27 abril, 2021
Por el Día Internacional de la Madre Tierra, la Ruta del Vino de Alicante puso el foco en las amenazas, tanto climáticas como humanas, que afectan al paisaje del viñedo alicantino. Para ello ha puesto en marcha seis video-entrevistas a personajes relevantes de distintas bodegas que dejan constancia de la afectación, en mayor o menor medida, que el cambio climático tiene sobre sus cultivos. Además, explican cuáles son las estrategias que siguen para mitigar los efectos de dicho cambio.
Unos videos en los que, además de dar voz a esta problemática global, también han expresado su preocupación por otros fenómenos por los que se están viendo gravemente afectados: el aumento de solicitudes de instalación de placas fotovoltaicas en sus territorios. Los más afectados están siendo los viñedos de Villena, Salinas y Monóvar, donde está previsto que se instalen varios campos de placas que ocuparían hasta 500 hectáreas.
Con esta iniciativa, la Ruta pretende dar a conocer la problemática y sensibilizar sobre una cuestión que afecta a toda la población, como es la desaparición de un paisaje agrícola con un valor histórico y cultural incalculable, tal y como se le conoce a día de hoy.
“Para los enoturistas es fundamental el contacto con el campo, el poder realizar actividades en el viñedo durante todo el año, poda, vendimia, etc. y especialmente en estos momentos en los que cada vez más nos demandan experiencias al aire libre” ha expuesto María Miñano, la actual presidenta de la Ruta del Vino de Alicante.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Alicante, Antonio M. Navarro, también ha aportado su punto de vista “son muchos los viñedos afectados, en el Alto y Medio Vinalopó, que, a pesar de contar con sus protecciones ambientales, están siendo vulnerados. Los agricultores compiten con tentaciones de empresas que les ofrecen alquileres a largo plazo, que rivalizan, a su vez, con el rendimiento de la viña que, lógicamente, es menor. En definitiva, solicitamos a las administraciones una mejor regulación y una protección real del paisaje vitícola alicantino con el fin de garantizar el futuro de nuestro viñedo”.
Una iniciativa para dar voz a todas las bodegas que están sufriendo estas problemáticas y que se ha podido realizar gracias al apoyo que la Ruta del Vino de Alicante recibe del Patronato de Turismo de Alicante – Costa Blanca.
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