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«La pol\u00c3\u00adtica energ\u00c3\u00a9tica se puede convertir en un cuchillazo al vi\u00c3\u00b1edo»

23 junio, 2021

Mar Lafuente

Desde el pasado marzo, el mundo del vino valenciano está luchando y alzando la voz para hacer frente a una situación que amenaza a los viñedos de la Comunitat Valenciana: la implantación de megacampos de placas solares en territorio de cultivo de vid. El paisaje alicantino es uno de los más afectados, más del 50% de las hectáreas susceptibles para renovables en nuestra Comunitat se encuentran en esta provincia. Hoy nos tomamos una copa de vino con el Presidente de la Denominación de Origen Protegida Alicante, Antonio M. Navarro, para que nos cuente los riesgos que conlleva la proliferación de campos solares en el territorio alicantino. Porque estos grandes proyectos no solo amenazan al paisaje, lo hacen también a la historia y la tradición de siglos que hay detrás.

5barricas.- ¿Qué supone para el territorio y el paisaje alicantino la implantación de megacampos de placas solares?

Antonio M. Navarro.- La previsión que tenemos con la instalación de los megacampos es que desaparezcan muchos de los parajes de cultivo de vid de la DOP Alicante en municipios como Villena, Monóvar, Salinas o los Hondones. Se trata de campos de más de 100 hectáreas que arramblan los cultivos que encuentran a su paso. Son proyectos muy agresivos para el territorio. Combinan mucha extensión, colocación de elementos metálicos en su suelo e infraestructura enterrada, acumulación de calor al suelo, tratamientos para que no crezcan ni hierbas y, por lo tanto, ya no solo es la alteración de un paisaje, que es lo que más se está comentando a nivel popular, sino más grave, es el empobrecimiento del suelo.

5b.- ¿Por qué se debe proteger el viñedo?

A.M.- Nuestro viñedo es un cultivo inteligente. No está ahí por una razón de rentabilidad, que sabemos perfectamente lo difícil o imposible que es en estos momentos. Pero está adaptado a las condiciones de este suelo calcáreo. Las raíces se adaptan a este suelo como verdaderas supervivientes, tiene un bajo consumo de agua, un aprovechamiento del sol en verano para dar frutos, un invierno de “hibernación”, un aprovechamiento de su madera, pocas plagas… El monastrell nuestro es un cultivo adaptado a la zona tanto como las aves, la flora o la fauna. Por lo tanto, en estos valores, está la necesidad de protegerlo. Es un viñedo de monastrell único en el mundo por sus razones medioambientales. Además de que mantiene el suelo fértil, que es aún más importante para la protección medioambiental del territorio. El suelo en cultivo es, según la ONU, un elemento escaso a proteger en cualquier parte del mundo. Y más aún en el mediterráneo. ¿Cómo se puede obviar estas consideraciones impulsando proyectos destructivos con él en una zona amenazada de desertización?

5b.- Y si hablamos de la cantidad de hectáreas que se quieren poner en el viñedo alicantino… 

A.M.- Hemos calculado que pueden afectar en varios años a entre 3.000 y 5.000 hectáreas en la zona del Vinalopó medio y alto. Ya hay arranques solicitados por unas 100 hectáreas sin haberse aprobado los proyectos en Monóvar. Y en Villena, donde hay más viñedo, se puede multiplicar. Afecta a varios cultivos, además.

5b.- ¿Cómo se ha llegado hasta esta situación?

A.M.- Es lo que no entendemos y lo que estamos intentando transmitir a las administraciones implicadas. Porque sí, hay un problema de rentabilidad muy difícil de solucionar y en donde tenemos poco margen de maniobra. Hay muchos implicados en hacer que el precio de la uva siga estancado desde hace 60 años. Pero esto es una tarea a tratar entre todos y más aún en la Comunidad Valenciana.

