Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
3 octubre, 2021
Pedro G. Mocholí
Pocos locales de la ciudad trabajan los géneros y las materias primas que encuentras en el local de Paco Olivas, y su mujer Teresa Román.
No me salen más de 2 o 3 locales que compiten con Pirineos a la hora de ofrecer lo mejor de lo mejor.
Y lo hacen sin ruido, sin aspavientos, ni proclamando a los cuatros vientos que lo que ellos ofrecen es sobresaliente.
Son unos gregarios de lujo que cuidan y miman al cliente y ofrecen aquello que mejor se encuentra en los mercados.
Su carta tiene dos líneas bien diferenciadas; las propias que nos ofrece su cocina de mercado y de producto, y una más elaborada en la que también luce, y es fundamental el producto.
Elaboraciones sencillas, simples, donde se respeta al producto y su propio sabor; plancha, cocido, rebozado o al horno son las principales formas de presentar y trabajar que tienen Paco y Tere.
Una vez sentados podemos esperar la carta o que Paco nos cante la comanda indicándonos lo que hay del día, que hace apenas horas llegaba del mar.
Como detalle de entrada Tere sirve unos vasos de caldo de cocido, bien desengrasado, que sirven para abrir el apetito.
Acto seguido, nos llegan las ostras Gillardeau inmensas, carnosas, divinas, que nos inundan el paladar, dejándonos un tenue aroma a mar.
Muchas veces creemos que los productos delicatessen son los más caros. Siempre pensamos en caviar, foie, o chacina ibérica. Pero no. Unas simples alcachofas también nos puede trasladar a un inmenso gusto de placer sibarítico, y aquí sucede. Unas alcachofas cocidas y sobre las que Tere ralla un poco de trufa negra, para darle un toque más mineral, y que armonizan a la perfección con esos toques dulces, propios de las alcachofas.
Hay que reconocer que el nivel de las alcachofas de este año supera con creces al de campañas anteriores.
Las gambas a la plancha deberían de servirse cocidas. Buena parte de la calidad de este crustáceo se pierde en el calor de la plancha y en el exceso de sal con el que se cubre.
Seguimos con unos boquerones rebozados que alcanzan la plenitud, y una excelente fritura. Un punto perfecto que se consigue por varias razones; calidad y frescura del pescado, calidad del aceite, y cambio de este cada dos frituras. Gracias a estos mandamientos el rebozado es etéreo, liviano, gustoso y aterciopelado.
Y así seguiríamos disfrutando de las entradas de Paco y Tere, pero saltamos a cotas mayores que son los segundos. Y al igual que en el capítulo de entrantes la calidad sobresale.
Un paletilla de cabrito es mi elección. Mientras que unos compañeros de mesa se declinan por una chuleta de mamet o mamón (carne o ternera que en su alimentación solo ha intervenido la lecha materna y su textura es mantequillosa) y otro, se decide por una chuletas de cabrito rebozadas.
Callos de Bacalao
Mollejas a la parrilla
Además de lo que tomamos, también encontramos lubina, rape o merluza, y las formas de elaboración son variadas, pero en todos los casos, la calidad y la frescura se respeta.
La paletilla es tierna como un algodón, pero sabrosa, intensa, y su propio jugo es delicioso e ideal para mojar un poco de pan.
Las mismas sensaciones trasmiten la chuleta de mamet y las chuletitas rebozadas.
Además de trabajar y ofrecer género de primera, no podemos olvidarnos de que su bodega es una de las cinco mejores bodegas de la ciudad.
Paco y Tere son sumilleres y quieren que sus platos sean acompañados pro grandes vinos que, para alegría del comensal, se encuentran a unos precios más que interesantes; una doble sensación de felicidad.
Pirineos es ideal para disfrutar de la cocina de calidad, de producto y de las sensaciones frescas del género que a diario llega a su cocina, y que es tratado con una delicadeza absoluta y original.
Pirineos. Avda. de Campanar, 17. Tel.: 963 40 26 28. Valencia.
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2 comentarios en
Totalmente de acuerdo con su critica, yo sali encantado y con muchas ganas de volver a probar sus exquisiteces
Es uno de los mejores restaurantes de Valenvcia. Y sus dueños las mejores personas y profesionales excelentes. Con Paco y Tere, todo es fácil y bueno. Y por supuesto los mejores caldos.
Y sobre todo el mas esquisito trato personal, son como los osos de peluche, para acariciarlos sin parar.