Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
23 mayo, 2024
Texto: Jaime Nicolau / Vídeo y Foto: Vicent Escrivà
El Valencia Culinary Festival arrancaba ayer en Casino Cirsa Valencia con una excepcional cata del enólogo valenciano Rafa Cambra que colgó el cartel de «sold out». El evento gastronómico más importante de la ciudad es obra de Valencia Premium, la asociación que reúne a la florinata de la alta gastronomía de la capital, los hoteles 5 estrellas y Casino Cirsa Valencia. La cata de Rafa Cambra, armonizada con la gastronomía del establecimiento de ocio, se enclava dentro del proyecto «Casino a Sorbos», con el que Casino Cirsa Valencia da visibilidad a los proyectos bodegueros valencianos durante todo el añ0, siendo la parada de mayo la más especial del año, por estar dentro del programa del Valencia Culinary Festival.
Tomó la palabra Rafa Cambra ante una sala llena hasta la bandera. «Para una bodega como la nuestra vincularnos a la alta gastronomía de la ciudad de Valencia dentro del Culinary Festival es escenificar que abrir una copa de vino no es una acción banal y que podemos estar en las mesas de los mejores restaurantes de la ciudad sin complejos», señalaba en el arranque el enólogo.
Javier Gutiérrez, director de Casino Cirsa Valencia, junto a Rafa Cambra.
Y el evento empezó a lo grande, pues abrió fuego una gran sorpresa de Rafa Cambra: Mallaura. Se trata de un vino blanco gastronómico que causó furor en la cata. Trabajado en su elaboración con algunos pasos de «vi brisat» (orange wine para los modernos) lo primero que llama la atención es su color, subido voluntariamente de tono por su elaboración más cercana a los vinos tintos. Después cautivaron sus aromas. Es una bomba para los sentidos que te lleva de golpe al territorio en el que nace. Por último su paso por boca resulta espectacular. «Es un vino para disfrutar todo el año con la gastronomía mediterránea. No hace falta tomarlo a alta temperatura. Me gusta decir que está más cerca de un vino tinto. Lo hemos hecho con mucho cariño buscando un gran vino blanco de alta expresión y de guarda como existen en zonas productoras de mucho prestigio tanto en España como a nivel internacional», explicaba Rafa.
Le siguió Soplo blanco, una familia concebida para el copeo sin complejos, pura flor de azahar. Y llegó el momento de los tintos nacidos de las uvas olvidadas. Y arrasó la Forcallà de Antonia, una de las variedades que el enólogo valenciano decidió recuperar por ser autóctona e histórica de Terres dels Alforins. Una uva de la que llegaron a haber en la zona 400 hectáreas y hoy apenas queda un puñado. El resultado es un vino de capa media que entra amable, pero que de golpe presenta toda la personalidad y el carácter de una uva que en manos de Rafa Cambra es un espectáculo. Cerró plaza Casa Sosegada. Es el vino de un lugar muy especial para el enólogo. Una parcela de terrazas que bien podríamos encontrar en otras zonas vitivinícolas españolas. En ella conviven arcos, forcallà, bonicaire, rojal… un puñado de «uvas olvidadas» que son felices en esas terrazas en las que nace la magia… y Rafa la convierte en un vino mágico: Casa Sosegada.
Y llegó el turno de los excelsos bocados preparados por el chef executive de Casino Cirsa Valencia Julio Sanchis. Desfilaron un Ceviche de Corvina, un Carabinero asado en su Jugo, un Sandwich de Foie Mi Cuit casero y una Mini Hamburguesa casera de Cordero y Chutney.
«El proyecto de Casino a Sorbos está cargado de pasión y la cita de mayo es muy especial para Casino Cirsa Valencia por ser parte del programa del Valencia Culinary Festival. Por eso ha sido un orgullo y un honor contar con la presencia de Rafa Cambra en esta «parada» tan especial del proyecto», señalaba emocionado al término de la cata Javier Gutiérrez, director general de Casino Cirsa Valencia.
En resumen, una cita que respondió con creces a las expectativas y que supuso el pistoletazo de salida a un evento, el Valencia Culinary Festival, que llena de magia la ciudad con experiencias inolvidables. Como magia trajo consigo para este estreno el enólogo valenciano Rafa Cambra, con las uvas olvidadas en la chistera y un estreno excepcional: Mallaura. Un gran colofón a una jornada de las que perduran para siempre en el rincón de los recuerdos.
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