Solo entendemos que la administración juega con un “postureo verde” queriendo decir que son muy impulsores de renovables y muy modernos con eso. Cuando en realidad es totalmente superficial. No tiene ningún sentido generar electricidad a costa del territorio. Vender el suelo a estas empresas o fondos de inversión que quieren manejar estas ayudas y proyectos. La política energética se puede convertir en un cuchillazo. Lo hemos visto con el agua y ahora con el sol. No hay sentido común para estos asuntos.

5b.- ¿Qué cree que es lo que lleva a que muchos agricultores quieran ceder los terrenos?

A.M.- Pues lógicamente solucionan un problema de rentabilidad de un plumazo. Nosotros lo entendemos. Muchos nos dicen “mira un problema menos que dejo a mis hijos”. Ofrecen entre 1.500 o 2.500 euros por hectárea de arrendamiento. Incluso las empresas han trabajado para airearlo en algunos medios de comunicación. Hay gente que ha dicho que no, otros que han sido presionados y otros que alquilan con gran alivio. Pero por encima de esto debe haber una regulación del territorio con sentido común. Alguien debe decir y orquestar las prioridades.

5b.- ¿Sería posible compaginar el proceso de cambio a las energías renovables sin acabar con el paisaje alicantino?

A.M.- No somos quien para saber cómo compaginarlo. Lo único que decimos es que el viñedo es clave en estas comarcas, hay que protegerlo. A él y al suelo. Es una energía en sí mismo. Es una fuente medioambiental, patrimonial, cultural, un producto protegido, un bien en peligro de extinción ahora mismo.

5b.- Desde que esto salió a la luz, ¿el Gobierno ha actuado o ha intentado frenarlo? ¿Qué es lo que han hecho hasta ahora?

A.M.- De momento sabemos poco, porque hay muchas administraciones y un poco de silencio. Nos reunimos con Urbanismo, con la delegación de gobierno y todo es una actitud comprensiva, pero medidas exactas no tenemos ninguna. En los ayuntamientos de la zona hemos cursado una petición de apoyo y ninguno hasta el momento ha dicho nada. En esta situación volvemos a reivindicar lo mismo: no hay ninguna sensibilidad hacia el viñedo y el suelo. Hay gente de la administración que nos ha dicho “no pueden oponerse al interés particular”… Claro que no, pero para eso hay una administración que intenta evitar situaciones de abuso, ¿no?

5b.- Desde la Denominación de Origen Protegida Alicante estáis poniendo en marcha acciones para alzar la voz y frenar esta situación como el Manifiesto ‘El viñedo del sol’, ¿en qué consiste?

A.M.- El manifiesto ‘El viñedo del sol’ es un argumentario que repasa las ventajas por la que el viñedo debe protegerse. No solo de estos proyectos, sino crear una política conjunta de apoyo que ahora mismo no existe en la autonomía. Solo hay una mención a la protección de un paisaje. Pero insistimos que no solo es una postal lo que buscamos. Es más profundo, implicaciones de calificación de suelo, material vegetal en extinción, mantenimiento del agua, protección de una historia y cultura, despoblamiento de poblaciones, depauperación del entorno, fomento del enoturismo, lucha contra la desertización, etc. Todo está en riesgo ahora mismo.

5b.- Hace unos días tuvisteis una reunión con la delegada del Gobierno de Alicante, ¿qué conclusiones sacas de esta reunión?

A.M.- La subdelegada insistió en que ella “no puede legislar”, pero que trataría de transmitir la preocupación. Los que tienen que manifestarse son los ayuntamientos, la autonomía, que es la que ha propiciado este cambio. Hemos ofrecido nuestra colaboración. La junta al 100% aprobó el manifiesto. Hay mucho por hacer, pero también pocas ganas porque la gente no entiende el campo y lo que implica su gestión y sus familias. Nos quedamos con una imagen superficial de lo ecológico y eso nos tapa la realidad y el sentido común que es menos atractiva.

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