25 junio, 2021
Texto: Pedro R. Arias / Vídeo: Fernando Murad / Vicent Escrivà
Bajo el casco antiguo del municipio valenciano de Requena se encuentran las cuevas de la Villa, testimonio de la vida de los habitantes de esta histórica tierra. Un conjunto de 22 túneles subterráneos visitables que antepasados de la localidad construyeron con sus propias manos, ofreciendo a sus predecesores esta maravilla arquitectónica que hoy transporta a sus visitantes a la época musulmana. Dentro de este sorprendente laberinto subterráneo se encuentra un verdadero tesoro, una cueva-bodega que demuestra la arraiga tradición vitivinícola de la zona.
Las cuevas fueron excavadas entre el siglo VIII y el XII aprovechando una gran plataforma de toba de caliza y arcilla, hallada en el subsuelo de la emblemática plaza de Requena, un material muy fácil de perforar que cuando coge contacto con el oxígeno se hace resistente. Fue en los años setenta cuando se descubrió, vaciado y entre escombros, este conjunto de túneles que se terminaron intercomunicando con vistas para las visitas, conformando un verdadero laberinto subterráneo de más de 1.200 m2.
A lo largo del tiempo las cuevas tuvieron multitud de usos desde un osario que perteneció a la iglesia del Salvador hasta como oposito para guardar el cereal. Sin embargo, el uso más importante fue el de bodega. «En un principio la gente que vivía en las casas de arriba tenía su propia cueva para almacenar, elaborar y conservar sus propios vinos. Normalmente, la elaboración se realizaba en la parte de arriba y abajo se empleaba para la conservación y la fermentación de los vinos», explica María Jesús García Auxiliar de Turismo. Muestra de ello son las tinajas fechadas en la Edad Media, expuestas al público, que dejan patente la ancestral vocación de Requena por el arte de cultivar vides y elaborar vino.
Las tinajas fueron construidas en Villarrobledo, municipio de la provincia de Albacete, tienen una altura de dos metros y una capacidad de 3.800 y 4.000 litros de vino. Se caracterizan por un ornamento en la parte de arriba, cada una único, y en la parte inferior encontramos dos orificios, llamados espitas, el de arriba se empleaba para sacar el vino y el de abajo para limpiar los posos o la madre del vino, siendo el vino tinto con el que normalmente se realizaba.
El Ayuntamiento de Requena lleva un tiempo animando a descubrir este espacio histórico a través de recorridos que incluyen audioguías que permiten a los visitantes conocer todos los secretos que esconde. «Lo que mas sorprende a los visitantes que vienen a conocernos son, sobre todo, las bodegas. Van a encontrar una temperatura estable de entre 15 y 17 grados y eso también les invita a recorrer todo nuestro entramado de cuevas», afirma García.
Si quieres descubrir en primera persona esta joya histórica requenense deberás contactar con la Oficina de Turismo a través del correo requena@touristinfo.net o llamar al 962 30 38 51. ¿Quieres experimentar la magia de pasear por estas cuevas de la época árabe, bajo los cimientos de la actual ciudad?
¡Ven a conocerlas!
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Un comentario en
Carlos J. Gómez el 27 junio, 2021 a las 11:56 am:
Las tinajas fueron construidas no solamente en Villarrobledo, también en Utiel. Es más los detalles de tinajería que más se ha recalcado en el vídeo procedían de Utiel.