Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
17 junio, 2022
Pedro G. Mocholí
No creo que los promotores de Port Saplaya pensaran a priori el éxito de su promoción a escasos 10 minutos del centro de Valencia.
Ha sido con el pasar de los años que esta especie de Venecia valenciana colgara el cartel de lleno y que su casas pasaran a ser objeto de deseo entre valencianos y foráneos.
Varios son los amigos que decidieron fijar allí su residencia, y la verdad es que glosas las virtudes de este espacio con grandes e ilusionantes comentarios llenos de felicidad, entre ellos Carlo & Adela del restaurante La Trattoria da Carlo.
Gastronómicamente hablando, también podríamos hablar de una hostelería en exceso pensada para el turista o para el visitante ocasional que va a pasar el día a la playa y necesita muy poco a la hora de la comida; un bocata y un refresco.
Por ello hay que agradecer a Kike Jiménez que, después de su cierre en Trencadish, pusiera su mirada en un antiguo local y, entre cierre y cierre de la pandemia, decidiera abrir las puertas y volver a la hostelería.
En el caso de Kike tiene doble valor, porque si agitáramos su árbol genealógico no caería ningún hostelero de él. Por ello, la experiencia de la que carece la suplanta con denodado interés y con gran capacidad de sacrificio.
Su cocina crece día a día por esa capacidad de aprendizaje y de sacrificio que tiene. Y si a ello añadimos esa pasión por el producto que posee, encontramos una cocina contemporánea con gran dosis de influencia marinera.
Kike Jiménez.
¿Terraza o salón? Visto lo visto, y con lo calores propios de junio (que a veces es más caluroso que julio y agosto), decidí quedarme en el comedor porque había una agradable y refrescante corriente.
Toni, el camarero del establecimiento, me sirvió un Americano, para el que utilizó Petroni, un vermú gallego que se elabora con la variedad Mencía, complementado con un toque de Campari.
Lo primero que llegó fue una alcachofa con salsa de chufa, que le daba un toque herbáceo a una alcachofa confitada y rebozada con gran precisión. Este aperitivo, consiguió el 2º premio en el Concurso de Tapas de El Puig.
En la cocina de Kike prevalece la pasión sobre la técnica, pero ello no nos debe preocupar, pues sus propuestas están muy delimitadas, buscando ante todo el equilibrio y el refinamiento.
Prueba de ello es un resultón Tiradito de Jurela, el cual le dada un toque vegetal muy exquisito, habiendo marinado el pescado menos de dos minutos, lo que le aporta gran jugosidad.
Tiradito de jurela.
Muy placentera resulta la ensaladilla de gambas con sepia, al igual que el sepionet con pipas y senderuela. Platos sencillos llenos de sabor y buen gusto.
Kike maneja muy bien la plancha y la prueba son las gambas blancas del Puerto de Valencia que, la tarde anterior, adquirió en la subasta.
Gamba blanca.
Resultan suculentas, con un toque perfecto de sal, el cual refuerza el sabor dulce propio que poseen. Una carne perlada la cual se deshace en el paladar, dejando ese toque yodado y natural.
Como final de las entradas nos llega uno de los platos estrella de Kike, su rape con salsa de gambas y espinacas. La carne de rape es una de las más costosas de elaborar, pues el tiempo que pase por la plancha, debe ser tan ajustado que un segundo arriba o abajo, declinan la sequedad o la jugosidad propia que debemos encontrar. Ese llega perfecto. El toque yodado de salsa de gambas y el herbáceo y algo amargo de las espinacas, acaban de redondear un plato de gran personalidad.
Los arroces son una de las especialidades de Kike. Hoy nos sorprende con un arroz de sepia con alcachofas. Encontramos un punto perfecto, con una sabor persistente y una aceitosidad más que ajustada, por lo que por la tarde no encontramos pesadez alguna, una sensación que, sin duda, se agradece. Utiliza un arroz de grano redondo de la casa Montoro.
Paella de sepia y alcachofas.
Kike, y un servidor, llevamos con cierto apasionamiento el tema de la bodega, sobre todo los blancos, por lo que me había guardado varias etiquetas que no conocía y que, sin duda ,me sorprendieron.
El primer vino que llegó fue Pazo Baión, un selección que proviene del terroir denominado ‘Vides de Fontán’.
La añada que me presenta es la del 2016, en él encontramos un amarillo brillante con destellos verdosos.
En nariz, sobresalen las notas blancas de flores (azahar y jazmín), algunos matices de fruta de hueso, cítricos. Notas tostadas y algo especiadas. En boca es muy fresco, bien estructurado y graso. Mineral, con un final muy persistente.
Una comida maravillosa, tranquila y, sobre todo, en un ambiente muy agradable.
Trencabeach. Plaza Mayor. 11/12. Tel.: 961 023 421. Port Saplaya (Valencia).
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