26 diciembre, 2024
El mes de noviembre prácticamente ha sido arrancado de cuajo del calendario de todos los valencianos. Ayudar a los damnificados por la DANA o directamente intentar recuperar la actividad, se convirtieron en las causas más importantes para la sociedad valenciana. La actividad se paró por completo, tanto que la hostelería, con más de 1400 negocios afectados, ha cifrado en un 80% la caída de las reservas. También en el sector bodeguero los daños fueron notables, afectando directamente a la producción en algunos casos. Daños materiales tangibles, pero como decían algunos de los más afectados «afortunadamente sin daños personales».
Todos estuvimos un mes como anestesiados intentando ayudar y llegar a lo que «otros» no llegaban. Y allí estuvo la sociedad valenciana arrimando el hombro. Desde los agricultores con sus tractores a la generación de cristal con sus palas, pasando por las decenas de miles de voluntarios valencianos y llegados de todos los rincones de España. Mención especial merece la agricultura, que una vez más ha vuelto a estar a la altura. Los agricultores son una «especie» habituada a tenerlo todo y, en unas horas, no tener nada. Pero también saben que no queda otra que tirar para adelante con todo. Esos agricultores fueron los primeros en quitar barro y en ayudar a sus vecinos primero, y al resto de afectados después.
Y todo eso es lo que ahora tenemos que recordar. Es momento de consumir producto local. De comprar en el comercio local. De cenar en el bar del barrio o el restaurante del barrio. Ahora más que nunca es momento de consumir producto de cercanía. Es momento de que pongamos nuestro granito de arena para que todo pueda arrancar. Es difícil vivir en esa dicotomía con la tragedia tan presente. Pero también es la única manera de seguir adelante. La actividad tiene que arrancar o estaremos acabando de sepultar a esos pequeños negocios locales. Y no es un ataque gratuito de chovinismo. Es que el producto local garantiza una notable calidad. También es momento de mirar el origen de lo que compramos en las grandes superficies. Y que nadie nos engañe. El origen a la vista y bien grande. El resto es cobardía y darse golpes en el pecho que pudieran parecer puro oportunismo.
Es tiempo de solidaridad. Pero no ahora, van a venir meses de necesaria solidaridad. Muchos meses seguramente. Pero ya hemos demostrado que apoyándonos unos en otros somos más fuertes. Valencia es tierra de emprendedores que saben resurgir de las cenizas. Nos hemos levantado muchas veces y lo volveremos a hacer… y lo haremos juntos.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
0 comentarios en