En su elaboración se ha buscado el respeto de sus uvas y una extracción de sus componentes de color y sabor ligeros. Para ello, tras un despalillado y sin estrujar, las uvas son maceradas a una temperatura fresca de unos 18-20ºC, con una maceración corta y de suaves remontados. Tras su fermentación, el vino se mantiene durante tres meses en reposo con sus lías para que realice la fermentación maloláctica.
Color: vino con capa media y color granate brillante con ribetes morados que refieren a su juventud.
Aroma: lo acompaña un gran abanico de aromas a frutos rojos. Es intenso y directo.
Boca: nos encontramos un vino equilibrado, expresivo, dejando una sensación fresca y aterciopelada junto al retrogusto medio que potencia los aromas percibidos anteriormente.
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