Sonrisas de verano con 10 vinos con el sello ‘Valencia’

Jaime Nicolau

Es un año diferente. El mes de marzo nos cambió la vida a todos. Nuestros hábitos han cambiado, nuestra manera de relacionarnos es ahora dos metros diferente. No nos abrazamos, medimos a quién besamos… Es por eso que también saboreamos un poco más intensamente esos momentos a los que antes, quizás, no dábamos la importancia que merecen. Hoy, de la mano de la Denominación de Origen Valencia, vamos a daros 10 motivos para sonreír en forma de 10 vinos con los que poder brindar en este verano atípico.

Comenzamos el recorrido con un vino diferente: Les Prunes de Celler del Roure. Se trata de un vino elaborado con la autóctona mandó, la variedad tinta que Pablo Calatayud ha recuperado hasta hacerla una enseña de la bodega valenciana. Su color mágico, rosa claro, convertirá tu brindis en un momento especial.

Seguimos haciendo parada en el Alto Turia para brindar con uno de esos vinos de poca producción que se tornan inolvidables: Flor de Ahillas. Nacido de una merseguera de más de 60 años, sorprende por su frescura y elegancia.

Ahora nos desplazamos hasta Requena, concretamente hasta Bodegas Hispano Suizas, para juntar las copas teñidas de color rosa pálido del Impromptu Rosé. Se trata de uno de los vinos rosados más laureados de España.

Siguiente parada, Turís. La vida hay que disfrutarla porque Son 2 Días. Así reza este blanco de La Baronía de Turís. Como no podía ser de otra manera en la zona en la que nos encontramos, está elaborado con la autóctona Moscatel. Frescura y aromas.

Bajamos hasta La Font de la Figuera para tocar la también autóctona verdil, de la mano de Bodegas Arráez. Los Arráez Verdil es un vino blanco elegante y de frescura y acidez sorprendentes. Una elección que resulta infalible.

Muy cerquita, en Fontanars dels Alforins, Clos de Lôm ha mostrado su atrevimiento con su rosado Clos de Lôm Monastrell, proveniente de viñedos viejos en vaso. El resultado, un vino frutoso e intenso. Refrescante y con volumen en boca.

También en Fontanars, en Bodegas Los Frailes, encontramos Blanc de Trilogia, una de las referencias obligadas cuando hablamos de blancos mediterráneos. Proviene de una parcela seleccionada y destaca por una elegancia y finura sorprendentes.

Regresamos al Alto Turia de la mano de Vegamar. Huella de Merlot Rosé se ha convertido en un auténtico best seller para la firma valenciana de Calles, agotando cada una de las añadas en las que ha sido elaborado.

Y de nuevo hasta Moixent, para hablar de palabras mayores. Cimera es la ópera prima de la firma valenciana Clos Cor Vi. Un blanco de guarda que, sin duda, estará a la altura de la más excelsa de las gastronomías.

Concluimos este viaje en Bodega Sierra Norte. Su Pasión de Moscatel se ha convertido en uno de los blancos más reconocidos del panorama vitivinícola valenciano. La explosiva variedad tratada con el saber hacer del equipo de la bodega, y con mucha Pasión.

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