26 septiembre, 2017
Por Maria Salvador y Vanessa Bo
En pleno barrio de Chamberí, 63 bares y restaurantes han dado lugar a un fenómeno con nombre propio, Ponzaning, aupado por las redes sociales y las ganas de disfrutar de una gastronomía variada y de calidad.
En la calle Ponzano siempre ha habido bares. Hace 20 años ya era una de las calles de moda de Madrid, pero fue decayendo a favor de otras zonas de la capital. Hace un par de años empezaron a abrirse nuevamente locales y, espacio que cerraba, daba lugar a un nuevo bar, nos cuenta Pilar Tejedor, fundadora de la web #Ponzaning junto al italiano Alessandro Guerra.
La web se ha convertido en una guía de referencia en la que encontrar las últimas noticias y aperturas, elegir un restaurante por zona e incluso por día de apertura.
“Un pionero de la calle es la Sala de Despiece. Es un poco quien ha puesto la calle en el mapa a nivel internacional o gastronómico, por su presencia en revistas y artículos”, explica Pilar al repasar los clásicos de Ponzaning. “Otro clásico sería Fide y como súper clásico está El Doble con una de las mejores cervezas tiradas de todo Madrid”, al que ya acudía de pequeña con su abuelo, añade. Lleva ahí toda la vida.
Entre los más recientes, La Máquina, aunque basta darse una vuelta por internet para ver que los recién llegados son numerosos, con al menos cinco aperturas desde este verano. Nos llama la atención Furtivos, una taberna gallega 2.0 con neón de percebe al mando de cuyos fogones se encuentra el chef Pucho Landín de amplia experiencia en locales como Lúa, DiverXo y StreetXo.
Y es que la magia de esta calle está en la originalidad de su oferta y la personalidad de cada carta, como en DeAtún, un restaurante cuya oferta se basa exclusivamente en el atún rojo de almadraba, o la increíble carta de vinos de la Taberna Averías, que cuenta entre 300 y 400 referencias. Y en el apartado de cocina internacional llega La Gastro Salvaje, fusión de cocina mexicana y oriental.
Pero no todo son recién llegados. Este 30 de septiembre cierra Sudestada, un referente en la capital y pionero de la cocina del sudeste asiático. Aparentemente ligado a un desacuerdo por la renovación del contrato del local, el grupo Bestiario, propietario del restaurante, aprovechará el cierre para reformular el concepto de cara a 2018.
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