10 septiembre, 2025

Texto: Mar Lafuente // Fotografía: Laura Lázaro
Si eres lector habitual de 5barricas, seguro que reconoces el nombre de Pedro García Mocholí, uno de nuestros colaboradores más inquietos y apasionados. Él es quien alimenta nuestra web con su particular visión del mundo gastronómico. Descubrió su pasión por la cocina muy pronto, fruto de los viajes de su antiguo trabajo como viajante de joyería, pero sobre todo gracias a la influencia de su padre, su madre y su abuelo. Lo que empezó como una afición terminó por convertirse en un modo de vida: una manera de trabajar, darse a conocer y, sobre todo, disfrutar.
Desde niño acompañaba a su padre a restaurantes emblemáticos de los años 80, como Casa Isidre en Barcelona, en plena efervescencia de la primera gran revolución de la cocina española. Con su abuelo recorría las calles de Valencia descubriendo sabores tan nuestros como el all i pebre, mientras que en casa su madre, excelente cocinera, convertía cada comida en una auténtica aventura.
Este viernes comienza para él una nueva etapa: su salto a la televisión, con un programa en À Punt en el que seguirá compartiendo sus propuestas gastronómicas para el fin de semana.
5barricas.- Tu vida profesional comenzó en el sector de la joyería. ¿Qué te hizo dar el salto a la gastronomía?
Pedro García Mocholí.- En el mundo de la joyería yo era viajante y al viajar por toda España tuve la suerte de conocer restaurantes fuera de Valencia. Y eso me pasó con 21 años, recién acabada la mili, alternaba la facultad con los viajes de trabajo. Esto me permitió descubrir otras cocinas: la catalana, la vasca, la gallega, la andaluza… Eso me dio un criterio bastante fundamentado y fue lo que me permitió luego dar el salto a la crítica gastronómica.
5b.- ¿Cómo fueron tus inicios ya como profesional en la gastronomía?
P.G.M.- Fue una coincidencia. Yo me movía con gente de la gastronomía como Antonio Vergara, Aitza Rocín o Rafa García Santos de San Sebastián… pero un día saludé a Ramón Palomar, que tenía un programa en Radio España, y me dijo: “Vente un día y charramos un rato en la radio”. Me invitó a pasarme por la emisora, un día me acerqué a saludar y, tras charlar en directo, me dijo: “Tú morcilleas muy bien”, “¿tú de qué sabes?”, y cuando le comenté que sabía de gastronomía me respondió: “Pues no tengo gastrónomo, pues venga, estás fichado”. Y así empecé. De ahí di el salto a la radio de Las Provincias, y en 2001 empecé a colaborar en el periódico bajo la dirección de Pedro Ortiz. Mi debut fue el 4 de noviembre de ese año, aunque ya había hecho algunas cosas con Rafa García Santos en Lo mejor de la gastronomía, y desde entonces han pasado ya 24 años.
5b.- De aquellos inicios, ¿hay alguna anécdota que te haya marcado?
P.G.M.- Creo que mi llegada en sí es una anécdota. Fue una serie de coincidencias, un efecto mariposa. Cuando saludé a Ramón Palomar nunca pensé que llegaría hasta donde he llegado. Después he vivido muchas anécdotas muy bonitas y momentos inolvidables con cocineros, periodistas, incluso con gente con la que ni en el más imaginativo de todos mis sueños hubiera imaginado coincidir.
5b.- ¿Algo de lo que aprendiste en tus comienzos lo sigues manteniendo a día de hoy?
P.G.M.- La honestidad. De verdad, hay que ser muy honestos. En este mundo donde todo el mundo quiere agasajarte, es fundamental mantener los pies en el suelo. Nunca debes pedir algo que no puedas pagar porque crees que te invitan. Creo que la honestidad es lo que nunca debe cambiar en un crítico gastronómico. Si me invitan y creo que la experiencia no va a salir bien, pido pagar; cuando un sitio no me convence, simplemente no publico nada. Esa ha sido siempre mi premisa, y tanto en Pedro Ortiz como luego Julián Quirós, en Las Provincias, como aquí ahora en 5barricas me lo han respetado.
