16 febrero, 2024
Pedro G. Mocholí
Adentrarse en el universo Nozomi es mucho más atractivo de lo que a priori se puede pensar. Al cruzar su umbral te sumerges en los mercados nipones donde día a día se manejan pescados, ingredientes y elaboraciones llenas de calidad y sensualidad.
Sentado en la barra –la parte que más me gusta del local– ves a la totalidad de la plantilla, que al unísono sigue las directrices de Nuria, la directora de la orquesta que nos recuerda, gracias a su pulcritud y a la elegancia de su trabajo, al maestro de orquesta que dirige la Nacional de Viena el día de Año Nuevo, y que al ritmo de la Marcha Radetzky nos hace saltar de nuestro asiento disfrutando de elaboraciones pletóricas.
A Nuria y a su marido José Miguel los conozco desde que se iniciaron en la gastronomía japonesa en un humilde local en el barrio del Carmen: Sushi Home (C/ Sierra de Morella, 3).
Allí Nuria se atrevía con sus primeros Usuzukuri de Lubina con Trufa Blanca, un plato que sedujo a la mismísima Inés Ballester. Allí estuvieron varios años. Los visitaba con asiduidad, pues eran la mejor oferta gastronómica del barrio del Carmen.
Ese buen hacer, esa naturalidad y sobre todo esa humildad, les hizo crecer en lo profesional, dando un salto muy cualitativo y situándose en uno de los barrios que más apostaban por la gastronomía, el de Ruzafa.
Allí abrieron un local con pretensiones, cuidando la decoración en un estilo más Zen y minimalista, ampliando la carta y las propuestas, convirtiéndose en un restaurante de gran popularidad entre los valencianos y los visitantes foráneos. Encontrar mesa en él se hacía harto complicado.
Pero como dicen en los cuentos “no hay mal que cien años dure, y gente que lo pueda ver”, y por fin la conseguí, disfrutando en exceso de su cocina, de sus elaboraciones y de la gran madurez que había conseguido Nuria en apenas unos años.
A ello había que destacar la profesionalidad que desempeñaba José Miguel en sala, Nozomi ya era una liga mayor, mucho más exigente y estricta que la labor que desempeñaba en Sushi Home, pero se puso las pilas con gran profesionalidad, y en unos meses, su servicio no tenía nada que envidiar a los mejores jefes de sala de nuestro país.
En su carta podemos encontrar esa gastronomía japonesa que encuentras en sus mercados, en sus pequeñas tascas o en sus grandes restaurantes. Todos los años cruzan medio mundo para llegar al Japón y conocer de primera mano aquellos locales que destacan o aportan novedades de producto o de elaboración, y gracias a su sacrificio podemos conocer de primera mano las nuevas tendencias que nacen en el país del sol naciente.
Trabajan con naturalidad las ostras, ofreciendo varias elaboraciones. En mi caso, yo me decanto siempre por la ostra en tempura, un plato que consigue ese contraste de caliente, frito y frío que me apasiona. Además, las diversas texturas que consigue Nuria se me antojan adictivas, me tengo que contener para no pedir varias. El hígado de rape (Anko No Kimo) es otra de las entradas que siempre repito, la acompaña con una salsa cítrica como es la ponzu.
Las tempuras me apasionan, y sigo con ellas. Se preguntarán el porqué de dos rebozados. Muy sencillo, la precisión que consigue Nuria está alcance de muy poca gente, pues no encontramos ni un ápice de aceite en ellas. En esta ocasión nos decantamos por la surtida, encontrado de verduras, de langostinos, mixta o de ortiguillas. En todas ellas encontramos una gran minuciosidad y precisión tanto en el rebozado y su punto crujiente casi explosivo, por el que nos encantan tanto.
No perdonen el tartar de atún rojo del mediterráneo, la calidad del atún, unido a la mesura de sus aderezos; cebolleta, sésamo y salsa picante, hacen sin duda unos de los platos más excitantes del menú.
Seguimos siendo unos amantes de los usuzukuri, pues nos recuerdan a aquellas noches en el Sushi Home, y por supuesto seguimos siendo fieles al de dorada con furikake de shisho rojo y aceite de trufa blanca.
Luego seguimos con la especialidad de la casa, que no es otra que los nigiris sushi: caballa, lomo de atún rojo, chutoro, anguila con pimienta de sansho, cigala en caviar, gamba roja con sobrasada picante. Repetimos anguila, esta vez con foie, toro con mayonesa japonesa y cebollino, y para terminar, la ventresca de lubina con ajo negro.
Para terminar, nada más recomendable que un temaki sushi de vieira, con mayonesa japonesa, pepino y tobiko de wasabi.
De las muchas cosas buenas que tiene Nozomi, además de destacar la gran cocina de Nuria y el gran servicio en sala que encontramos, destacamos el trato que encontramos en todo momento, lo que nos recuerda un poco al espíritu japones y la filosofía zen que siempre acompaña a los japoneses en todos los momentos de su vida, y se lo digo de la propia experiencia que me trasmite mi querida cuñada Chie, japonesa de pura cepa.
El restaurante se ubica en la calle Pedro III El Grande, 11 (Ruzafa). Además, Nozomi permite reservas a través de su página web y su teléfono 961487764.
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Un comentario en
Pepa S. C. el 20 febrero, 2024 a las 4:33 pm:
Para mi, el mejor Japonés en Valencia, su cocina, su bodega, la profesionalidad de todo el personal ,además del ambiente creado tan personal. Me encanta, y siempre que alguien me pregunta por un restaurante japonés , es el primero que recomiendo .