Navarro Bodeguero, tradición de generación en generación

Pepelu González

La ciudad de Valencia esconde entre sus calles lugares magníficos donde perderse. Rincones en los que, al menos durante un rato, detenerse debería ser una obligación. Es el caso de Navarro Bodeguero. Situada en la Avenida Cardenal Benlloch 100, a escasos metros de Blasco Ibáñez y con una inconfundible fachada de cerámica en tonos sepia, adornada con motivos florales y vegetales, guarda el encanto clásico de una tienda de barrio. En ella, los vinos, cavas, champagnes, licores y demás brebajes de alta graduación cobran vida cuando su propietario, David Navarro, habla de ellos.

Fue fundada, en 1960, por Vicente Navarro. La historia cobra un mayor sentido cuando eres conocedor de que este nació en una bodega en Campo de Criptana, Ciudad Real. El mundo del vino estaba en su ADN y, por ende, la profesión también. 61 años después, la tercera generación es la que se encuentra al frente de este enigmático local. Navarro Bodeguero tiene como filosofía principal ofrecer productos de calidad con un trato cercano y de proximidad. Entre sus clientes no sólo encontramos a la gente del barrio, sino también extranjeros que buscan productos especiales o restaurantes de la ciudad de Valencia.

Entre sus numerosas estanterías encontramos un sinfín de productos. Principalmente reinan los españoles, aunque también podemos encontrar elaboraciones de otras regiones del mundo. Amante del whisky y del buen bourbon, David Navarro nos cuenta innumerables detalles y características de las joyas que podemos encontrar en su tienda. Desde un The Macallan Oscuro, hasta un Laphroaig de 25 años. Destilados aptos para los paladares más exigentes. Las ginebras, los vodkas y los rones son los encargados de flanquear a estas bebidas espirituosas.

David Navarro posa junto con alguno de sus whiskys más selectos

En los años ochenta, fue su padre el encargado de colocar en la tienda una estantería encargada de albergar, única y exclusivamente, vinos valencianos. Una auténtica epopeya debido a la dificultad de encontrar, en aquella época, elaboraciones de la tierra embotelladas.

Conocedor de todos y cada uno de los vinos que tiene en su local, hace especial hincapié en los vinos valencianos, principalmente en los rosados, puesto que ya nos acercamos a la época estival y ya empiezan a apetecer esas elaboraciones tan frescas. Por ello, decidimos catar tres de estos productos: Ciento Volando, de Bodegas Fernández Pons  y  Los Frailes rosado monastrell, de Bodegas los Frailes por parte de la D.O. Valencia. De la D.O. Utiel-Requena se escogió un Aula Bobal Rosado, de Bodegas Coviñas, un vino con delicados aromas frutales a fresas y frambuesas, perfecto para maridar con pastas o arroces. De color asalmonado y aterciopelado, estos fueron los encargados de protagonizar una cata pensada para esos días de playa, donde el sol comienza a enrojecer y dorar nuestras pieles, el calor nos deshidrata y necesitamos refrescarnos, con urgencia, en cualquier bar que se encuentre a orillas del mar.

Tras un año más que complicado, David Navarro ha sabido virar a la perfección su idea de negocio. Gracias a su tienda online, Navarro Bodeguero, buscó cambiar la idea de consumo para así poder seguir llenando las neveras y cavas de sus clientes. En ella se pueden encontrar, exactamente, los mismos productos que existen en su local, dando, de este modo, unas mayores facilidades a todos aquellos que se encuentren más reticentes a la hora de salir de casa.

En el trasfondo de la tienda nos muestra sus productos premium. Vinos de guarda blancos y tintos dignos de ser los buques insignia de cualquier bodega que se precie. Elaboraciones difíciles de encontrar, de reserva o de autor. Unos productos que, entiende, permanecerán en su tienda durante varios meses.

David Navarro muestra una de sus ‘joyas de la corona’, un Sauternes Chateau D’YQUEM 2004

Sus estanterías no solo albergan miles y miles de diferentes referencias de vinos y alcoholes. Elaboraciones gourmet de temporada, aceites de oliva virgen extra o latas de conserva, se hacen hueco entre los diferentes productos de la tienda. Y es que, David Navarro no solo es un entendido en los productos de alta graduación, sino que muestra una increíble devoción por todo lo que esté asociado con la gastronomía, principalmente, por los aceites.

Un lugar donde se sienten nuevas sensaciones, una experiencia que viene acompañada de los detallados apuntes que el propio David Navarro realiza de cada una de las botellas que hacen de esta histórica tienda, un auténtico museo del vino y del licor.

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