5b.- ¿Cuál dirías que es el mayor reto al que te has enfrentado?
P.G.M.- Escribir en Las Provincias. Cuando Pedro Ortiz me dijo “empiezas la semana que viene”, supuso un gran reto porque llevaba mucho tiempo sin escribir de manera específica de un tema. No digo que en gastronomía haya un lenguaje ad hoc, pero sí que hay un lenguaje más directo. Realmente, cada vez que me sigo poniendo delante de un ordenador para escribir, es un nuevo reto.
5b.- Ahora empiezas una nueva etapa en tu trayectoria profesional, arrancas una nueva sección en À Punt. ¿Qué nos puedes contar?
P.G.M.- Me llamaron antes de verano y, si todo va bien, este próximo 12 de septiembre inauguramos un magazín los viernes por la mañana, de 10:00h a 13:00h. Dentro de ese magazín tendré una sección gastronómica de unos 15 o 20 minutos con propuestas para el fin de semana: ferias, restaurantes, jornadas, enoturismo… Lo haré con Clara Castelló, que es una clásica de Canal 9 en su momento. Lo que más me gusta siempre de empezar un nuevo programa o actividad, da igual el medio de comunicación, es dar a conocer la gastronomía valenciana, que además me parece que está viviendo un muy buen momento.
5b.- ¿Estás especialmente ilusionado con este nuevo formato?
P.G.M.- Sí, estoy muy ilusionado. Es mi bautismo en televisión y encima a este nivel… A mi edad y con mi trayectoria, empezar algo nuevo como la televisión es una ilusión y, a la vez, un reto. Y los retos hay que afrontarlos con ilusión y pensando que eres un afortunado de poder disfrutar de ello. Estoy convencido de que tanto en À Punt como yo estamos igual de ilusionados.

5b.- Hablemos de gastronomía valenciana. ¿Cuál dirías que es su sello de identidad?
P.G.M.- Sin arroz no seríamos lo que somos. Es verdad que dentro del mundo arrocero se han cometido aberraciones, con paellas baratas como reclamo, pero por fortuna esa situación ha ido cambiando y, hoy en día, en Valencia se pueden comer muy buenas paellas. También quiero romper un mito: no todas las paellas hechas en casas particulares son buenas, de hecho, yo he comido paellas horribles en casas particulares. La paella es imprevisible, posiblemente el plato más difícil que hay en la cocina porque requiere muchos pasos. A veces sale magnífica y otras, pese a hacerlo igual, resulta horrible.
5b.- ¿Cuál es el mayor desafío de la cocina valenciana?
P.G.M.- Mantener la personalidad de la cocina clásica valenciana, actualizando las recetas tradicionales sin renunciar a ellas. Para mí, un all i pebre clásico es insuperable y la paella valenciana es el summum. La gastronomía valenciana tiene mucho futuro si sabe mantener esa actualización constante y recuperar parte de la huerta, las verduras, las frutas, las hortalizas… todo lo que Valencia ha sido y sigue siendo.
5b.- Desde tus inicios hasta ahora, ¿ha cambiado la comunicación gastronómica?
P.G.M.- No tiene nada que ver a cuando empecé. Cuando llegué a Las Provincias nadie quería hacer gastronomía porque suponía salir del periódico y volver a redactar después. Pero de pronto la gastronomía se pone en boca de todos, se pone de moda, se llena de webs, canales, instagramers, youtubers, influencers… La gastronomía está viviendo un buen momento. Cuando veo a veces canales de Instagram o de YouTube y veo todo lo que hay, me hace gracia.
5b.- Por último, ¿qué consejo le darías a alguien que quiere dedicarse a la comunicación gastronómica?
P.G.M.- Que sea honesto. Que si le gusta, le gusta; y si no le gusta, que lo diga. Veo muchos influencers que en YouTube dicen que todo está buenísimo, y eso no puede ser. Tiene que haber criterio, recorrido, base. Y, sobre todo, honestidad.
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2 comentarios en
Magnífico reconocimiento profesional a Pedro Mocholi , un hombre honesto como gastrónomo y como persona.Mucha suerte Pedro
Hola Gabriel. Muchas gracias por tus cariñosas palabras. Espero estar a la altura. Un saludo.