Rafael Cambra: vinos con un ‘Soplo’ a las variedades autóctonas

Jorge Corella

La bodega Rafael Cambra lleva el apellido de una familia que se ha dedicado toda la vida al mundo del vino, pero también alude a uno de los enólogos más destacados del panorama. Su clave es esa pasión por la viticultura y las viñas, y su objetivo es mostrar de los terruños que surgen y nacen. Apuesta por la lucha para darle el potencial que merece a aquellas variedades que están en peligro de extinción, como son arcos y forcallà.  Un claro ejemplo de ello es su vino Forcallà de Antonia, un tinto caracterizado por tener una crianza de 8 meses en barrica de roble francés usada y su apuesta por una fermentación con levadura autóctona.

Para esta bodega la uva cobra forma de diamante y la tratan como tal, y un ejemplo de ello es Soplo Blanco, un vino joven de la variedad malvasía. Un auténtico lujo para el paladar que se abre camino con un amplio y fresco gusto. Por su aroma elegante y floral, este vino supone una experiencia sensorial para todo aquel que lo prueba. 

Por otro lado, la variedad arco es utilizada por la bodega para la elaboración de su vino tinto de carácter limitado Casalabor, caracterizado por sus 16 meses de crianza en barrica de roble francés. Este vino, que solo cuenta con 1.200 botellas producidas, apuesta por una fermentación con levadura autóctona con raspón y ligeros remontados.

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