11 abril, 2019
La Asociación Valenciana de Enólogos ha elegido a Mapi Domingo como mejor enóloga del año de la Comunidad Valenciana. Forma parte del excelente equipo que ha formado Bodega Sierra Norte, que este año cumple su 20 aniversario, y que capitanea Manuel Olmo. Siempre ha preferido ser “actriz secundaria”, con todas las connotaciones positivas que ello tiene, a aspirar al Óscar, pero en esta ocasión han sido sus compañeros de profesión los que han querido reconocer su trayectoria con este importante reconocimiento.
Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad
La Asociación Valenciana de Enólogos ha elegido a Mapi Domingo como mejor enóloga del año de la Comunidad Valenciana. Forma parte del excelente equipo que ha formado Bodega Sierra Norte, que este año cumple su 20 aniversario, y que capitanea Manuel Olmo. Siempre ha preferido ser “actriz secundaria”, con todas las connotaciones positivas que ello tiene, a aspirar al Óscar, pero en esta ocasión han sido sus compañeros de profesión los que han querido reconocer su trayectoria con este importante reconocimiento.
5barricas.- ¿Qué supone un reconocimiento como este que te otorgan tus compañeros?
Mapi Domingo.- Es muy importante que te lo den tus compañeros, y no por un logro puntual sino por toda una trayectoria y dedicación. Tengo claro que un reconocimiento así no llega porque seas único e irrepetible, yo lo veo más como un premio a toda la gente de la que me he rodeado y con la que he ido formándome como profesional.
5b.- ¿Cómo llega Mapi al mundo del vino?
M. D.- Pues por una combinación de factores. Es una profesión que ya conocía, ya que mi hermano también es enólogo y porque la Escuela de Enología está en Requena. En casa hubiesen preferido que fuese secretaria, pero me decanté por estudiar enología. Me hizo la matrícula Dani y ahí nos conocimos, por cierto (Dani Expósito, su marido y enólogo de Dominio de la Vega). Y una vez empiezas, el de la Enología es un mundo tan apasionante, que te atrapa. La Escuela de Requena es una referencia nacional y allí estudiaba gente de toda España que se quedaba una temporada a vivir en Requena, y eso une mucho. Creo que eso influye luego a la hora de ser “colegas”. Cuando acabé, ya estaba trabajando en Torre Oria, y me llegó una oferta de Agrovin, y esto dio paso a una etapa muy fructífera que me permitió conocer el mundo del vino desde otra perspectiva. Me abrió mucho la mente. Conocí a los mejores profesionales y aprendí muchísimo. En esa etapa, Dani y yo pusimos en marcha el proyecto Pagos del Molino, porque nos apetecía mucho elaborar el vino de nuestra boda. Y en 2005 me llegó la oferta de Manolo (Manuel Olmo), y desde entonces formo parte del equipo técnico de Bodega Sierra Norte.
5b.- ¿Os lleváis mucho mejor los enólogos de lo que la gente cree?
M. D.- Por supuesto. Esto ha evolucionado mucho. Cuando eran químicos más que enólogos, sí que guardaban mucho secretismo, pero cuando las nuevas generaciones de enólogos tomaron las riendas la relación se abrió mucho más, y lo cierto es que actualmente compartimos muchas experiencias, aunque trabajemos en bodegas distintas. Estoy segura de que esto ha servido para que el sector evolucione muy rápido. Y nos apoyamos los unos a los otros, somos una gran familia con una cercanía muy bonita.
5b.- Cada vez más, ¿las mujeres habéis roto las barreras del mundo del vino?
M. D.- Que en el vino trabajan mayoritariamente hombres es un hecho, pero yo siempre digo que en mi caso me he sentido muy valorada y respetada desde el principio. Diciendo las cosas con criterio, seriedad y respeto, nunca he tenido ningún problema y además siempre me he sentido muy arropada.
5b.- ¿Es el mundo del vino el arma contra la despoblación?
M.D.- Sin duda alguna. Una zona productora de vino como Utiel-Requena, la tercera de España, ofrece grandes oportunidades de desarrollo, ya no solo por la elaboración, sino también por proyectos asociados, como el enoturismo, que ahora mismo están siendo todo un impulso en las zonas rurales. Sin embargo, creo que la gente que vivimos en el medio rural debemos hacer algunas reflexiones, porque hay aspectos que nos lastran. Para empezar, debemos dignificar la figura del viticultor, como en otras zonas en las que están reconocidísimos. Son profesionales con muchísimo conocimiento y experiencia. Creo que también deberíamos hacer un esfuerzo por formar a la hostelería para que el vino sea tratado en la zona con la importancia que tiene, porque tenemos delante unos consumidores que, cada vez más, buscan una oferta profesionalizada y de calidad.
MANUEL OLMO: «MAPI ES UNA EXCELENTE ENÓLOGA Y MEJOR COMPAÑERA»
5b.- ¿El mensaje a los jóvenes sería “se puede vivir del vino sin tener que abandonar tu origen”?
M. D.- Por supuesto. Podemos y debemos vivir del medio rural. Pero lo primero que tenemos que hacer es creérnoslo y estar orgullosos de nuestro origen. Las zonas rurales cuentan con aspectos que las hacen únicas e irrepetibles, y en esos factores diferenciales hay muchas oportunidades de emprendimiento.
5b.- ¿Qué aporta la visión de Mapi a un vino?
M. D.- Te diría que la chispa y el nervio. Y por supuesto, también la sutileza y elegancia. Cuando participo en la elaboración de un vino, me encanta dejar hablar a la uva, con sus aromas, sus aportes y matices, y acompañarla después de la tecnología y conocimientos adecuados para conseguir su máxima expresión.
5b.- Este año ya era especial para vosotros con el 20 aniversario de Sierra Norte. ¿Qué supone para vosotros?
M. D.- Viviendo el presente y mirando al futuro constantemente para llegar a todos los objetivos. Calderón, la nueva bodega que pronto inauguraremos, es una joya, un proyecto con el que estamos avanzando con paso firme y sin prisas, porque queremos hacerlo todo muy bien. En La Roda y en Jumilla también se ha hecho una inversión notable en enoturismo, y estamos muy ilusionados. Es importante mostrar lo que hacemos.
5b.- Han pasado 22 años. ¿Qué ve Mapi cuando mira atrás?
M. D.– Que ha valido mucho la pena. Lo repetiría todo, paso por paso, incluidos los errores.
5b.- ¿Qué te ha dicho Manolo (Manuel Olmo, alma mater de Sierra Norte)?
M.D.- Hemos encontrado una absoluta complicidad. Siempre ha confiado mucho en mi trabajo. No somos de decir mucho, pero con una mirada o un gesto está todo dicho. Sé que está orgulloso.
5b.- Teniendo en casa un enólogo brillante como Dani, ¿qué te ha dicho al enterarse del premio?
M.D.- Está muy orgulloso también. Ambos tenemos los pies en el suelo y somos trabajadores incansables que nos dejamos el alma en lo nuestro, así que reconocimientos así nos motivan aún más para seguir haciendo las cosas tal y como las sentimos.
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