Tres gurús en una maravillosa ‘Ribera’

Hay veces que las personas tenemos la capacidad de cambiar las cosas. Hay veces que la naturaleza te descubre entornos privilegiados. En el mundo del vino, si se unen las dos variables, el resultado es pura magia. Y eso es lo que ha ocurrido en el triángulo mágico que forman La Aguilera, Quintana del Pidio y Castrillo del Duero, entre Burgos y Valladolid. Allí han coincidido las miradas de Toni Sarrión, Juan Luis Cañas y José Moro y cuando eso pasa es que el lugar tiene un magnetismo fascinante.

Toni Sarrión y Hacienda Solano
El enólogo valenciano Toni Sarrión es uno de los personajes más influyentes del mundo del vino en España. Con su firma Bodegas Mustiguillo en la valenciana localidad de Utiel ha logrado poner de acuerdo, algo difícil, a crítica y público de medio mundo.

Su bodega forma parte del prestigioso club de Grandes Pagos de España y el propio Sarrión es el presidente de esta asociación, desde que relevara hace dos años en el cargo al Marqués de Griñón, Carlos Falcó. Esa fórmula mágica que Sarrión aplica en su bodega solo es posible en terruños y viñedos que le enamoren por singulares, por especiales, por ser distintos. Y eso es lo que ha sucedido con Hacienda Solano.

Hacienda Solano es una bodega familiar con el viñedo repartido en pequeñas parcelas en La Aguilera, la yema junto a las poblaciones vecinas en las que se cuece de nuevo una enorme Ribera del Duero.

Vinos únicos y que no dejan indiferentes porque provienen de viñedos particulares. La Aguilera es una zona muy diferente a la Ribera del Duero que todos tenemos en la cabeza, con parcelas muy pequeñas y singulares.

Desde hace unos años la bodega vive una nueva etapa tras la entrada de Bodegas Mustiguillo como socio que, con Toni Sarrión como alma máter, decidió llevar una estrategia continuista con el proyecto que le encandiló.

Apostando a su vez por el trabajo de la enóloga Sophie Kuhn, una alsaciana que llevaba varios años a sus espaldas todo el peso de la enología de la Hacienda y que ahora trabaja codo con codo con Toni Sarrión y el resto de la familia Cubillo Solano. Hacienda Solano Selección o Finca Peñalobera, son algunas de las referencias más destacadas de la firma.

José Moro y Cepa 21
Al frente de este proyecto bodeguero encontramos a uno de los personajes y de los apellidos más respetados en el mundo del vino en España. Es el mayor de los hermanos de la tercera generación de Bodegas Emilio Moro y Cepa 21. Además de estas dos firmas poseen D+D, en la región del Douro (Portugal). La historia de la familia está estrechamente vinculada a ambos márgenes del río Duero, en su trazado portugués. Esta tercera generación de la familia ha apostado por añadir la vanguardia y una ambiciosa apuesta por el enoturismo a uno de los proyectos de referencia del panorama vinícola español.

Hace casi 20 veinte años José Moro y sus hermanos, comenzaron a trabajar en un ambicioso proyecto llamado a sentar las bases de la viticultura moderna en la Ribera del Duero.

Así nació Cepa 21, ubicada en la orilla sur de este mágico río, en la localidad de Castrillo de Duero. Desde su nacimiento, la filosofía que ha movido a Cepa 21 ha sido la de elaborar, con el tempranillo como protagonista, vinos basados en la tradición vinícola y el terroir propio de la zona, pero acordes a las nuevas tendencias.

En definitiva, vinos de pura cepa, en un marco incomparable para disfrutar del enoturismo y la gastronomía en su más alta expresión para el consumidor del siglo XXI.

El objetivo no es otro que directamente llegar  al corazón de las personas mediante experiencias únicas, vinos que dejan huella y colaboradores proactivos y optimistas comprometidos con la visión del proyecto y la sostenibilidad del planeta.

Contagiar felicidad a través del vino y el universo mágico que lo rodea.

Juan Luis Cañas y Dominio de Cair
Justo antes de comenzar la década de los 90, Juan Luis Cañas tomaba el timón de la bodega familiar Luis Cañas, con más de dos siglos dedicados al mundo del vino y a la viticultura.

De carácter inquieto, Juan Luis representa nuevos tiempos para la firma bodeguera, a la que poco a poco comienza a insuflar buena parte de los sueños con los que ha recorrido las principales zonas productoras de España y del mundo. Así es como llega Dominio de Cair en 2008, ubicada en las fértiles tierras del río Gromejón, afluente del Duero, salpicada de viña, monasterios y molinos. Un paraje asombroso.

Dominio de Cair es uno de los proyectos con más alma dentro de Ribera del Duero. Se trata de una clara apuesta por el terruño y la calidad de Juan Luis Cañas, que tomó las riendas de la bodega familiar Luis Cañas poco antes de iniciarse la década de los 90.

Perfección, dinamismo e inquietud. Estos adjetivos definen en pocas palabras el carácter de una familia, Familia Luis Cañas, ligada a la historia del vino en España desde hace más de dos siglos. Viñas antiguas, algunas centenarias. Cepas viejas, de muy bajos rendimientos, pero de carácter generoso para dar lo mejor de sí mismas en cada racimo.

Una tierra maravillosa, a la ribera de un río Duero por el que cabalgan siglos de historia, marcada por una altitud en torno a 900 metros, en torno a los pueblos de La Aguilera y Quintana del Pidio. Cerca de 120 hectáreas  de viñedo propio y controlado, con una altura entre 820 y 950 metros sobre el nivel del mar… un paraíso para la viña.

Se trata de una bodega moderna, de arquitectura vanguardista, en la que nada es fruto del azar, todo en ella está diseñado para lo que verdaderamente importa, óptimas condiciones para crear vinos de calidad excepcional. Vinos que han cosechado importantes premios a nivel nacional e internacional.

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