25 febrero, 2022
Berta M.ª López / Vídeo: Pedro R. Arias y Fernando Murad.
Nos desplazamos hasta un barrio encantador con aire de pueblo en medio de la céntrica Valencia: estamos en Benimaclet. El ambiente universitario aporta esa juventud de contraste a las casas adoquinadas con su zona de huerta. Allí todo es distinto, como los locales que habitan en ella. Apoyada en una puerta de madera espera Alma Vidal, artífice de un proyecto que «respira hogar», de nombre Letras y Vinos. La aventura comenzó en 2019 aunque la idea podría cumplir «las bodas de plata» porque lleva fantaseando con la idea desde hace mucho más que su puesta en marcha. Letras y Vinos creció con una pandemia de por medio que no consiguió frenarle «aunque todavía se siguen recuperando» y tres años después Vidal sigue al frente de su gran apuesta, incluso con más ganas que el primer día.
Arte, disfrute y variedad de opiniones componen los tres pilares básicos de una vinoteca que acepta la cultura como nexo con el magnífico mundo vinícola. Estudió Historia del Arte para acabar reuniendo en un local tantos relatos como expresiones capaces de maridar con vino, un «momento tan placentero que le parecía egoísta no compartir». La docencia configuró gran parte de su vida, viajó y lo hizo acompañada siempre de los libros, pero un «divorcio laboral» le devolvió a su tierra natal de manera afortunada. Alma define a la perfección la persona «terremoto»: activa y dedicada a su negocio, siempre pendiente de que todo el que entre esté servido. Ya nos hemos presentado, pero esta charla comienza de forma peculiar, podría decirse que al revés, pues nos da las gracias antes de empezar y nos recibe con una copa de vino en la mano porque sabe conquistarnos desde el primer minuto. Tenemos el placer de abrir el paladar con Audiencia, una bobal de Utiel-Requena y un monovarietal monastrell de Bodegas Murviedro, Sericis.
Directa y sincera, habla sin tapujos porque sabe lo que se juega: «yo no tengo ningún vino que esté malo y eso hace que los clientes se dejen asesorar», comenta Vidal. En los locales de barrio, la confianza es fundamental para hacer crecer las raíces y eso va tan ligado a su personalidad que no debe forzarlo. Unos consejos que a veces también vienen dados por parte de los bodegueros que le suministran las referencias y con los que siempre queda «encantada». En sus baldas reposan diferentes denominaciones de origen, principalmente vinos valencianos para que la gente pruebe «lo nuestro», pero sin dejar de lado nombres tan afamados como Ribera del Duero, Rías Baixas, Somontano o Bierzo. Alma intenta que «todas las uvas aparezcan representadas por lo menos en algún vino».
Su público es variado en edad y gustos, pero reúne una serie de valores comunes que forman parte de su magia: «son fieles, pacientes y respetuosos». Todo el mundo que sepa apreciar su mensaje es bienvenido, una filosofía que se ve reflejada en cada uno de los detalles del local hasta la «vajilla personalizada» que homenajea los libros. Made in Valencia, Susana Gutiérrez diseñó las tablas sobre las que sirve los ibéricos «de Ruzafa» con páginas de libros importantes para Vidal o los lomos de los tomos más influyentes en su crónica vital. «Todo realmente está muy vinculado a lo que es la emoción y los sentimientos», cuenta Alma. Reconoce con alegría que el vino necesitaba de este tipo de locales para renovar un sector que estaba «un poco estancado y asociado a gente mayor, un pensamiento anclado en las viejas costumbres», afirma Alma Vidal. El lado positivo: cada vez hay más gente que consume vino; una ampliación de demanda que se ve motivada por el incremento de innovación y el surgimiento de nuevas bodegas con una extensa gama donde elegir.
Alejandro Palomas, premio Nadal, recitando en directo su último poemario ‘Una flor’.En Letras y Vinos maridan principalmente con literatura, pero también abren las puertas a otras disciplinas como la música con conciertos en vivo, y es que el piano, además de decorar también pone la melodía en los días festivos. En febrero tuvieron actividades muy importantes como la visita del Alejandro Palomas, premio Nadal, para hablar de su último poemario ‘Una flor’. Pero también fue un mes donde se escuchó en directo la música de Guillermo Raro mientras el pintor Miguel Hernández dibujaba sobre el lienzo. Además, también se celebraron maridajes poéticos musicales con la presencia de figuras como Ángeles Chacón y la sumiller Danay Hernández de León con quien elabora «catas emocionales» donde juegan con las palabras mientras suena el piano de Guillermo Raro. Después del gran repertorio de eventos de febrero, marzo se presenta con una agenda llena de nuevas actividades, presentaciones de libros y maridajes muy especiales con poesía incluida. En lo referente al vino, este próximo mes experimentarán con espumosos con los que tienen pensados hacer un maridaje poético musical.
Es momento de despedirnos, pero antes le ofrecemos un brindis y como no era de extrañar se aleja de intereses individuales para pensar en esa ansiada normalidad «para todo el mundo» y el deseo porque «la gente esté sana, tranquila y segura». Inquietudes humanas y una alusión al bien plural que hablan indirectamente de esa forma de ser tan cercana. El dicho «siempre volverás al lugar donde fuiste feliz» nunca tuvo tanto sentido; el regreso a su Valencia querida después de sus vivencias andorranas para hacer tangible el sueño de convertir una librería en el punto de encuentro de los amantes del vino. ¡Que tu proyecto continúe mucho más tiempo!
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