28 febrero, 2019
Según un estudio de la consultora Kantar World Panel, dos de cada tres españoles ya compran comida a domicilio y el 7% de las comidas de los restaurantes ya se dirigen a la casa de los consumidores. Esta tendencia ha hecho que la oferta gastronómica se amplíe y, además de las típicas pizzas y hamburguesas, pidamos platos elaborados o recetas más tradicionales como una tortilla de patata.
Para toda esta variada oferta, la buena noticia es que todo este tipo de comidas maridan estupendamente con vino, solo hay que saber cómo combinarlos. Según Susana Rodríguez, gerente del espacio de Vinos y producto Gourmet De la Tierra al Vino. Toma nota y pasa de una cena rápida a una extraordinaria con vino:
Nachos con guacamole: Los nachos con guacamole maridan con un blanco sobre lías o joven. La untuosidad de esta receta mexicana pide a gritos la frescura de grandes Albariños, Verdejos, Godellos, Viuras…
Sushi: En cuanto a la estrella gastronómica japonesa, la mejor opción es un rosado o, en un momento dado, un espumoso.También es buena opción, un fino es una opción novedosa que poco a poco está enamorando en el mercado nipón.
Pizza: Este plato italiano cuenta un sinfín de variantes dependiendo de los ingredientes que le pongamos. El vino que nunca falla es un rosado o un tinto joven frutal que nos limpie de tanto queso y orégano.
Hamburguesas: Si optas por el plato típico norteamericano, recomendamos que lo acompañes con un tinto joven o un crianza.
Aceitunas: Las tan socorridas aceitunas, maridan con un blanco, un vermut y, por supuesto, un fino o manzanilla.
Embutidos: El jamón, el fuet, el lomo o el chorizo, pueden acompañarse con un tinto con cuerpo y de crianza.
Tortilla de patatas: Un poco más elaborada pero siempre presente en todos los hogares españoles, ya seas de la tortilla de patatas con cebolla o sin cebolla, este plato marida con casi todo: un rosado, un blanco frutado o un tinto joven e incluso un crianza. Es nuestra receta patria y como tal, el vino es su mejor pareja.
Empanada: Las más típicas son las de empanadas gallegas de carne o de pescado, pero al igual que la pizza, hay cientos de rellenos. Acompáñala con un vino con cuerpo, un tinto con crianza o blanco con barrica, y si es de la tierra, mejor.
Salados: Ya sean patatas fritas, frutos secos o palomitas, marida todo lo salado con un tinto con poco cuerpo, un rosado sin barrica, un blanco suave, un espumoso o un Txakoli.
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