26 diciembre, 2018
Jaime Nicolau
Que el sector del vino valenciano ha vivido a una velocidad de vértigo con el cambio de siglo es incuestionable. Se ha pasado de ser marcadamente granelista a ser embotellador de enorme calidad. Y cada una de las Denominaciones de Origen valencianas han buscado hasta encontrarlo, cuál era el mensaje a transmitir. Qué era lo que les hacía diferentes para coger esa bandera y competir con la tipicidad frente al resto de vinos del planeta en un mercado hiper competido.
Y en esas resulta vital el gabinete de comunicación. Alguien que sea capaz de establecer y construir con coherencia un mensaje e ir poniendo piedra a piedra unos cimientos que perduren para siempre. Y en esas llegó a la DOP Utiel-Requena Verónica Rodríguez. Esta periodista valenciana llegó a la DO tras una experiencia hoy vital en una de las guías turísticas más importantes de España. Y se enamoró tanto de la comarca, su paisaje, su historia, sus costumbres y sus vinos, que decidió establecerse en ella. Y se enamoró cuando su libreta todavía estaba repleta de notas de bellos rincones de España. Creyó, lo mismo nos pasó a nosotros, más en el potencial de la zona que sus propios habitantes, e insufló un aire fresco y un trabajo en equipo que no ha dejado de tener brillantes resultados. De paso, para los periodistas ávidos constantemente de información, se convierte en un nexo de unión vital con los medios y, por tanto, con los lectores que a la vez son los consumidores finales. Dar la importancia que toca a una buena comunicación es un acierto.
Calma, sosiego, eficiencia y pasión por lo que hace se dejan ver en cada evento, en cada comunicado, en cada propuesta de reportaje aceptada con ilusión. Tiene un mensaje que contar… con el corazón.
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