Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
6 noviembre, 2023
Pedro G. Mocholí
La cocina de los hoteles siempre tienen una gran debate. Y ese no es otro que el que se dilucide a quien está destinada su oferta gastronómica. Hace años, hablando de las cocinas de un hotel en Valencia, hice una reflexión que decía “el que está alojado quiere salir, y el que está en la calle duda si entrar”. Para que ambas cuestiones la podamos esclarecer, la oferta que encontremos tiene que tener la suficiente notabilidad para que tanto el que está alojado como el cliente de la calle, la encuentren atractiva y personal, y que no tengan la más mínima duda en acudir y disfrutar de ella.
El Hotel Almirante en la Playa de San Juan lleva años apostando por esa conjunción, la de un alojamiento acogedor y la de una gastronomía cautivadora y relevante desde su restaurante Pocardy. Por ello desde la propiedad siempre han dado a su restaurante una cuidada y contrastada notabilidad, para que la duda de entrar o de no hacerlo se disipe con facilidad y la entrada y sus propuestas gastronómicas sean agradables.
Por ello, hace un par de años, los responsables del hotel decidieron cambiar la dirección de sus cocinas y poner al frente de ellas Alberto García, un profesional con una sólida experiencia y una contrastada profesionalidad.
La proximidad del Mediterráneo marca con susceptibilidad buena parte de su carta, y ese concepto lo traía Alberto en su ADN, pues los últimos 15 años de su trayectoria los había pasado en Cataluña, donde esa sensación está muy arraigada. Así que una parte la tenía aprendida. Junto a ella la de la cocina de mercado, otra cuestión que traía aprendida, pues una parte de esos quince años los había pasado trabajando en el restaurante del hotel Omm, propiedad de los hermanos Roca, donde la calidad y el compromiso también están muy arraigados.
Por lo tanto, si echas una primera ojeada a la carta, te das cuenta que el Mediterráneo y el mercado están muy presentes, un lugar donde la calidad de los productos que trabaja está garantizada.
La proximidad del mar le da a la terraza y al comedor una luz radiante, una cuestión que yo (personalmente) valoro mucho. Me gusta comer con la luz natural, dan a los platos y a los productos unos colores naturales que sin duda los hace mucho más atractivos.
Consciente de que la cocina fusión luce en el ambiente, Alberto nos presenta una acertada primera entrada; tiradito de vieiras con salsa de kimchi y polvo de kikos servido sobre media lima. La cuidada presentación no hace sino buscar el equilibrio y la proporción entre la insípida carne de la vieira que gana en intensidad gracias al toque picante del kimchi, encontrando ese equilibrio gracias al toque cítrico que encontramos al morder la lima. El polvo de kikos aporta textura, para que el bocado tenga consistencia.
Aunque nos la presente bajo el nombre de focaccia de mantequilla asturiana, rúcula, anchoas y tomates, nos encontramos ante un Coca típicamente alicantina donde la masa que acoge tan imponente ingredientes es etérea, prueba de que la masa se ha elaborado con antelación. Toques vegetales, untuosos y carnosos son las sensaciones que nos encontramos en cada bocado que sin duda nos revelan lo deleitable de la elaboración y del toque tradicional y casero de buena parte de sus propuestas.
En mi persistente búsqueda de la croqueta perfecta (como si del Santo Grial se tratara) demando una para probarla y emitir un cualificado juicio. Hay que reconocer que la prolongada estancia de Alberto en Cataluña reluce en la bechamel, que es etérea y sutil. Generosa en jamón ibérico, es una croqueta a destacar y a posicionar entre las mejores.
El producto también está muy presente entre las propuestas y no falta algo puramente mediterráneo como son las sepietas con algas y allioli de tinta. Un bocado que exhala frescura y gracias a ella encontramos un bocado exquisito. El toque del allioli, no hace sino agregar cierta intensidad, pero de manera muy tenue, en la calidad de estas sepietas, lo que prevale es esa frescura y una textura firme.
Nos presenta un arroz que en cierto modo podríamos tildar de trasgresor; arroz de atún marinado en soja y verduras, entre ellas bimbi, coliflor, ajos tiernos. En la elaboración del arroz también resalta su gran conocimiento, comenzando por la elección de la marca de arroz que nos es otra que Molino Roca, una arrocera que destaca por lo cuidado del pulido del grano, que garantiza la trasmisión del sabor del caldo y una sobremesa muy placentera.
El arroz transmite un gran sabor, delicado y equilibrado destacando el punto que le da a las verduras, sobre todo a la coliflor. El atún, para que mantenga la textura, se agrega en el último momento de la cocción, por lo que preserva el sabor propio. El toque dulce y vegetal del ajo tierno y del bimbi, no hace sino animarnos a seguir, cuchara en mano, disfrutando de tan brutal experiencia. Un arroz que sin duda se puede postular entre los mejores de la provincia de Alicante.
De postre y en Alicante nos decantamos por un helado, y yo sigo siendo muy fiel a las fresas con su propio jugo y coronadas por un helado de nata.
Hay que destacar la profesionalidad y la excelente elección de la propiedad del hotel al poner al frente de la cocina de Pocardy a un cocinero de la experiencia de Alberto García. Es posible que ahí radique el éxito de sus propuestas y la gran aceptación del público alicantino, que no duda en desplazarse a la playa de San Juan a disfrutar de una comida en un ambiente familiar y muy hospitalario.
Pocardy. (Hotel Almirante). Adva. Niza, 52. Telf. 965225661. Playa de San Juan (Alicante).
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