«La Mostra de Terres simboliza un brindis por el triunfo de la vida»

Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad

El sábado 7 de mayo está marcado en el calendario como una jornada icónica. Simboliza el regreso de la 9ª Mostra de Terres dels Alforins justo dos años después de la fecha inicialmente marcada en 2020. La pandemia paralizó el mundo. Hubo que dejar a un lado los abrazos, los brindis, las sonrisas, las muestras de afecto, los momentos compartidos… y el sábado toca brindar por el regreso de todo eso. Así lo ve, con ilusión y esperanza, el presidente de la Asociación de Viticultors i Productors de Terres dels Alforins, Rafa Cambra. Nos tomamos un vino «sosegado» con él, a un día de uno de los eventos más bellos del mundo del vino valenciano, la Mostra de Vins de Terres dels Alforins.

5barricas.- ¿Cómo recuerdas aquellos momentos de incertidumbre que terminaron con la suspensión de esta 9ª Mostra que arranca mañana?

Rafa Cambra.- Fueron momentos complicados. Había que tomar decisiones en un momento de caos, incertidumbre y muy poca información. Pero si tengo un recuerdo nítido en la cabeza es el brindis que se produjo en Moixent el día que debía haberse celebrado esta Mostra. La gente salió a los balcones del pueblo con una copa de vino en la mano y fue muy emocionante. Era simbolizar que la vida sigue, que la naturaleza sigue…

5b.- ¿Y qué crees que supone el regreso de esa edición este sábado?

R. C.- Es un día muy grande para la gente de nuestros pueblos (Moixent, Fontanars dels Alforins y La Font de la Figuera). Representa la vuelta a la normalidad, a volver a disfrutar, a sentirse orgulloso de su pueblo y a ser los primeros embajadores de «sus vinos». Al ser en Moixent me permito una metáfora: que sean els guerrers de sus vinos. Supone también el que nuestras gentes vuelvan a demostrar que son excelentes anfitriones. Que las casas de Moixent se abran de par en par con esa hospitalidad que siempre acompaña a las gentes de los pueblos, que se viva La Mostra en la calle, en las casas, en los corazones, en las miradas.

5b.- ¿Ha dado una lección que convendría no olvidar el sector primario?

R. C.- Por supuesto que sí. Por un lado, porque la actividad no paró nunca para que nuestras despensas siguieran llenas de todo lo que necesitamos. Pero yo añadiría que también nos ha permitido a la gente que nos dedicamos a la agricultura y alimentación descubrir que es un privilegio vivir en el medio rural y trabajar en el campo. Hemos disfrutado de libertad para ir al campo o a la bodega. Hemos podido trabajar en mitad de la viña sin mascarilla… Son pequeños tesoros que hemos aprendido a valorar. Vivir en el medio rural es un privilegio.

5b.- ¿Nos ha enseñado la pandemia a valorar más ese medio rural que tenemos cerca, el tan comentado kilómetro cero?

R.C.- Rotundamente sí. En cuanto se reabrieron las visitas nuestras bodegas se convirtieron en una especie de refugio. En puntos de encuentro al aire libre. En lugares ideales para celebrar lo no celebrado. Como le gusta decir a mi amigo Pablo Calatayud, en lugares perfectos para cultivar la vida. Y se ha producido, y esto hay que destacarlo, una especie de compasión positiva. La gente sabía que con los restaurantes cerrados el siguiente eslabón en la cadena éramos las bodegas y se han volcado en ayudarnos, en hacernos pedidos a domicilio, en la compra online… ha sido muy gratificante.

5b.- ¿Y qué simboliza este retorno de la Mostra Terres?

R.C.- Simboliza ese reencuentro. No se entiende el vino en soledad. El vino es compartir. Una de las cosas más bonitas de La Mostra son las miradas. La gente tiene estrellas en los ojos y el vino tiene esa magia. Yo creo que La Mostra de Terres 2022 simboliza un brindis por el triunfo de la vida.

5b.- Entremos en materia, ¿cómo va a funcionar La Mostra?

R.C.- Pues con el sistema de tickets habitual. El precio son 10 euros e incluye cinco degustaciones de vino y una copa de cristal serigrafiada para llevarte a casa. Para los que quieran repetir, también hay un ticket de 5 euros y tres degustaciones, ya sin copa. En la parte de gastronomía vamos a contar con mucho producto local y platos autóctonos como el arròs al forn o los gaspatxos que la gente puede reservar una vez llega a La Mostra y recoger a mediodía su encargo. Además, tendrán la oportunidad de disfrutar desde la apertura a las 11 de la mañana de una oferta gastronómica interesante con embutidos de la zona, quesos artesanos, aceites, hornos… una oferta que complemente los vinos de las 11 bodegas que este año participan en el evento: Arráez, Clos Cor Ví, Celler del Roure, Clos de Lôm, Enguera, Los Frailes, Los Pinos, Dani Belda, La Viña, Sant Pere y Rafa Cambra.

5b.- ¿Qué más ingredientes tenéis preparados?

R.C.- Pues como siempre vamos a tener música en directo, otro de los pilares de La Mostra. Por la mañana, La Romántica del Saladar; y por la tarde Limbotheque o Lulú y los Tigretones. Y homenajearemos a nuestro personaje del año, como es tradición en La Mostra.

5b.- ¿Qué le dirías a la gente que va a encontrarse si visita este sábado Moixent?

R.C.- Pues va a encontrarse un pueblo con las puertas abiertas de par en par. Va a encontrar una oferta espectacular de los vinos de este territorio con 11 bodegas y una excepcional presencia de variedades autóctonas. Va a disfrutar de la gastronomía local en un ambiente mágico, lleno de buen rollo, de música en directo… yo creo que todo aquel que quiera acercarse va a poder brindar por el regreso de la vida con una jornada que guardará en el recuerdo y el corazón para siempre.

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