1 mayo, 2018
Jaime Nicolau
Cuando la Valencia ostentosa de la Ciudad de las Ciencias o La Marina, otrora casa de la F1 o la Copa América, se llena hasta la bandera de turistas, el valenciano de a pie suele optar por apoyarse en tablas, cual astado ya picado, y buscar respaldo en locales de esos de siempre, de los que nunca fallan… Afortunadamente esos rincones existen. Y decimos rincones porque uno de ellos es el Rincón de Adriana. Actualmente lo gestionan los tres hijos (Luis, Demi y Juan y un equipo espectacular) del matrimonio que le dio vida, Luis y Adriana. Son muy queridos en un barrio en el que han gestionado varias casas de comida, con toda la intención esta última frase con todas las bondades de su significado. Porque en eso basan su oferta, en la cocina de siempre, mediterránea y de producto.
Se ubica en plena avenida Malvarrosa. El producto es la base de unas tapas clásicas pero a las que han sabido darles la vuelta y muy nobles todos sus arroces, secos o melosos, dignos de cualquier otro local de renombre a la sombra de El Miguelete o la obra de Calatrava.
Una buena comida en el Rincón de Adriana puede empezar con entrantes como las bravas, el sepionet a la plancha, puro producto; los calamares o los chipirones en su tinta; tampoco hay que dejar de tomar las croquetas, de rabo de toro, sobrasada o cabracho. También caracoles con cigalitas, o gambas al ajillo. Son solo un ejemplo.
En arroces, la paella de marisco, del senyoret, negro o la fideuà mandan en los de pescado, junto a algunos contundentes melosos. La paella valenciana también da una nota alta. Para los más carnívoros puede valer con el espectacular rabo de toro (no hay que olvidar los orígenes cordobeses del patriarca) o una brocheta de 60 cm de carne de cerdo adobada, macerada para los modernos, tierna y de sabor espectacular.
Pero no lo den todo porque los postres caseros son de nota, especialmente los helados caseros, al más puro estilo magnum, o tartas que harán las delicias de los exigentes y golosos.
Pero además de todo lo mencionado, una de las cosas que más van a reconfortar en su visita a este local es el excelente equipo de profesionales que se van a encontrar. Uno ven en ellos a los profesionales de la hostelería de toda la vida. Esos que disfrutan su trabajo en cada servicio con la sonrisa permanente en la boca y una atención que no es fácil encontrar hoy en día. Profesionales que están a todas, que muestran simpatía y complicidad con sus clientes.
En días en los que uno necesita huir del bullicio turístico y las aglomeraciones, encontrar refugios como este sigue reconfortando mucho.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
Un comentario en
Raquel el 14 febrero, 2019 a las 3:47 pm:
La comida y el servicio espectacular. Demi, Luis y Juan, tres fuera de serie. Recomendable al 500%