26 septiembre, 2017
José Antonio López
Que más sabe el diablo por viejo… y es que hay que respetar las canas (en este caso ausentes canas y no canas) y lo que hay debajo de ellas. Me llama mi amigo Julián, ganador en mil batallas gastronómicas en toda España y genio de los vinos, aceites, embutidos, panes y lo que se le ponga por delante en el terreno gastronómico, y me invita a un establecimiento que lleva pocos meses reinaugurado. Por cierto, Julián es uno de esos jóvenes que yo quisiera ser cuando sea mayor.
Les hablo de Macabeo, que está en la calle Grabador Esteve, 33. Juntito a Cánovas.
Me dice que me va a cautivar. Palabra de maestro. Voy y vuelvo. Los días de las reinauguraciones son muy pesados. Hay que ir al día siguiente para comprobar que nada está hecho para la ocasión sino que el nivel es tan alto como el día de la marabunta.
Me sigue ilusionando encontrar sitios normales donde poder disfrutar de unas buenas instalaciones. Sin estridencias, sin aglomeraciones y, si las hay como es el caso, que no se noten. Son, si me permiten, «otros sitios maravillosos que hay que conocer».
Les digo que reconocerán rápidamente el local. Tiene una entrada maravillosa donde uno deja los problemas antes de entrar a…lo que surja. Desde las ocho de la mañana, Macabeo está abierto. Esto significa que el primer café de la mañana, el almuerzo, la comida, la copa, le cena y la tertulia posterior está al alcance de las personas… que quieren tranquilidad y buena gastronomía sin más pretensiones que la satisfacción propia y de los amigos.
Todo es blanco e inmaculadamente limpio. Hay más dentro de lo que se ve fuera. Hay una razón de peso que comienza con un pequeño detalle: el pan se elabora diariamente, en el mismo local y como eso, algunas cosas más que tendrán que descubrir ustedes.
El detalle, marca la diferencia.
Alejandro Rodríguez y Jorge Sanz no nacieron ayer en la hostelería, aunque son muy jóvenes en la edad. Amables, educados, entregados…su mejor secreto está guardado al final del local. Un santuario al aire libre, donde se puede soñar y compartir realidades.
En la puerta quedan las preocupaciones. En el interior, paz. En la trastienda, ilusión.
Esta es una obra de Alejandro (hay más negocios de hostelería, pero todo a su tiempo), que es arquitecto. Cuando llegó el momento de Macabeo estuvo sentado en el suelo de su imaginación colocando aquellos detalles y quitando lo que no debe estar ahí. No ha sido fácil, pero es…sencillo. Poco más se puede pedir.
Jorge ama la cocina. Le gusta innovar. Le encanta recordar. Se ha “quemado las manos” en más de un fogón y su juventud le lleva a descubrir nuevas formas de dar de comer…bien.
Esto es Macabeo.
“Es una invitación disfrutar de un nuevo concepto de comida casera, preparada al momento, con ingredientes frescos y naturales”.
Y hablamos de unas Bravas Macabeo o el Pulpo troceado con patata al all i oli con pimenton de la Vera y flor de sal ahumada. Del jamón ibérico selección Macabeo (te mato Julián) junto con los surtidos de ibéricos y bocados de queso de cabra fritos con confitura de tomate.
¿Creaciones? Amor e ilusión. Creatividad y entrega. Pasión… Lo que es la cocina. No hay más.
Las tostas de sobrasada crujiente, las de jamón Ibérico, la crujiente de pollo de corral, la de secreto ibérico, la de manzana verde con sardina en conserva o la de salmón sobre mouse de queso a las finas hierbas… Tendrán que venir a probarlas porque hago una descripción rápida de las mismas, otra cosa y es lo que te sublima, es probarlas.
Las ensaladas de brotes variados con pollo marinado o con jamón ibérico o con tomate valenciano… Sí, se me quedan varias en el tintero como me ocurre con la selección de pizzas que hay hasta para tener problemas a la hora de decidirse por una u otra.
Y en el intermedio, paz y amistad. Usted puede disfrutar de su almuerzo, comida o cena…sin que nadie le moleste.
Atrévase con los sándwiches. El Campero, el Vegetal, el Cheek-Stew, el Báltico, el… todos preparados en el momento y siguiendo una selección de producto y una muy cuidada elaboración del mismo.
Jorge sigue en la cocina y tiene una sensibilidad especial que te hace confiar en él, incluso para los postres. Alejandro y Jorge están enamorados de sus masas para pizzas, pan, sándwiches y también de su café y de sus postres.
Aquí tienen la tarta de manzana, el carrot con crema de queso, el timbal crujiente de galleta o el cheesecake casera con aroma de licor y confitura de arándanos.
«Ojalá cada bocado que des a alguno de nuestros productos sea una nueva experiencia para ti».
Macabeo está en Grabador Esteve, 33. Junto a la Plaza de Cánovas. Su teléfono de contacto es el 963 364 093.
Que lo disfruten.
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