“Quiero cambiar las cosas, investigar y recuperar lo que a día de hoy se está perdiendo”

Mar Lafuente

Aunque aún no todo lo que nos gustaría, los jóvenes cada vez están teniendo más presencia en el mundo del vino. Las nuevas generaciones están llegando y muchos lo hacen pisando fuerte. Uno de ellos es Oscar Mestre. Hoy nos tomamos una copa de vino con este joven alicantino y nos sumergimos en una charla en la que ha dejado claras sus intenciones: “Oscar Mestre es un chico joven con ganas de cambiar las cosas, de investigar, de averiguar, de hacer cosas diferentes, de recuperar lo que tenían nuestros abuelos y que a día de hoy se está perdiendo. Porque al final las cosas si no se pasan de generación a generación, se olvidan”. Y lo más importante, quiere disfrutar de lo que hace. 

Podríamos decir que Oscar Mestre ha nacido y crecido entre barricas, concretamente las de Bodegas Riko. Su lazo con el vino siempre ha sido muy fuerte, pero desde que estudió enología en Cataluña, aún más. Ha conseguido ser la cara visible del proyecto familiar Bodegas Riko, pero no sólo eso. Se ha convertido en “la mano derecha” del proyecto de uno de los profesionales del sector del vino valenciano más respetados a nivel internacional, Pepe Mendoza. Algo que no nos extraña, ambos comparten un mismo objetivo: buscar la pureza y la honestidad de las tierras mediterráneas a través del vino. Y no acaba aquí. Con el paso del tiempo ha empezado a ver este mundo con otros ojos que le han llevado a poner en marcha su proyecto más personal y especial: Oscar Mestre. 

5barricas.- ¿De dónde viene tu inquietud por el vino?
Oscar Mestre.- Básicamente siempre la he tenido en casa. De pequeño quería ser bombero o astronauta, como todos los niños ¿no?, y no te das cuenta lo que tienes en casa. Me he criado en la bodega, haciendo maldades, jugando en el almacén con las botellas, las barricas… pero no es hasta que me hago más mayor cuando me doy cuenta de lo que tenía aquí y es entonces cuando me empieza a picar la curiosidad.

5b.- Y decidiste apostar por ello…
O.M.- Sí. Estuve primero haciendo biotecnología en Valencia porque tenía en la cabeza lo que había visto siempre: grandes bodegas haciendo grandes cantidades de vino. En mi mente estaba la idea de transformar la bodega de casa en litros y no en calidad. Por eso pensé voy a ser muy técnico, voy a estudiar biotecnología para aprender cómo funcionan los microorganismos e incluso mutar las plantas a mi interés. Y ya cuando estaba ahí me planteé realmente dónde me estaba metiendo y pensé ¿qué tengo en la cabeza? Así que decidí cambiar y estudiar enología en Cataluña que es donde veía más potencial.

5b.- Fue en Cataluña cuando cambió tu forma de ver las cosas, ¿no?
O.M.- Conforme voy creciendo empiezo a ver mundo y me doy cuenta de lo que realmente quiero hacer, sobre todo cuando me voy a Cataluña a estudiar. Allí veo que hay otra forma de hacer las cosas diferente a lo que conocía. Empiezo a conocer pequeñas bodegas artesanales, veo el Priorato que me abrió los ojos a los vinos de montaña, de pequeña producción y altísima calidad, conozco a amigos con bodegas importantes… Bodegas grandes, pero con proyectos muy interesantes. Y es ahí donde todo cambia a la hora de volver a casa.

5b.- Ahora te has convertido en la cara visible del proyecto familiar, ¿qué significa para ti Bodegas Riko?
O.M.- Es muy bonito porque voy cogiendo el relevo de lo que empezó mi bisabuelo, lo que siguió mi abuelo, luego continuó mi padre y ahora yo intentando darle una vuelta al negocio. Llegar con ideas frescas a casa e intentar convencer a la familia para darle esa vuelta y que te den ese liderazgo que a veces es difícil siendo tan joven… pues aporta mucha energía y ganas de trabajar.

5b.- ¿Es importante el relevo generacional?
O.M.- Es súper importante mantener las tradiciones ligadas al mundo del vino, sobre todo porque tenemos un patrimonio vinícola impresionante. Ya le gustaría a muchos países poder decir que tiene los viñedos medios de edad como los nuestros. Y todo eso es la base de que alguien releve las plantas y el cultivo.

5b.- ¿Estás trabajando a la vez en otros proyectos?
O.M.- Sí. Ahora mismo digamos que trabajo en tres sitios: en Bodegas Riko, con Pepe Mendoza y en Oscar Mestre que es mi proyecto personal.

5b.- ¿En qué consiste tu trabajo con Pepe Mendoza?
OM.- Pepe arrancó su proyecto personal en Casa Agrícola, nos conocimos y empezamos a colaborar. Él tiene unos depósitos en casa alquilados y al final hago un poco de mano derecha con las gamas altas como son el Giró de Abargues, Veneno, Pureza… Pepe se ha involucrado tanto en mi proyecto como yo en el suyo. Es casi como mi padre, me ayuda muchísimo. Podemos decir que nos retroalimentamos los dos, él pone la experiencia y yo las ganas y las inquietudes.

