Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
18 diciembre, 2020
Jaime Nicolau
Que la bobal es una variedad que está de moda es algo que ya nadie discute. La variedad autóctona de Utiel-Requena (y las vecinas DO manchegas) gana adeptos entre los amantes del vino y los prescriptores internacionales gracias al buen trabajo que realizan desde hace años enólogos y bodegueros. Ya os hemos hablado de algunos de los más clásicos y populares, reconocidos constantemente por la crítica. Hoy queremos abrir un ventana a sorprender y ayudarte a sorprender, con bobales con los que el triunfo está garantizado estas fiestas.
Abriríamos este TOP10 con el Bobal de Pigar. Esta bodega familiar tiene en Juan Requena su corazón, un emprendedor que eligió buscar su propio camino con las hectáreas de viña de su familia, especialmente los bobales viejos. Elegancia, viña vieja y tipicidad.
De la mano de Jiménez-Vila, otra de las firmas revelación de Utiel-Requena, atrévete con La Novicia, un vino elegante y a la vez fresco, que proviene de viñas viejas de bobal y reposa en barricas bordolesas de 225 litros de roble francés durante tres meses.
Materia es la bombazo de bobal de viñas de 80 años que lanzaba hace solo unas semanas Chozas Carrascal. Julián López Jr. llevaba años preparando un producto excepcional, con contraetiqueta de Utiel-Requena y 95 puntos en la reciente Guía Peñín.
El Indulto, bobal en estado puro, de los viñedos más viejos de Bodegas Sentencia, supone la interpretación del lado más delicado y elegante de la variedad autóctona. Su nombre hace alusión a una época en la que estas parcelas eran arrancadas. Alberto Pedrón la indultó.
Living Bobal 0% es la cara más desenfadada de esta variedad. Llega de la mano de Bodegas Iranzo, que cuenta con otros bobales de corte más clásico. Es un tinto que destaca por su frescura y su carácter «extrovertido» que invita a ser disfrutado en buena compañía.
Maloco es el bobal ecológico de Finca Cor Ví. Cuatro meses en barricas de roble francés nuevas y dos meses más en huevos de arcilla, redondean un producto que ya ha cautivado a la crítica, elegido como uno de los 30 mejores vinos del año, según la publicación Fuera de Serie en su número de noviembre.
Pasiego Bobal representa la fórmula artesana, esa pócima mágica que guardaba en secreto el alquimista siglos atrás. Reposa en la calma de su Sinarcas natal envejeciendo en barricas de primer y segundo año, de roble francés, húngaro y americano durante 12 meses.
La Casa de la Seda representa el enorme abrazo de Bodegas Murviedro a sus raíces requenenses. Proviene de la Finca El Ardal con bobales plantados hace más de siete décadas. Envejece por partidas en fudres de madera, huevos de hormigón y tinajas de barro. Elegancia y pureza.
Manzán es el canto a la bobal de Casa Lo Alto. Un paraíso para la viña con parcelas mágicas de viñas viejas extraordinarias y suelos arcilloso-calcáreos y pobres en materia orgánica, que interpreta como nadie el enólogo Víctor Marqués.
Le Bobal es la apuesta de Bodegas Dussart Pedrón. Proviene de un viñedo en vaso de 71 años. Ha sido uno de los vinos destacados en sus añadas 2017 y 2018 por Robert Parker o la Guía Peñín. Representa la esencia de un proyecto de poca producción y mucha alma.
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