en las distintas estaciones del año en un horizonte marcado por el cultivo de viñedos.
Además, su localización geográfica en una zona de transición de culturas ha afectado positivamente a su gastronomía. Un sector que combina lo mejor de la cocina mediterránea y las bondades de la cocina tradicional de interior, esta última marcada en gran medida por las condiciones climáticas. Todo ello sumado a la fortuna cultural pronunciada por las fiestas patronales durante el mes de septiembre y acontecimientos como el espectáculo lumínico “Utiel 250 años a la luz de las velas” y la realización de otros eventos que hacen referencia a sucesos históricos como la Batalla Del Tollo.
El refugio antiaéreo
Esta es una de las intervenciones más importantes que se han realizado en el municipio de Utiel en los últimos años, adecuado para la visita del público e inaugurado el pasado mes de septiembre. Algunos de los datos más significativos del recurso son sus nueve metros de profundidad, su longitud de 120 metros y su alargado pasillo nada más acceder con 53 escalones en línea recta. El refugio se empezó a construir en el año 1938 como lugar de protección durante la Guerra Civil, aunque nunca llegó a utilizarse como lugar de retaguardia para la población civil, ya que Utiel nunca no fue bombardeada.
Su historia está narrada en las paredes de sus pasillos a través de paneles explicativos, que narran al visitante de manera resumida la crónica de este espacio de defensa pasiva. En sus pasadizos también hay expuestos símbolos importantes de esta «época oscura» como la sirena de alarma, recuperada de la emblemática Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Su remodelación vino marcada por una notoria sorpresa: el descubrimiento de una bodega subterránea perteneciente a la familia Medina. Una muestra más de esa historia viva que va sumando descubrimientos para reforzar el particular poder enológico de la comarca. «El vino al final es el motor económico en nuestro municipio, es una seña de identidad y seguimos recuperando patrimonio», explica Fernando Arenas, concejal de Turismo.
Oficina de turismo
En nuestra última parada nos espera el gestor turístico, José Rafael Ponce, para presentarnos el lugar desde donde gestionan todo el tráfico de visitas. La Oficina de Turismo del municipio está ubicada en una bodega tradicional, integrada en los antiguos subterráneos del Castillo de Utiel y a escasos metros se encuentra el circuito subterráneo de Puerta Nueva y de Casa Ariño.
El patrimonio subterráneo es el principal atractivo para el público y, sobre todo, el recorrido con las diez bodegas que habitan en el subsuelo y que se encuentran a disposición de todos los visitantes. Un itinerario con el que el turista puede experimentar y conocer el origen, la evolución y la producción del vino de hace varios siglos, fundamentalmente en tinaja como método de elaboración más importante para el desarrollo vitivinícola de la comarca. «El vino es el pilar fundamental de Utiel y de toda la comarca», concluye Ponce. Una frase sentenciadora que puede servirnos como resumen para explicar nuestra visita a las tierras utielanas.
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