5b.- ¿Cómo nace tu proyecto ‘Oscar Mestre’?
O.M.- Cuando estaba en la carrera y empecé a ver todo aquello, pues imagínate… Yo soy una persona de acción-reacción, pensé: tengo que empezar esto ya en mi casa. Y así fue, empecé en una esquinita de la bodega que me dejaban mis padres y me lo curré desde cero. Me dijeron “tú quieres tu proyecto personal, tú te lo curras”, así que me compré por wallapop dos depósitos de acero inoxidable. Así empezó, de mis curiosidades. Primero elaboré un vino blanco fácil, luego vino el tinto, el crianza y ahora las voladuras de cabeza que es recuperar variedades antiguas. Poco a poco va creciendo y espero que el día de mañana se separe un poco del vínculo de la familia porque son dos filosofías totalmente diferentes. Montar mi propio proyecto personal, pero sin desvincularme de la familia porque siempre voy a ser el enólogo o la cabeza de Bodegas Riko.

5b.- ¿Cuál es la diferencia entre las filosofías de Bodegas Riko y Oscar Mestre?
O.M.- Bodegas Riko es la tradición, lo que siempre se ha hecho en casa que al final es ser granelistas. Hacemos granel artesanal tanto de mistelas, de vino como de vermut y esos valores predominan en casa, manteniendo esa bodega artesanal. En cambio, Oscar Mestre es todo lo contrario. Es investigar, descubrir lo que tenemos y hacer pequeños experimentos que luego salen al mercado. Oscar Mestre va evolucionando, cada día voy descubriendo cosas nuevas que quiero hacer e intento hacer. Por ejemplo, últimamente al ir involucrándome más en la viticultura me he dado cuenta que hay variedades autóctonas que están perdidas… Entonces, el proyecto es el de recuperar esas variedades y devolverles el valor que un día se perdió. En definitiva, un proyecto pequeñito pero muy bonito.

5b.- ¿Cómo te sentiste cuando por fin embotellaste tu primer vino?
O.M.- Fue un trabajo súper bonito. En Bodegas Riko hacemos vino y los tocas tú con las manos, pero hacer algo tan pequeñito y personal, con tanto miedo a que salga mal… Es diferente. Colaboramos toda la familia y creo que no la hemos liado tanto en un vino como en algo tan pequeño. Pero lo que más me ha gustado es ir a un restaurante y encontrarme con el vino sin saber que estaba ahí, esa es la sensación más bonita que he tenido con el vino la verdad.

5b.- ¿Cómo describirías los vinos de Oscar Mestre?
O.M.- Sobre todo, honestos. Es lo que más me gusta, se trabaja tan bien desde la base que cuando llegas a bodega los vinos se hacen solos, los mimas en bodega y ya está. Al ser tan honestos, trabajarlos con levaduras autóctonas y la mínima intervención, son vinos que reflejan un paisaje.

5b.- ¿Qué tiene que tener un vino para ti?
O.M.- Tiene que transmitir algo. Está claro que es muy difícil sentir que un vino te está transmitiendo algo, pero sí que cuando escuchas la historia que tienen detrás y los catas puedas ver esas palabras reflejadas en el vino. A mi me gustan los vinos más ligeros, en vez del estilo rioja clásico o burdeos con más potencia que siempre hemos intentado copiar. Muchas veces menos es más y eso es lo que estamos intentando hacer aquí, vinos más ligeros y aromáticos, con más carácter.

5b.- ¿Cuántos vinos estás elaborando actualmente?
O.M.- En el mercado tengo más o menos cuatro líneas ya fijas, dos blancos y dos tintos: Renaix la passió, Insurrecte, Renaix de Giró y Oscar Mestre Giró. Renaix la passió es el primero que hice. Hasta ahora era un blanco seco 100% Moscatel, pero ahora he decidido complicarme un poco la vida y hacer coupages. Este año si no pasa nada, saldrá la versión 4.0 que recoge las cuatro emes: moscatel, macabeo, merseguera y malvasía. Insurrecte es el vino más rebelde que tenemos en casa, de ahí el nombre, quien esté acostumbrado a tomar moscatel, este vino le hace dudar y eso me encanta. Renaix de Giró es un vino simple, ligero, fácil de beber, goloso e interesante, ya que al ser joven se puede ver la fruta, el sotomonte y muchas hierbas de la zona. Y, por último, Oscar Mestre Giró que es un crianza. No me gustan las cosas fáciles y lo fácil sería elaborar cada parcela por separado y luego hacer un coupage final. Entonces aquí intento adaptarme a cada añada, hago un control de maduración de todos los campos que tenemos, sobre todo los de gama alta, me doy cuenta de cómo viene la añada y elijo un tanto por ciento de cada campo cada año diferente.

5b.- ¿Qué es lo que hace diferentes a los vinos de Alicante, concretamente de la Marina, del resto de España?
O.M.- Creo que todos tenemos algo especial. Lo que destacaría de los vinos de la Marina es su perfume. La gente piensa en Alicante como una zona cálida y luego somos todo lo contrario por la brisa marina fresca y los suelos calcáreos. Hacemos vinos muy finos y elegantes, no tan estructurados, buscamos esa parte sutil que creo que es lo que enamora a la gente. Frescura y elegancia, eso es lo que creo que nos diferencia en esta zona.

5b.- ¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo?
O.M.- A corto, ir recuperando los campos de la zona y que no se pierda el material genético para el día de mañana poder ir replantando y mantener nuestros clones autóctonos. Y a largo plazo, me gustaría embarcarme en mi proyecto personal, montar una bodeguita en un sitio fácil, rústico, una finquita y hacer ahí mis virguerías. No complicarme en grandes volúmenes, sino trabajar la tierra. Irnos a lo simple y no a lo industrial, creo que así las cosas ganan valor.

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