Un viaje a 1510 para descubrir ‘la historia más bonita jamás servida’

Mar Lafuente

‘Desde 1510, la historia más bonita jamás servida’, este es el reclamo con el que Alicante recupera su memoria histórica coronándose como la Denominación de Origen Protegida más antigua del mundo . Desde tiempos inmemoriales, las tierras alicantinas han sido testigos del cultivo de la vid y protagonistas de una historia que estaba deseando ser contada, la de una provincia vinculada durante siglos al mundo del vino. Es la crónica olvidada de un territorio con una enorme tradición vitivinícola que ahora vuelve a resurgir para dar fuerza a una denominación que está ahondando en sus valores, enraizándose a sus orígenes y luchando por llevar la marca ‘Alicante’ al lugar que se merece: capital. . europea del vino. 

Remontándose al siglo VI aC, con los restos del yacimiento íbero del Alt de Benimaquia , hasta la época actual, se construye la rica cultura vinícola alicantina. Hablar del origen de la denominación es adentrarse en el corazón de la huerta de Alicante , donde desde hace milenios hay testimonios de cultivo de viña junto con almendros e higueras, en fincas históricas que conservan aún sus bodegas y torres tan características. Pero la esencia se también entrelaza con el puerto de Alicante , en su apogeo como puerto de la Corona de Castilla, les permitido llevar el prestigio del vino “Licant” por todo el mundo. Aquí se empezó a esbozar la marca de vinos de ‘Alicante’. 

Con el propósito de sacar brillo a su historia, el Consejo Regulador de la denominación se propuso investigar determinados episodios que han marcado un hito en la historia. Uno de los más importantes (si no el que más) fue la creación de la Junta d’Inhibició del Vi Foraster d’Alacant que data de 1510 y la convierte en la denominación de origen más antigua del mundo. Para ello han contado con un equipo de profesionales que les ha ayudado a dilucidar qué era la Junta, para qué servía, cómo funcionaba o cuál era su nivel de influencia, entre otros. 

Fue Fernando el Católico, Rey de Aragón, quien otorgó a la ciudad el privilegio del vino por el que se constituía la Junta, un organismo destinado a regular, controlar y organizar toda la producción de vino que salía de la huerta de Alicante . Se trata de un documento que concedió a la ciudad el derecho a prohibir la entrada de vinos foráneos para su comercio o salida a través del puerto hasta que el vino de Alicante fuera consumido por completo cada año. Una medida que no tenía otro objetivo más que proteger y potenciar el vino local frente a la competencia nacional e internacional. 

José Luis Menéndez, historiador y técnico del MARQ.

Gracias a los hallazgos de los archivos municipales han descubierto detalles inéditos sobre la estructura que regía la Junta . Esta no solo ejercía un control exhaustivo sobre la calidad, producción y comercio del vino, también contaba con una extensa normativa. Desde la organización de los cargos hasta estrictas bases para el control de la calidad del producto, pasando por inspecciones rutinarias en bodegas y tabernas, la regulación de precios en el mercado y un control absoluto sobre la entrada y salida física del vino a la ciudad. Todo quedó minuciosamente registrado a través de los manifiestos del vino, donde se encuentra la producción completa por año. “Ese control físico, organizativo y normativo es lo que nos da a entender que ya existía una estructura creada específicamente para el vino de Alicante”, asegura José Luis Menéndez , historiador y técnico del MARQ, quien ha formado parte del equipo de investigación de la DOP Alicante. Es aquí donde se sienta el precedente de lo que es hoy una denominación de origen como estructura, mucho antes de que se creara en la conferencia de París en el año 1896.

La Junta estuvo en marcha hasta 1835, tras ser derogada bajo el reinado de Isabel II. A partir de ese momento, los productores tuvieron que autorregularse, coincidiendo con un aumento por la demanda de vino alicantino en Europa por circunstancias geográficas y belicas del momento. Tanto que aún se conservan fotografías del puerto que muestran barriles de vino esperando su envío en barco a diversos destinos europeos, marcando un boom en la producción vinícola. La llegada del ferrocarril también ayudó a impulsar las producciones, especialmente en el Vinalopó. Un crecimiento económico que fue reflejado en textos periodísticos de la época en los que se bromeaba con que se podría “enlosar” la actual explicada con lingotes de oro. Sin embargo, la llegada de la filoxera acabó con todo, haciendo que Alicante perdiese gran parte de esta memoria histórica. 

Eladio Martín, secretario general del CRDOP Alicante.

Este descubrimiento no solo deja ver su antigüedad , también la importancia del vino en la historia de Alicante, porque como dice José Luis, “ Alicante no existe sin vino y no hay historia de Alicante sin el vino de Alicante”. Ahora tratan de recuperarla y devolverle el valor que merece. Eladio Martín , secretario general del CRDOP Alicante, afirma que es un testimonio muy valioso: “probablemente muchos de nuestros cultivos en los próximos años se reduzcan por cambio climático o por abandono generacional. Pero si recreamos toda esta historia, estamos creando un muro de contención para que esa tradición y ese viñedo que queda no se olvide, se le dé un nuevo giro y un nuevo valor. Esto es importantísimo en una región pequeña como la nuestra, tenemos un montón de valores, ideas e historias que contar”. 

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