Un vino hecho a ‘fuego lento’ para disfrutar de cada sorbo

Mar Lafuente

En 2015, Bodegas Bocopa sacó al mercado ‘Fuego Lento’, un vino que supone toda una filosofía. Transmite una manera de entender la vida que a veces olvidamos aplicar, sin prisas, sin sobresaltos y con la paciencia como base de todo. Más de cinco años después y tras haberle dedicado el tiempo y el mimo que requería, la bodega alicantina presenta ‘Fuego Lento Monastrell secano extremo’. Un vino que se ha hecho a ‘fuego lento’ y así se debe disfrutar, saboreando cada sorbo porque el placer y las prisas en pocas ocasiones van de la mano.  

En un paisaje de gran belleza natural, en los parajes alicantinos de L’Algaiat en La Romana y de La Canalosa en el Fondó de les Neus, nace este paciente crianza de 12 meses: Fuego Lento Monastrell secano extremo. Unos lugares con un clima seco y con un rendimiento por hectárea que no supera los 3.000 kilos de uva, algo que consigue que el sabor de las uvas sea muy intenso y tenga una buena concentración y madurez. 

Las uvas con las que se ha elaborado este exclusivo vino florecen en los viñedos de más de 50 años, más viejos y extremos de la bodega. Unas viñas que estaban a punto de ser arrancadas, pero han conseguido salvar. Son cepas de Monastrell, una variedad que consigue que el vino refleje el terroir alicantino. Las cepas están cultivadas de forma tradicional en vaso y secano, técnica declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, que consiguen mostrar la tipicidad y la tradición de la viticultura que se practicaba antiguamente en las tierras de la Denominación de Origen Protegida Alicante. 

Unos productos que se han elaborado muy cuidadosamente, tras una estricta selección de las uvas, con vendimia en cajas, criomaceración prefermentativa en bodega, paso por mesa de selección, para finalizar con una larga maceración para conseguir la máxima riqueza de las uvas. El resultado, a pesar de ser tierras con bajos rendimientos, son «los vinos top de la bodega, unos vinos premium de calidad y de prestigio”, según Víctor López, Community Manager de Bodegas Bocopa. 

Este vino mediterráneo es realmente especial porque forma parte de un programa específico que se está llevando a cabo en la bodega experimental I+D+I para hacer una selección rigurosa de uvas por criterios como parajes, suelos, edad, singularidad y calidad. Un proyecto con el que se consiguen vinos que representan los valores de la viticultura a través de los mejores medios, tanto físicos como humanos. 

Víctor López asegura que “es un vino para cualquier momento. Se puede tomar durante todo el año, incluso un poco frío en verano. Combina bien con comidas intensas como una carne, un asado o un arroz de conejo y caracoles”. Un vino menos potente y más fino y elegante, más propio de la monastrell, que el primer Fuego Lento que lanzaron al mercado, un coupage de tres variedades de uva, monastrell, syrah y garnacha tintorera, que tiene una alta concentración, es muy intenso y muy potente. 

Han sacado muy pocas botellas, unas 5.000, y ya han vendido más de la mitad. “Es un vino que se va a agotar muy pronto”, ha afirmado el Community Manager. Está principalmente enfocado a hostelería y tiendas especializadas. Un vino que ya se puede disfrutar en diferentes restaurantes de Valencia y Alicante, o que se puede adquirir en tiendas de ambas ciudades.

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