12 julio, 2024
Texto: Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad
Sinarcas es el lazo que ata la Comunitat Valenciana a las vecinas tierras manchegas y aragonesas. Es el nudo de las tres tierras y la población que cierra la zona vitivinícola de Utiel-Requena en el noroeste de la provincia de Valencia. Estamos en tierra de vinos y los trazos perfectos de las viñas marcan un paisaje que enamora conviviendo en armonía con un patrimonio natural espectacular. Un pueblo tranquilo repleto de encanto y en el que la hospitalidad de sus gentes hace al visitante sentirse como en casa. Su equidistancia con Valencia, Teruel y Cuenca, 100 kilómetros, la convierte en la llave del interior para los viajeros procedentes del litoral del mediterráneo, ya que, además de disfrutar de su término municipal, pueden acceder fácilmente desde él a otros enclaves como el Alto Turia y las Serranías de Cuenca y Teruel.
Las tres bodegas de la localidad hablan a las claras de la tradición agrícola y vitivinícola del municipio: Pasiego, Marsilea y Bodegas Sinarcas. Las dos primeras, proyectos artesanales y familiares nacidos del carácter emprendedor de los hermanos Salón y Sebas Mancebo, respectivamente. La tercera, una cooperativa de 1937 que ha sido el motor socioeconómico del pueblo durante más de ocho décadas.
Lo que no todo el mundo sabe es que Sinarcas es una auténtica despensa de huevos para España. En su término municipal se encuentran importantes granjas avícolas de puesta, siendo referencia obligada en España. Es esta una de las actividades que son motor socioeconómico del municipio.
Sinarcas cuenta también con un patrimonio natural capaz de atrapar para siempre al visitante. Para los amantes del senderismo es importante anotar cuatro rutas que disfrutarán al máximo: Los Cerros; La Toba – Las Grajas; El Charco Negro o Las Palomarejas. El punto más elevado El Picarcho, con una altitud de 1.301 metros.
Dentro de ese encanto natural debemos situar también el Arboretum Mediterráneo. Se trata de una colección de árboles (también grandes arbustos), plantados en determinado lugar con propósitos estéticos, paisajísticos, científicos o educativos. El arboreto de Sinarcas tiene una extensión de tres hectáreas y posee dos singularidades que lo diferencian de la mayor parte de arboretos existentes y es que está integrado por árboles y grandes arbustos autóctonos de la Europa Mediterránea y su disposición se ha realizado aprovechando la vegetación de monte bajo mediterráneo existente para mostrar comunidades vegetales como carrascales, coscojares, enebrales o sabinares.
En el casco urbano de Sinarcas es de destacar El Museo del Cereal. Fue una fábrica de harinas ubicada en la carretera de Utiel número 16 que se construyó en 1935 por D. Ángel Palomares Jiménez. Tras la Guerra Civil, en el año 1941, fue adquirida por la familia Cañizares, con tradición molinera. La fábrica permaneció en funcionamiento hasta finales de los años 80. Actualmente es visitable contactando con el Centro de Turismo Rural Las Viñuelas. Y es precisamente este último otro de los atractivos de la localidad, pues acoge a muchos visitantes durante todo el año, ofreciendo un sinfín de opciones de ocio para toda la familia, además de alojamiento y restaurante.
Y es que la gastronomomía pone el broche perfecto a los tesoros que esconde Sinarcas. En lugares como el Bar Restaurante Sinarcas, El Rincón de Chiki o Ca Filito, se pueden degustar recetas de toda la vida de este territorio de interior, armonizadas con los vinos de cualquiera de las tres bodegas sinarqueñas.
La localidad es, por tanto, el candado que cierra la provincia de Valencia abrazando las provincias vecinas en el que el territorio late al ritmo del vino, la naturaleza, sus tradiciones y gentes. Un tesoro que merece ser descubierto.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
Un comentario en
Canela el 12 julio, 2024 a las 5:43 pm:
Caminar con Huevos, entre Hectáreas y Hectáreas de Cepas, con la,amabilidad de sus vecinos, es lo hizo,hace y hará, Sinarcas un pueblo que se tiene que conocer. Realmente, vale la pena.